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Hablar de una fachada minimalista es hablar de una tendencia que está de moda. Y entre todos sus elementos se encuentra el cristal templado, una magnífica opción para hacer aún más espectaculares dichos espacios según Cristel.
Las tendencias arquitectónicas cambian constantemente, y entre estas tendencias se encuentra una que se ha vuelto muy popular: la fachada minimalista; que es la parte exterior de un edificio, en la que no se añaden elementos estéticos que no sean funcionales y se perciben líneas perfectamente definidas y figuras geométricas en su composición.
Una de las características de este concepto es que la estética se consigue mediante la sobriedad, el balance de espacios y el contraste que hace con los espacios vacíos. Pero también en dos elementos separados de la estructura de la construcción: vidrio y aluminio.
Si se quiere tener éxito en una fachada minimalista, es importante que los espacios destinados a las ventanas sean ocupados de manera estratégica. Si se trata de un edificio, el vidrio o cristal templado se presenta como una opción ideal.
Muro cortina, una forma de proteger de elementos exteriores
A diferencia de otros materiales de construcción, un sistema de muro cortina es delgado y liviano; está constituido por aluminio y vidrio. Estos muros no son estructurales y por diseño solo soportan su propio peso, mientras transfieren la carga del viento y la gravedad a la estructura del edificio. El diseño lo hace resistente al aire y al agua para garantizar que el interior del edificio permanezca hermético.
El uso de muros cortina tiene muchas ventajas, debido al uso de materiales livianos, los sistemas de muros cortina son una opción asequible para el revestimiento exterior de un edificio. Además debido a la capacidad del sistema para resistir la infiltración de aire y agua, los muros cortina son energéticamente eficientes, por lo que reducen el costo de calefacción, refrigeración e iluminación del edificio.
Entre las cualidades a resaltar de los muros cortina están los efectos de la expansión y contracción térmica, la oscilación y el movimiento de un edificio y la eficiencia térmica. Por último, cabe señalar que se puede elegir entre una variedad de cubiertas faciales para tener el máximo control sobre la estética del edificio.
Cristal templado para espacios espectaculares
A diferencia de otros estilos arquitectónicos, donde la moldura importa más que el vidrio que se empotra a la ventana, en la expresión minimalista es todo lo contrario. El cristal lo es todo. En ocasiones no parece que fuera una necesidad tener ese cristal, sino que la construcción fue hecha solo para lucirlo.
Y es que el cristal templado es un cristal de seguridad, gracias a su proceso y tratamiento térmico, pero un elemento que aporta una sensación de elegancia, estética y comodidad para las personas que lo ven y, por supuesto, para quienes lo disfrutan.
Pero el cristal templado no únicamente puede ser usado como ventana, sino para espacios interiores. Esto se puede ver hoy en día en oficinas vanguardistas y donde los espacios han dejado atrás su diseño tradicional de divisiones.
Ahora las salas de juntas no son esos lugares privados y enigmáticos, sino que se caracterizan por contar simplemente con una especie de divisiones transparentes hechas de cristal templado.
Cabe destacar que el cristal templado es también útil al momento de decorar los interiores con un toque minimalista, pues es dicha sensación cristalina y llena de luz lo que le da ese toque especial.
Los canceles, un toque que hace la diferencia
Hablar de espacios minimalistas se refiere a la totalidad de una construcción. Desde su fachada hasta sus detalles interiores, lo cual incluye uno de los elementos más esenciales: los canceles.
La función de los canceles suele ser la de dar entrada a otro lugar, ya sea un jardín, una oficina o a la regadera. Aunque pueda no parecerlo, contar con canceles cristalinos ofrece una sensación de paz y de tranquilidad. Esto porque la visibilidad de espacios no se rompe de golpe, sino que genera una percepción de mayor amplitud.
Las tendencias suelen marcar épocas y las fachadas minimalistas, así como la decoración de sus interiores, están aquí y parece que se quedarán por mucho tiempo.