Entre los colores que el Instituto Pantone escogió para el otoño de 2014 estaba el amarillo albero, una tendencia que continúa este año y que nos permite aportar una calidez instantánea a cualquier habitación, para celebrar la alegría de la primavera que llega.
El «misted yellow», en inglés, se conoce como amarillo albero en castellano por el color albero de la tierra de las plazas de toros. Originalmente esta tonalidad se extraía de una roca de tono amarillento, y se trata de un amarillo anaranjado vívido pero sofisticado, fácil de combinar y adecuado para pintura, moda o decoración.
Podemos optar por pintar las paredes de este color, en un tono más pálido o más saturado dependiendo del efecto que queramos crear: más calmado y elegante, o más juvenil y vibrante. En cualquier caso, este tono tiene el efecto inmediato de hacer más cálida y acogedora cualquier estancia.
En lugar de las paredes podemos optar también por incluirlo en el mobiliario y la decoración: una única pieza en este tono, ya sea un mueble, un cuadro o una lámpara, atrae de inmediato la atención y supone un chispazo de color para animar cualquier habitación.
Alfombras, cojines, cortinas y tapicería también son buenos recursos para introducir el amarillo albero en la decoración de nuestros hogares u oficinas, ya sea con detalles aislados o de forma que domine la habitación.
El amarillo albero se puede combinar con muchos tonos: el clásico binomio blanco y negro se anima inmediatamente con algún detalle en este color que rompa la monotonía, y combinarlo con tonos claros, acres o blanco, inmediatamente consigue llenar de luminosidad las estancias (estos tonos reflejan y multiplican la luz natural).
También funciona muy bien con tonos azules, tierra y verdes, que inmediatamente remiten a la paleta de la naturaleza y dan un toque zen a la decoración. Otro de los tonos que Pantone señaló como clave la temporada pasada, el orquídea radiante, es el contrapunto perfecto al amarillo albero.
Si queremos diluir un poco el impacto cromático del amarillo, que puede ser demasiado vívido y alegre si estamos buscando un ambiente muy sofisticado, los tonos grises y metálicos unen su elegancia al dinamismo del amarillo y consiguen un equilibrio perfecto.
Este tono es adecuado para cualquier época del año: la calidez y el sol del verano, el color de las hojas en otoño, o la promesa de la primavera que viene para animar nuestras casas en invierno. En pequeñas dosis o en explosiones de color, en paredes o en muebles, para ambientes juveniles y frescos o elegantes y profesionales; las posibilidades del amarillo albero son muchas.
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