Henning Koppel nació el 8 de mayo de 1918 en Dinamarca, fue el menor de tres hermanos del matrimonio formado por Elise y Valdemar Koppel.
En su juventud, asistió a la escuela mixta de H. Adler en Copenhague, una escuela experimental cuyos principios estaban muy adelantados a su tiempo. Pero Henning tenía otros intereses. En los márgenes de los libros de texto y en cualquier otro papel que podría encontrar, garabateaba pequeños bocetos, que a diferencia de sus notas, mejoraron con el paso del tiempo.
En el momento en que Henning Koppel cumplió 15 años, dejó la escuela, con un sueño: ser artista.
Lo cierto es que no tardó en abrirse camino en la Academia Danesa de Bellas Artes, donde bajo la tutela del profesor Einar Utzon-Frank estudió escultura antes de mudarse a París para estudiar en la Academia Ransom. Mientras estudiaba bajo su nuevo profesor Charles Malfray, Henning Koppel pasaba mucho tiempo asistiendo a exposiciones de arte y escribiendo artículos para periódicos locales.
En 1941 vuelve a Dinamarca y junto a otros estudiantes de artes, incluyendo Mogens Andersen y Soren Melson forma un grupo de Vanguardia, llamado Bolleblomsten. Sin embargo, la segunda guerra mundial estaba empezando a ponerse en marcha y Dinamarca estaba cediendo a la presión de Alemania. Para octubre de 1943, la caza de los Judios comenzó en el país nórdico y la familia Koppel, que era judía tuvo que huir a Suecia.
Durante su tiempo en Suecia, los Koppel, al igual que muchas familias judías en el exilio, hacían lo que podían para sobrevivir. Un día, Henning Koppel tuvo la fortuna de vender una gran cantidad de pinturas a la tienda de un artista en particular, que también lo invitó a tratar de trabajar en estaño y el esmalte. Koppels aprovechó la oportunidad, para crear una serie de pequeñas piezas de joyería, que resultaron tremendamente populares en la tienda y llamaron la atención de Anders Holstrup-Pedersen, entonces jefe del departamento de joyería en Georg Jensen.
Así que cuando terminó la ocupación de Dinamarca, Koppel volvió a su país para trabajar bajo las ordenes de la gran firma danesa, Georg Jensen.
Su primera pieza fue un candelabro de tres brazos con una forma orgánica que rompió los lazos con las tradiciones Art Nouveau de la empresa. Y es que muchos de sus diseños se adelantaron a su tiempo, ganando premios en las artes, pero cosechando poco éxito comercial. Kopek no se encontraba satisfecho con crear piezas funcionales, sino que se esforzaba por crear piezas que fuesen auténticas obras de arte. Cada pieza que creaba tenían una calidad escultórica en si misma.
Poco después, Henning Koppel ganó el Premio Lunning, y después de pasar algún tiempo en el sur de Europa, centro su atención en la cubertería, así fue como produjo, la primera línea de acero inoxidable para Georg Jensen, un diseño limpio, moderno y de bellas formas. En 1963 creó para la Feria Mundial de Nueva York, un diseño que se presentó en un restaurante Danés; un tercio de los platos y cubiertos presentados, fueron robados por los invitados.
Los años siguientes de Koppel demostrarían ser tremendamente creativos y variados. El artista desarrolló sus diseños en numerosos campos diferentes.
El uso de la porcelana, la creación de lamparas de aceite, logotipos de equipos de futbol, el diseño de un sello de correos y muchas más ideas, acompañaron a este diseñador incansable, que no dejó nunca de trabajar, hasta su muerte a los 63 años, el 27 de junio de 1981 en Copenague.
Imágenes: icollector.com, GeorgJensen.com
