En el  blog de Victoria Smith nos encontramos con un post sobre una nueva revista online fuera de Islandia llamada Home & Delicious por el equipo de marido y mujer Gunnar Sverrisson (un fotógrafo) y Halla Bára Gestsdóttir (una diseñadora). La fotografía es maravillosa, así que teníamos que compartir parte de esta revista con vosotros, ya que somos fanáticos de las revistas online y de las fotos magníficas.

En el primer número contaron con la increíble reforma de un viejo hospital en Þingeri, que requirió mucho trabajo: calefacción, electricidad, ventanas, puertas exteriores… una obra en toda regla. Los dueños pensaron hasta en el más mínimo detalle e hicieron nuevas ventanas y puertas que imitaran el aspecto de las antiguas. Los viejos entarimados fueron descubiertos bajo capas de suelo y se volvieron a lijar. El resultado es realmente bonito, una casa histórica que decorada sencillamente, lo que no nos distrae de la belleza del edificio.

 

Los propietarios son el matrimonio de David y Avala. En el verano de 2005, fueron invitados a una fiesta de cumpleaños en Þingeri que se celebró en una casa que estaba al lado de este viejo hospital que data de 1907. Durante la celebración, se enteraron de que estaría a la venta el año siguiente. Meses después se les ofreció la oportunidad de adquirir el edificio y tuvieron la oportunidad de comprarlo.

 

La reforma del hospital comenzó en el invierno de 2007 y supuso mucho trabajo. Se reutilizaron todos los elementos posibles con el fin de mantener el estilo original del edificio. Lo único que se necesitó reconstruir de nuevo fueron las puertas exteriores y ventanas y se hizo atendiendo a viejas fotos del edificio para cumplir con el estilo en el que fue construido.

Svela y David se enamoraron del edificio cuando vieron su iluminación. De manera inmediata se dieron cuenta de todo lo que podían hacer en esa casa y comenzaron a idear la forma de renovar el edificio de la forma más económica posible. Tardaron años en conseguir el hogar que querían, pero a la vista está que lo han logrado.

 

 

 

El recibidor fue pintado por el artista estadounidense Jean Larson. Svala le contó que llevaba tiempo queriendo hacer su propio diseño para pintar el suelo pero no tenía experiencia para hacerlo, entonces Jean se ofreció. El resultado cumplió con las expectativas de Svala y David.

 

El mobiliario y los accesorios fueron recolocados varias veces en función de su uso hasta que sus dueños quedaron convencidos. De esa forma han decidido jugar con la decoración juntando objetos contradictorios con el objetivo de crear una nueva atmósfera.