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El Covid-19 ha puesto de manifiesto la relevancia que tiene Internet en nuestro día a día. Miles de empresas se han visto obligadas a iniciar un proceso de transformación digital para el que no estaban preparadas a pesar de que esta dinámica ya se venía alimentando desde hace años.
El comercio electrónico acumula crecimientos en su facturación anual en torno al 20% en cada ejercicio desde que hay registros y el grado de conectividad y acceso a internet entre los ciudadanos es cada vez mayor.
La población ha perdido el miedo a consumir a través de internet y los dispositivos móviles fomentan esa posibilidad. Hoy en día podemos hacer prácticamente de todo con un smartphone, también comprar. Para las empresas, esto supone una gran ventaja, pues les permite la posibilidad de ofrecer sus productos en cualquier momento del día, sin ceñirse a los horarios comerciales.
La venta online como válvula de escape
El confinamiento en España ha sido uno de los más duros a nivel de restricción de movimientos y también de los más prolongados en el tiempo. Esto ha provocado que muchos negocios se hayan visto obligados a cerrar por la caída de los ingresos. Los que se han mantenido en pie lo han hecho en gran medida por la posibilidad de ofrecer productos online.
Durante las primeras semanas de confinamiento, algunos sectores se enfrentaron a un crecimiento exponencial en su canal online de ventas. Hasta los negocios esenciales, como las farmacias o los supermercados, crecieron en sus ventas a través de la red. Otros, por su parte, como la cultura o el turismo, sufrieron el efecto contrario, cancelaciones y suspensión de sus actividades.
Los grandes marketplace se dispararon debido a que la ciudadanía no podía salir de casa salvo desplazamientos excepcionales y aquí es donde muchos emprendedores han visto una posible idea de negocio, el dropshipping.
¿Qué es el dropshipping?
El dropshipping es un modelo de negocio de ecommerce que se basa en vender productos online pero sin tener stock. El emprendedor únicamente monta su tienda online anunciando los productos que sí dispone otro mayorista y el dropshipper únicamente actúa como intermediario entre el proveedor y el cliente final.
Se trata de una fórmula de negocio que no requiere mucha inversión pero que sí implica conocimientos sobre el marketing digital, estudios de mercado suficientes para conocer la competencia y la selección del nicho y un amplio trabajo de posicionamiento y promoción de la web, para que sea atractiva de cara a los clientes.
En internet existen agencias como Oberlo que ofrecen asesoría sobre esta posibilidad, descubre millones de productos que puedes vender en tu tienda de la mano de esta web y profundiza en este negocio, pero no sin antes comprobar cuáles son las posibilidades reales de comenzar a generar ingresos de manera estable.
¿Un negocio basado en el dropshipping o apoyado en esta posibilidad?
El dropshipping, si se inicia desde cero, implica un amplio trabajo de marketing online para promocionar la web en redes sociales, posicionarla bien en los buscadores y asociarla a un espacio web más amplio para trabajar también el posicionamiento web o bien publicitarla en otros medios.
Además, es importante seleccionar un proveedor de confianza y escoger un nicho de mercado que tenga posibilidades. A todo esto se suma tener claro que esta es una carrera de fondos, más que una prueba de velocidad.
La otra opción es apoyarse en el dropshipping, algo a lo que están acudiendo muchos negocios ya establecidos que potencian con esta fórmula sus canales de ventas. No solo no renuncian al ecommerce, sino que amplían su catálogo de productos con esta posibilidad.
Es evidente que el Covid-19 ha supuesto un cambio exponencial en el mundo empresarial y en los negocios. Las empresas, especialmente las pymes, que han sobrevivido al confinamiento y que todavía está por ver si superan la crisis económica que se avecina, han de poner el foco en su transformación digital. Para ello algunas estrategias de Marketing clásicas que siguen funcionando son el email marketing, el posicionamiento en buscadores y generar contenido de calidad, algo que les puede también llevar a probar suerte con el marketing de afiliados.
Crecer en el marketing digital pero sin renunciar al marketing offline
La apuesta por el marketing online es una presente en muchas empresas desde hace años. Esa sí es una vía que han explorado en profundidad y que también forma parte de la transformación digital. Se echan de menos otras cuestiones como el fomento del teletrabajo, pero no tanto estas.
En cualquier caso, este impuso del marketing digital no debe hacernos olvidar que la promoción offline también sigue siendo muy rentable y una de las vías más cómodas es la entrega de productos promocionales personalizados, cada vez de mayor calidad.
Una correcta combinación entre promoción online y offline es clave para garantizar la supervivencia de las empresas mediante la captación de nuevos clientes y la fidelización de los actuales. Con el Covid-19 todavía muy presente en nuestras vidas, muchas empresas necesitan mejorar la relación con sus clientes para continuar adelante.