Todos sabemos lo importante que es dormir bien por las noches y descansar tanto el cuerpo como la mente. Esto lo saben bien y lo echan de menos, sobre todo, los que sufren de noches de insomnio, vueltas en la cama sin saber qué hacer.

Para todos los que les cuesta dormir por las noches, coger el sueño e incluso para los que duermen bien pero quieren dormir mejor, a continuación se enumeran unos tips para que la hora de irse a la cama sea para descansar y no un infierno.

Primeramente, compra un buen colchón

Este tip es el más importante de todos, elige un colchón cómodo para ti. Un colchón viscoelástico puede ser una buena idea, ya que tienen la capacidad de adaptarse a cada persona.

Es ideal para personas con dolores de espalda porque alivia la presión en el cuerpo durante toda la noche y mejora la circulación sanguínea. También es una buena opción si duermes con tu pareja, puesto que tiene memoria del colchón y cuando tu te mueves o te levantas, tu pareja no lo nota.

Lo que está claro es que tienes que probar colchones, tumbarte, moverte sobre ellos, y sentir cuál es el más cómodo para ti y para tu espalda. Esto ayudará a que duermas mejor sin duda, quizás es este el problema de tus noches en vela y con cambiar el colchón se soluciona.

Mujer tumbada sobre su cama durmiendo

Crea un ambiente que invite a descansar

Hay mucha gente que este tip, quizás, no lo tiene en cuenta y también es importante. Mantén tu habitación fresca, a oscuras y en silencio. Parece obvio pero tienes que decirle a tu cuerpo y tu mente que se van a dormir y tienen que relajarse, así que evita el uso prolongado de pantallas por ejemplo con el móvil, apaga la televisión y destensa tu cuerpo.

Si es necesario realiza antes de acostarte alguna actividad que te ayude a relajarte, como darte un baño, hacer técnicas de relajación o de respiración. En internet puedes encontrar un montón de vídeos de estos métodos.

Haz ejercicio en tu rutina diaria

La actividad diaria promueve, sin duda, un mejor sueño por la noche, puesto que descansas el cuerpo y llegas cansado a la cama con ganas de dormirte. No lo realices poco antes de irte a acostar, si no en la tarde, sal a caminar, ve al gimnasio, sal a correr al aire libre, encuentra tu actividad física preferible.

Evita las siestas

Si eres una persona que duermes bien por las noches, no tendrás problema en echarte un poco la siesta después de comer. Pero si te cuesta coger el sueño, es recomendable que no hagas siesta pues es muy probable que influya a la hora de dormir por la noche.

De todas las formas, es preferible que las siestas, en general para todos, no duren más de una hora, y lo ideal es que sea de unos 20 minutos. Por supuesto, no te eches la siesta en la cama porque desorientarás a tu cuerpo, mejor en el sofá y ligera.

mujer echando la siesta en el sofá

No cenes mucho

Es importante que no te vayas a la cama recién cenado, deja que pase unas dos horas antes de acostarte. Esto es debido a que el organismo no realiza bien la digestión tumbado, y puedes sufrir reflujo, acidez o indigestión, lo que también puede provocar una sensación de estómago muy pesado durante unas horas.

Igualmente ocurre al contrario, no te vayas a acostar con hambre porque no podrás dormir pensando en comida y tu estómago estará rugiendo hasta que le des un bocado a algo.

Controla tus preocupaciones

A veces llevarte problemas a la cama es lo que te hace que no puedas dormir. Anota lo que tienes en mente y déjalo para el día siguiente, organízate mejor, establece prioridades y delega tareas. La meditación es una técnica que puede ayudarte a aliviar esa ansiedad que te produce las preocupaciones del día.

mujer haciendo meditación con velas en su salón de casa

Ten unos horarios para dormir

Para terminar, este tip trata de tener unos horarios y una vida organizada: vete a la cama y levántate a la misma hora. De esta manera, tu cuerpo se acostumbrará a dormirse a la misma hora por la noche y a despertarse a la misma ahora cada mañana.

Si intentas dormirte y llevas en la cama media hora y no lo consigues, no te quedes reposando, levántate y haz algo que te tranquilice, lee un libro, haz ejercicios relajantes, escucha música de relax, hasta que te entre el sueño.

Con estos hábitos fáciles de aplicar en tu día a día seguro que consigues dormir mejor y dejas de dar vueltas en la cama cada noche sin saber qué hacer.

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