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Nos encanta observar el mar, perder la mirada en el horizonte y sentir la brisa marina en nuestra cara. ¿Y si pudiéramos tener todo eso cada día al despertarnos? Hoy os traemos una casa con vistas al mar, un pequeño lujo que todos querríamos poseer.
Situada en la localidad granadina de Almuñécar se encuentra esta casa con vistas al mar, uno de los proyectos llevados a cabo por la diseñadora Susanna Cots que ha impreso su seña de identidad en cada uno de los espacios de este hogar.
Su ideal de trabajo juega con la sencillez y el detalle, otorgando una posición principal al orden, a la limpieza, al confort y, por supuesto, a la luminosidad. Los interiores diseñados por Susanna se identifican con la supremacía del color blanco, el tono que domina en esta casa. Un trabajo que recibe el nombre de Pure White House, una casa que une la belleza y la pureza del blanco con la magia de sus vistas.
Esta residencia de estilo moderno se encuentra situada en un acantilado. El sitio ideal para aprovechar al máximo la luz natural que inunda los espacios interiores a través de sus grandes ventanales situados en todo el edificio.
Su interior se compone de espacios abiertos sin interrupciones lo que da sensación de amplitud a todos sus huecos. Cuenta con una decoración cuidada y justa, sin excesos, contribuyendo en la creación de una atmósfera tranquila. Aunque el blanco sea el color de la casa, aparece combinado con la madera en suelos y algunos muebles añadiendo calidez a las habitaciones.
La residencia se divide en cinco áreas diferentes. La primera de ellas se corresponde con la de servicio y tiene capacidad para cinco personas. Hay que indicar que el color negro aparece también en determinados detalles de la decoración. Un tono que combina bien con el dominante y termina de dar personalidad a cada estancia. Lo encontramos, por ejemplo, en los platos de la cocina, en algunos elementos de la sala de estar y en las paredes de uno de los baños.
Por otro lado tendremos el área de los niños que se compone de dos habitaciones y de una sala de juegos. Esta zona de la casa es la única que integra el color en su decoración, añadiendo el carácter juvenil propio de estos espacios.
Otra de las áreas es la parte donde se localizan la sala de estar, el comedor y la cocina. Todas ellas cuentan con grandes ventanas desde donde podemos observar el paisaje. Su diseño va más allá y está pensado de forma que parezca una prolongación del exterior y podamos disfrutar de él incluso desde dentro de la casa.
La zona donde se sitúa el dormitorio principal se corresponde con el cubículo superior que observamos desde fuera. Esta habitación es muy espaciosa y en ella el color blanco y el negro se equilibran en el diseño. Desde aquí tenemos acceso a la zona exterior.
La última parte de esta casa es la planta baja donde se sitúa la zona de invitados y la piscina junto con un espacio para tomar el sol.
Las imágenes lo dicen todo de este hogar. ¿A quién no le gustaría pasar sus vacaciones (o toda la vida) aquí?
Imágenes: freshome.com y susannacots.com, imágenes vía susannacots.com.