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En los días tan agitados que tenemos normalmente (más ahora a la vuelta del verano), cada vez se demanda más el poder convertir un espacio de tu hogar en algo tranquilo dónde poder desconectar del mundo que nos rodea. Los rincones de lectura son la forma más apropiada para aprovechar un rincón sin uso de tu hogar y convertirlo en tu refugio para disfrutar del placer de leer una revista, por ejemplo.
Aunque la ubicación del rincón es algo muy importante, la iluminación lo es aún más. Esto será lo que haga que tu lectura sea de 5 minutos o te enganches a leer durante horas. Para adecuar nuestro rincón y convertirlo así en un espacio de paz que nos sirva para evadirnos de la realidad necesitamos una luz adecuada, que sean, al menos, dos fuentes diferentes. De este modo, conseguiremos sacar el máximo partido a nuestro nido tanto de día como de noche.
Aunque se considere que con una pequeña lámpara de mesa, por ejemplo, es suficiente para tener el ambiente bien iluminado, este concepto es totalmente erróneo. Los expertos decoradores tienen la firme opinión de que un ambiente sea perfecto para la lectura debe tener al menos dos fuentes de luz y de estas, una debe ser una fuente de luz natural y la otra artificial, como una lámpara de mesa, de techo, etc…
Además, el color de las paredes, la situación de los muebles o las luces de las bombillas también influyen en la percepción que nos pueda dar un espacio. Dependiendo del tamaño de la habitación donde se vaya a ubicar el lugar de lectura, se debe optar por una u otra distribución de las lámparas y los muebles para que ese lugar te invite a pasar más tiempo allí.
Tradicionalmente, un lugar de lectura implicaba tener un sitio dónde sentarse cómodamente y una fuente de iluminación. Actualmente, la decoración se ha abierto un hueco en este tipo de ambientes y así, ahora, los decoradores más prestigiosos añaden, por ejemplo, estanterías dónde poder colocar tus libros o revistas preferidas o mesas adicionales.
Existen miles de opciones para crear un lugar apropiado para leer, por ello, no debemos dejar que detalles insignificantes nos hagan perder el ánimo de ponernos a ello. No hay excusas cuándo se trata de disfrutar de un rato de intimidad y paz, sentado cómodamente en un sofá, dando alas a la imaginación, creando mundos paralelos a partir de un libro que acaba de caer en nuestras manos.