¿Conoces el estilo kitsch? Es muy posible que por ese nombre no caigas en la cuenta de a qué nos referimos. Se trata de una decoración que destaca por su carácter ostentoso o estrafalario. Un estilo en el que todo tipo de objetos (incluso aquellos que muchos desecharían por horteras) encuentra su espacio.
Kitsh es un término de la lengua alemana que no tiene una traducción para el español. En decoración, es una “búsqueda de placer a través de la ostentación, de formas extravagantes y de colores llamativos”.
Lejos de los estilos que hemos ido comentando a lo largo de los post de este blog, lo kitsch rechaza lo funcional y es inversamente proporcional a decoraciones sencillas, equilibradas y minimalistas.
Pensemos en todos esos recuerdos que nos regalan familiares y amigos cada vez que hacen un viaje. Puedes guardarlo en un cajón o buscarle un lugar. De la acumulación de estas pequeñas cosas, que no cumplen una función en sí, nace este estilo de decoración.
Aunque el nombre nos parezca moderno, la verdad es que este estilo no es reciente, sino que ha vuelto hasta la actualidad fruto de ese gusto por revivir estilos antiguos. Así, al igual que lo retro y lo vintage, tendencias inspiradas en el pasado, lo kitsch, propio de las clases medias acomodadas con un consolidado afán consumista, popularizado en el pasado siglo, también vuelve para instalarse como otra opción más en la decoración de interiores.
Esta moda roza la extravagancia. Hay quien lo define como un gusto por el arte pasado de moda, e incluso algunos se atreven a decir que roza los límites del mal gusto. Sin embargo, son ya muchos los diseñadores que han sabido hacerse con esta tendencia. La han adaptado a la actualidad y seguro que sus creaciones resultan, cuanto menos, llamativas, generando una buena impresión.
En nuestro país, posiblemente sea la diseñadora de interiores María Lladó quien ha conseguido atraer las miradas hacia el estilo kitsch que ha incorporado a sus diseños. Los espacios que han pasado por sus manos son inconfundibles, siempre teñidos de un aire atrevido y rebelde.
En su origen, este tipo de decoración se daba de manera fortuita. Ahora, cuando al estilo kitsch es considerado toda una tendencia decorativa, se trata de un interiorismo meditado, con la intención de imitar esos espacios donde las formas aparatosas y los colores chillones tenían el protagonismo.Y es aquí donde María Lladó se ha volcado, consiguiendo decoraciones precisas, siempre siguiendo una línea que no haga de ellas un cajón desastre, pues hasta en los estilos de apariencia descuidada se presta atención a los detalles más pequeños.
Como puede verse en sus propuestas, esta diseñadora apuesta por lo kitsch de forma menos estridente, de tal manera que sus espacios siempre resultan armoniosos. Esto se debe al equilibrio alcanzado entre la modernidad y el pasado.
Por eso, en sus decoraciones, es común encontrar objetos kitsch junto a piezas y muebles actuales. Y en ellos tienen cabida tanto obras de arte como objetos sacados de mercadillos y tiendas de bajo coste.
Sin duda, las creaciones de María Lladó se han convertido en auténticas obras a seguir en el panorama de la decoración y su nombre e imágenes se encuentran presentes con bastante frecuencia dentro de los medios de referencia de este ámbito.
¿Qué opinas de sus creaciones? Aunque a simple vista parece una decoración sencilla de conseguir, imitarla quizá no lo sea. La clave, según las palabras de la diseñadora, está en “saber mezclar”.
Las imágenes de las decoraciones de María Lladó están obtenidas de su página web oficial.
