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Si lees un poco la historia de la mujer, te darás cuenta que su evolución en la sociedad a nivel imagen ha sido enorme y en cuanto a su vida íntima, tampoco se ha quedado atrás. Hoy en día, muchas mujeres usan braguitas menstruales sustituyendo a los tampones y compresas, soluciones más tradicionales.
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Pero empecemos por mirar a grandes rasgos el papel de la mujer hace muchos años atrás, es verdad que siempre ha estado situada en un papel secundario tanto en la política, como en libertades sociales o puestos de trabajos, pero poco a poco ese papel ha ido transformándose positivamente hasta llegar a nuestros días.
La evolución de la mujer desde la Prehistoria hasta la Edad Media
En la Prehistoria, el hombre era el cazador y seguramente dominaba la política y lo social, pero la mujer era la administradora de la familia, la que se quedaba cuidando de sus hijos y también era recolectora en las tierras.
En el antiguo Egipto, aunque nos sorprenda por la época, la mujer podía andar libremente por las calles, comprar y vender, e incluso tenía acceso a la educación. En Mesopotamia, muchas mujeres trabajaron como escribas en el palacio del rey.
En Grecia, las mujeres no tenían una posición muy positiva, se pensaba que eran personas incompletas y muy débiles, en definitiva, un defecto de la naturaleza. Se casaban muy jóvenes, con apenas 14 años, y eran propiedad del padre y después del marido.
Sin embargo, aun con estas restricciones, algunas mujeres griegas destacaron en poesía. Las romanas pudieron disfrutar de mayor libertad, salían más a la calle, aunque en temas de política seguían siendo vetadas por el hombre.
Con la caída del Imperio Romano a finales del siglo V se puede decir que comienza la Edad Media y con ella, una etapa negativa para la mujer. La iglesia católica dibujaba a la mujer como una figura del pecado, así que su posición era de ama de casa al cuidado de sus hijos y de salir a la calle lo mínimo.
Una vez más, algunas mujeres nobles sí pudieron recibir formación y no hay que dejar de nombrarlas, como Isabel I de Castilla o la escritora Cristina de Pizán.
La mujer desde la Edad Moderna hasta el siglo XIX
La Edad Moderna supone un periodo de muchas transformaciones, como el descubrimiento de América, la pérdida de poder de la iglesia, y muy importante, la aparición de nuevos valores basados en el hombre “el humanismo”.
El Renacimiento no fue mejor para las mujeres, seguían sin poder acceder a la Universidad y, además, se dictaron leyes que restringían aún más sus posibilidades. A partir de los siglos XVII y XVIII podían trabajar desde casa en trabajos de encajes y bordados.
Las acusaciones de brujería son un episodio oscuro contra algunas mujeres, que desgraciadamente se las quemaba a muchas de ellas en la hoguera sin ningún miramiento.
Durante el siglo XIX, la lucha de las mujeres por el sufragio para ellas se iría definiendo hasta llegar a lo que es la corriente feminista. En varios países hubo reuniones, luchas, manifestaciones, hasta que poco a poco se iría aceptando en cada uno de ellos.
La mujer en el siglo XX
Las dos guerras mundiales hicieron que las mujeres tuvieran que ocupar los puestos de los hombres porque estos estaban en el frente. De esta manera, la sociedad fue viendo que las mujeres podían trabajar en los mismos oficios que los hombres y desempeñarlos correctamente.
Es verdad que con la dictadura hubo un retroceso en la evolución de la mujer pero la idea ya la tenían y en cuanto se pudo comenzó una revolución feminista que ya no se podía parar. Los estereotipos se rompieron porque vieron que un cambio podía ser posible y a las mujeres les gustaba esa independencia y sentirse útiles ganando un sueldo.
Actualmente, podemos encontrar mujeres trabajando en cualquier puesto de trabajo: universidades, médicos, arquitectas, técnicos, entre otros muchos.
La evolución de la mujer a lo largo de la historia ha sido enorme, es verdad que ha ido muy lentamente y con dudas, pero aún queda mucho por hacer.
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