Del 9 de febrero al 22 de mayo de 2016 el museo Thyssen presenta una selección de obras de siete artistas: Antonio López García, su esposa, María Moreno; los hermanos y escultores Julio y Francisco López Hernández; la mujer de Julio, la pintora Esperanza Parada; la mujer de Francisco, la también pintora Isabel Quintanilla y Amalia Avia , casada con el artista Lucio Muñoz.
Siete autores estrechamente unidos entre si, que han trabajado y vivido en Madrid  desde la década de los 50 desarrollando en la capital la mayoría de su obra.
Esta exposición es la recuperación del grupo como tal, pues hace más de dos décadas que una exposición no reunía a este grupo prolifero de autores. Muchas de las obras seleccionadas, además, no se han visto en mucho tiempo en nuestro país y se han obtenido de las colecciones de los propios artistas pero también de prestamos internacionales (especialmente EEUU y Alemanaia).

La exposición incluye casi un centenar de piezas entre esculturas, relieves, dibujos y olios. Una selección de obras en la que queda latente la relación familiar o de amistad que existía entre los autores y la formación común que muchos de ellos compartieron en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando, en Madrid.

Por esta causa, la muestra ha decidido seguir un itinerario temático y no cronológico. La idea es mover al espectador por las obras, llevándoles desde las piezas que muestran la realidad más intima hasta aquella más pública. Es decir, desde del plano corto de objetos cotidianos, a los grandes panorámicas de la ciudad.

La primera sala reúne una selección de naturalezas muertas e imágenes de interiores domésticos.

Vaso, 1979, Isabel Quintanilla
Lavabo y espejo, 1967, Antonio López

La exposición continua con la representación de obras en las que se dibuja el interior de las casas, pero con detalles que hacen atisbar el exterior (estableciendo esa relación entre lo privado y lo público), pueden ser ventanas por las que entra la luz, puertas entreabiertas…

Ventana de noche, 1972, Francisco López
Ventana, 1970, Isabel Quintanilla

El recorrido llega así de forma gradual al siguiente apartado, dedicado ya a los espacios abiertos, patios, jardines, pero siempre en el entorno que rodea el hogar, convirtiéndose en una prolongación de este.

Tapia del estudio de Urola, 1970, Isabel Quintanilla

A continuación la sala, reúne los cuadros dedicados a la representación de la figura humana a gran escala, son grandes proyectos y conjuntos escultóricos, creados para situarse en espacios públicos.

Parte de su familia,1972, Julio López
El sueño, 1976, Julio López

La parte final del recorrido, está dedicada a las vistas urbanas, lo que transporta al espectador directamente a lo público y externo. Recorremos con estas obras pictóricas, las calles de Madrid, miramos sus fachadas y observamos el testimonio más claro de la metamorfosis de la capital en metrópoli moderna.

Filatelia Filarte, 1989, Amalia Avia
Puerta del sol, 1979, Amalia Avia

Por último y como cierre especial a esta maravillosa exposición, nos encontramos un gran espacio en el que un sólo cuadro es el protagonista: un gran lienzo de Antonio López, Ventana de noche (2013-2015); una obra muy original, representada con un ligero efecto “ojo de pez”, que el autor ha creado muy recientemente y que se presenta por primera vez en España.

antonio lopez ventana de noche

Hasta el 22 de Mayo puedes ir a ver la maravillosa exposición en el museo Thyssen, empaparte de la historia de la capital y conocer a esta generación única de artista, cuyo hiperrealismo parece captar la realidad, mejor que una fotografía.

Imágenes: Prensa museo del Thyssen