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El concurso internacional Design for Death (Diseño para la muerte) propone a arquitectos, diseñadores, y demás talentos creativos de todo el mundo reimaginar la manera en la que nos relacionamos con la muerte a través de la arquitectura y el diseño de los espacios y objetos que utilizamos para el duelo y el recuerdo de nuestros seres queridos.
El ritual funerario es una parte importante de cualquier sociedad, y un reflejo de la cultura dominante. Según las sociedades han ido evolucionado las costumbres y tradiciones que rodean los funerales han ido cambiando. Es por esto que en esta competición se pide a los arquitectos y diseñadores que reflejen sus ideas para los ritos funerarios del futuro, se llama a los artistas a ir más allá de las concepciones actuales del modo en e que los familiares y amigos recuerdan y celebran las vidas de sus seres queridos, creando los diseños de panteones y mausoleos de nueva generación.
Este concurso esta dividido en dos categorías, la propuesta ganadora de la primera de ellas, que buscaba ideas para funerales ecológicos, se llama «Emergencia» y fue creada por los diseñadores franceses Enzo Pascual y Pierre Rivière. Esta propuesta, basada en la máxima de Lavoisier «Nada se crea ni se destruye, solo se transforma» esta formada por dos partes, un ataúd biodegradable destinado a a enriquecer el suelo gracias a sus materiales y el proceso de descomposición del cadáver, y un lugar de recuerdo para los seres queridos, en el que el centro del mismo sea un árbol, nacido gracias al ataúd biodegradable.
La propuesta ganadora del segundo premio en esta sección ha sido titulada por el arquitecto sudafricano Ancunel Steyn como «Design for Death & Living» (Diseño para la vida y la muerte), que busca transformar los cementerios de un lugar de duelo por la muerte a un lugar de celebración de la vida, buscando disminuir el espacio utilizado para los entierros basándose en la generalización de la cremación como propuesta ecológica, y añadiendo usos complementarios a los cementerios, que atraigan a la gente, y los conviertan en fuentes de vida.
La propuesta ganadora del tercer premio se titula «I wish to be rain» (Me gustaría ser lluvia), creada por el Studio PSK, Matter & Fact del Reino Unido, una rompedora propuesta que buscar modificar deliberadamente el clima mediante un globo de helio dentro del cual estarían las cenizas del difunto, y que ascendería hasta la troposfera donde estallaría y se dispersarían las cenizas por las nubes, actuando como catalizador y provocando lluvias, una idea sin duda muy poética y como poco sorprendente.
La segunda de las categorías, a la que los organizadores del concurso han titulado «Envolviendo la mortalidad«, busca encontrar nuevas formas de dar sepultura o almacenar los restos mortales de nuestros seres queridos. La propuesta ganadora de esta categoría ha sido titulada «Family tree» (Arbol genealógico) por sus autores, los diseñadores lituanos Loucas Papantoniou y Asta Sadauskaite. La idea se basa en una estructura modular con urnas hexagonales que permiten tanto almacenar los restos mortales, como colocar flores o enviar mensajes de recuerdo a los familiares desde sus teléfonos móviles, que aparecerán reproducidos en las pantallas LED incluidas en el diseño.
La ganadora del segundo premio en esta categoría fue titulada por la diseñadora húngara Agnes Hegedus como «Urn for memorial ceremony on water» (Urna para ceremonia conmemorativa en el agua), y que se constituye por urnas de arcilla y materiales reciclados, que por su diseño, pueden flotar en el agua.
Y por último la ganadora del tercer premio de esta categoría es «Souvenair» del diseñador francés Chen Jiashan, con un nuevo diseño de urna funeraria metálica, en el cual las cenizas están contenidas en un tubo que al ser movido por el viento golpea un circulo de metal de pequeño tamaño colgado en el cual están grabados el epitafio del fallecido, emitiendo melódicos sonidos, permitiendo a los familiares recordar a sus seres queridos fallecidos siempre que sople el viento.