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Para poder decorar correctamente cualquier estancia de la casa se deben tener en cuenta todos los detalles, pero esto no quiere decir que cuantos más objetos empleemos para ello, mejor quedará. La clave reside en escoger una paleta de colores, seleccionar qué tejidos queremos incluir en la habitación y también los muebles necesarios.
Una vez se tiene esa base, hay que pensar detenidamente qué complementos serán la guinda del pastel de nuestra decoración. Hablamos de objetos como jarrones, marcos con fotografías, cuadros y otros objetos. En concreto los cuadros son el complemento perfecto para reflejar la personalidad de cada uno y al mismo tiempo hacer que haya una continuidad de tonos de colores. Si no tienes muy claro el tipo de cuadro que podría encajar, no hay nada como mirar alguna tienda online de cuadros para empezar a formarse una idea.
Actualmente están muy en tendencia los cuadros abstractos en el mundo de la decoración por la diferencia que marcan en todas las estancias. Añadir en tu casa cuadros con formas y combinaciones de colores que no transmiten un significado instantáneo, llama aún más la atención ya que hace que se detenga la mirada en él y se dé rienda suelta a la imaginación al tratar de asignarle un significado.
Al comprar cuadros abstractos online puedes conocer exactamente sus medidas, colores, la composición y lo que es más, si el artículo que deseas comprar no está disponible en el momento que lo descubres, es posible que en un corto periodo de tiempo vuelvan a reponer stock. Y Si finalmente el diseño escogido no encaja del todo, se puede hacer una devolución y emplear poco tiempo en llevarla a cabo.
Ideas para colocar los cuadros
Tres cuadros del mismo tamaño
Para que los cuadros que se han seleccionado puedan lucir al máximo en la estancia donde se quieren colocar, se debe tener en cuenta el espacio del que se dispone para colocarlos y la forma en que se van a distribuir. Además ha de tenerse en cuenta qué muebles estarán cerca de los cuadros.
Una forma muy recurrente es colocar de manera horizontal tres cuadros rectangulares del mismo tamaño colocando como base uno de los lados de menor longitud. Este recurso se puede utilizar para poner cuadros en la misma pared que haya un sillón (encima de este) o también en la que se coloque una mesa o cómoda.
Seis cuadros del mismo tamaño
En este caso es importante que los cuadros no sean de un tamaño muy grande, las medidas 20×30 resultarán adecuadas, y además deben tener hacia el minimalismo para que no se vea muy cargada la pared cuando se coloquen todos juntos. Es recomendable colocar tres en una fila horizontal y otros tres de la misma forma pero debajo de los otros, y al ser rectangulares, la parte de menor longitud debe ser la base.
Seis cuadros de diferente tamaño
Para colocar varios diseños se ha de contar con una pared amplia y también es importante que debajo de los cuadros no haya un mueble muy grande para que así no se vea muy cargado el espacio y se pueda dar el máximo protagonismo a los diseños. En este caso, se colocarán de manera horizontal pero intercalando los tamaños: el primero por la izquierda debe ser de 50×70, y después se colocarán dos cuadros (uno debajo del otro) de 20×30.
Para que genere más contraste, es recomendable que los marcos de las láminas sean distintos: uno con mayor margen y otro de la medida exacta de la lámina. De esta forma se genera un contraste con los dos marcos siguientes: al lado del marco sin margen se pondrá otra lámina con un marco con margen, y con el cuadro de abajo a la inversa. Para completar la composición, se colocará de nuevo un marco con lámina de 50×70.
Dos cuadros del mismo tamaño, dos formas de colocarlos
Para aquellas estancias que no dispongan de una pared con mucho espacio, lo recomendable es instalar dos cuadros del mismo tamaño y rectangulares colocados en una misma línea horizontal o vertical. También es aconsejable que el lado de menor longitud sea la base y que los dos diseños escogidos contengan la misma paleta de colores para que así se genere una armonía.
Un cuadro apoyado en un mueble
Los cuadros no solo están para ser colgados en las paredes, sino que también pueden estar reposados sobre un mueble, y de esta manera formar parte de un conjunto de complementos en el mueble. Es recomendable que no se trate de un cuadro muy grande, una buena medida es 30×40 o 40×50.
