Dicen de ellos que son ariscos y traicioneros, pero los que tienen gatos saben que ni una cosa ni la otra. Eso sí, los gatos son muy suyos y no siempre aceptan estar con todo el mundo. Frente a esto, es normal que más de uno se pregunte “¿cómo saber si mi gato me quiere?”. No podemos asegurarte que tu gato te quiera, pero sí podemos asegurarte que si cumple con algunas de estas muestras de cariño, se siente cómodo, seguro y contento contigo.

Los lametazos de un gato

Los gatos se limpian constantemente. Lo cierto es que otra cosa no, pero aseados son muchísimos. Es más, si analizamos el comportamiento de los gatos, es bastante normal que también aseen a sus cachorros. Si tu gato te da lametazos, no hay otra, está lavándote. Esto significa que estás dentro de su círculo.

Mostrar la barriga

Como decíamos, los gatos no se fían de todo el mundo. Son animales que siempre están alerta. Nunca verás a un gato relajado cuando nota peligro. Por lo tanto, el que tu mascota se gire sobre su espalda y te muestre su barriga demuestra una confianza absoluta. ¿El motivo? Que en esta posición son más frágiles y vulnerables. Nunca se pondrían así frente a un enemigo.

El juego de la cola

Los gatos hablan mucho con el movimiento de su cola. Podemos ver si están tristes, contentos o alerta. Además, también podemos ver ciertas muestras de cariño. Si tu gato enreda su cola por tu cara al pasar, puedes estar seguro que está diciéndote que eres un humano agradable para él.

El ronroneo

Seguramente es uno de los signos más evidentes de cariño o aprecio. Un gato sólo ronronea como señal de confianza. Cuidado con esto, pues además de ser una muestra de cariño, también podría indicar que están enfermos o que tienen hambre. Podemos decir, por tanto, que el ronroneo es otra forma de comunicarse con los humanos e incluso podríamos decir que con este sonido se demuestra que los gatos quieren a sus dueños.

Los maullidos

El maullido de un gato también nos dice mucho. Si maúlla en un tono bajo tipo gruñido, seguramente no estará muy contento, pero si al dirigirse a nosotros lo hace con un maullido vivo y agudo, estará saludándonos y diciéndonos cosas bonitas.

Los cabezazos de gato

No todos lo hacen, pero hay muchos gatos que se empeñan en darnos cabezazos todo el tiempo. Esto es una señal inequívoca de que están buscando el afecto de su dueño. Si te busca con el hocico, empujando con cuidado su cabeza hacia ti o frotándose, está, además, marcándonos. Esto tiene una explicación científica. Los gatos cuentan con una concentración de glándulas de control del olor en sus mejillas. Cuando se frotan con nosotros, o con las cosas en general, están marcando una clara posesión.

El parpadeo de un gato

Hemos podido ver que al final se trata de que el gato esté relajado con su dueño. Esa es la mayor muestra de aprecio. En su mirada también podemos percibirlo.

Cuando un gato está viendo algo que le parece amenazante, no parpadeará. Es más, a muchos les pone realmente nerviosos que los miren fijamente. Si tu gato te mira con suavidad e incluso parpadea suavemente, está dándote a entender que eres una persona de su confianza y que no se siente amenazado por ti.