Claude Parent es uno de los arquitectos modernos franceses más destacados. Es, además, miembro electo de la Académie des Beaux-Arts. Junto con Paul Virilio crea uno de los conceptos de habitalidad más destacados de la arquitectura: la función oblicua. Ha sido profesor en la École spéciale d’architecture en la que ha formado a grandes nombres de la aquitctura contemporána gala, como Jean Nouvel. Sus ideas y trabajos le han convertido en uno de los nombres más importantes del socialismo utópico de la arquitectura moderna.

Parent nació en 1923 en la ciudad parisina de Neuilly-sur-Seine (Francia). Se instruyó en la arquitectura en dos prestigiosos centros educativos franceses: Escuela superior de bellas artes de Toulouse y en la Escuela nacional superior de bellas artes de París, pero no consiguió el diploma. Alos 26 años (1949) trabajó en ele studio de Le Corbusier, donde conoció a Ionel Schein (1927, Rumanía). Claude e Ionel eran conocidos entonces como «los niños de Corbusier». En 1952 los dos jóvenes fundaron un estudio y llevaron a Francia el modernista estilo de bungalow americano al construir «Maison G» a las afueras de París. Sus influencias estaban en la teorías de la Bauhaus, aún poco populares en Francia, el movimiento De Stijl y las ideas que Nicolas Schöffer tenía del constructivismo ruso.


 Finalmente, sus diseños para varios supermercados y gasolineras fueron suficientes para hacer de Claude Parent un respetado arquitecto. Fue también un miembro activo de «Space Group» creado por André Bloc (1896, Argelia) para que los arquitectos y las personas dedicadas a las artes plásticas puedieran trabajar juntos. Parent aspiraba a la integración del arte en la arquitectura y en la  sociedad. Su talentó le permitió trabajar con distintos artistas, como con el propio André Bloc, a quien diseñó una casa hecha de cajas amontonadas. Junto con él creó Villa Bloc.

Junto con Mohsen Foroughi, Heydar GhiaïCon y André Bloc, creó «The House of Iran» en el Cité Universitaire of Paris. Con el pintor Yves Klein (1928, Francia) elaboró el proyecto de una fuente de fuego y agua y en 1969 diseñaron una  escultura aeromagnética llamada «the pneumatic rocket». Otro diseño llamativo fue el de un coche que parecía una gran mosca cuyas patas eran las ruedas.


En la década de los 60 logra un reconocimiento aún mayor gracias a la «arquitectura oblicua». Parent conoció al teórico cultural y urbanista Paul Virilio (1932, Francia) en 1963 y con él nace la teoría de la función oblicua de la arquitectura. Esas ideas son fruto de una visita a los búnkeres alemanes construidos durante la Segunda Guerra Mundial en el Muro Atlántico.

Virilio experimentó una sensación de vértigo al ver uno de los búnkeres hundido en el suelo. Parent investigó los búnkeres que se encontraban medio enterrados por la arena y se admiró por la inclinación del suelo que  hizo planterase si estaba pisando el suelo o la pared. Según Claude Parent, esa era una sensación de espacio que no había vivido antes en ningún otro lugar. Los conceptos de suelo, pared y techo no tenían sentido. Desde entonces, los trabajos de Parent están basados en la inclinación en las que juega con el equilibrio de las cosas.

En 1963 construyó una casa para el empresario Gaston Drusch cerca de  Versalles, Villa Drusch. El edificio estaba inspirado en la Bauhaus y en los búnkeres que vio en el Muro Atlántico y representa un cubo con una inclinación de 45º. Sus complicados ángulos permiten grandes espacios. Además, cuenta con una piscina a la que, gracias a la construcción de la casa, Drusch podía saltar desde la ventana de su dormitorio.


Otro trabajo a destacar es el de Maison Bordeaux le Pecq, que Parent hizo en 1963 para una mecenas de arte, Andrée Bordeaux Le Pecq. Ella misma diseñó la mayor parte del interior del edificio que quería como estudio situado en el campo. Esta construcción está situada en Bis-le-Roy, un pueblo de Normandía. Su techo es una pagoda inclinada y su interior espacioso.

En 1966 Claude Parent se enfrentó al más escandaloso de sus trabajos, la Iglesia de Sainte-Bernadette du Banlay en Nevers, en la que Virilio se negó a participar. El exterior recuerda a uno de los búnkeres nazis y el interior está casi vacío, solamente vestido por unos bancos y unas vidrieras. Este edificio tan polémico es un edificio protegido.

En 1963 Virilio y Parent habían formado el grupo «Architecture Principle» para estudiar la interacción entre urbanismo y arquitectura. Se trataba de trabajar la arquitetura oblicua o la función  oblicua de la arquitectura. Esta teoría supone una nueva forma de ver la relación entre la arquitectura y las personas y su cuerpo y rompe con los conceptos tradicionales de horizontal y vertical para pasar a una arquitectura dinámica que permita a los cuerpos el continuo movimiento. Está convencido de que la arquitectura afecta al estilo de vida de las personas. Su inquietud y sus deseos de  solucionar los obstáculos arquitectónicos le covierte en un icono del socialismo utópico de la arquitectura moderna.

Esa teoría finalmente la plasmaron en un manifiesto en 1970,»Vivir en lo oblicuo». En este libro dejan claro que el término oblicuo no se limita a una forma de hacer edificios, el espacio habitable, sino que también influye en todas las áreas que marcan la vida de las personas del transporte a la economía. No es trata solo de crear viviendas y otras construcciones, la oblicuidad supone un cambio arquitectónico a favor del dinamismo humano y su estilo de vida natural. De esa forma se imaginan una ciudad en la que  carreteras, aparcamientos y los vehículos de motor desaparecerían ya que el transporte ideal es el propio ser humano. La oblicuidad hace que los obstáculos al movimiento desaparezcan y, por tanto, que las personas sean conscientes de que son seres corporales y activos. Así se pasa de la pasividad a la actividad a ser móvil, no ser movido por el contexto arquitectónico y urbanístico. Esto también implica la libertad de decidir el camino que tomar gracias a la eliminación de obstáculos que dirigen nuestro paso.

En 1970 instaló un suelo inclinado en el Pabellón francés de la 35º edición del Bienal de Venecia. En 1986 volvió a ser polémico por participar en el diseño de la central nuclear Cattenom. También se encargó de la central de Chooz, entre otras. Parent explicó que decidió trabajar en centrales nucleares porque en esos momentos para él no había nada más rápido y poderoso que el átomo. Le atraía la idea de dar forma a esa energía. Añade que en esos años se pensaba muy poco en los residuos atómicos.

Su trabajo ha sido reconocido en numerosas ocasiones y en 1970 se le otorgó el premio de Grand prix national de l’architecture. Otros reconocimientos que ha recibido son como Officier de la Légion d’honneur (1990), Commandeur de la Légion d’honneur (2010), miembro de Académie d’architecture y miembro de Académie des beaux-arts (2005).