El shoproom de Guille García-Hoz 

El interiorista y diseñador Guillermo García-Hoz se ha labrado un nombre como creador gracias a su originalidad, la frescura de su propuestas y su personalísima apuesta. Podemos encontrarlas en su estudio y tienda, junto a la de otros autores que ha descubierto.

En el número 43 de la Calle Pelayo, en Chueca, podemos encontrar el shoproom (una fusión de tienda y showroom) en el que este madrileño expone y pone a la venta todas sus creaciones. Únicas, imaginativas, divertidas… Todas su piezas llevan el sello de su autor, que a lo largo de muchos años de experiencia ha desarrollado un estilo característico y original.

Un espacio en el que se combinan estilos (lo moderno con lo clásico, lo trangresor con lo conservador) y donde podemos encontrar cerámica, textiles, bisutería, muebles, decoración, papel pintado… Además de su propia obra, Guille reúne aquí objetos de otras procedencias como mercadillos o incluso la calle, realizando una tarea que él denomina de «basura hunter»: buscar en todas partes objetos y diseños con posibilidades sin descubrir. Marcas y creadores como Bloomingville, Marta Moreno, Adolfo Abejón y Abe The Ape (Abraham Menéndez) también encuentran en este local un espacio para exponerse y comercializarse.

Su especialidad es la cerámica, que procede del Centro de Cerámica de Talavera de la Reina: tazas, platos, teteras, jarras… Pero no se limita a la vajilla, sino que también ha diseñado líneas de joyería, de objetos de decoración y hasta azulejos.

Especialmente distintivo es Oh My Deer Gerardo, la cabeza de un ciervo que tiene agujeros en el lugar de los cuernos para colocar bombillas, flores, ramas o cualquier otra cosa, que guarda la entrada al shoproom y se adorna conforme a la ocasión. Esta pieza, disponible en versión macho y hembra, es el emblema de Guille García-Hoz y su estudio.

Los precios son, por lo general, asequibles, y permiten reinventar la decoración de nuestras habitaciones y oficinas con motivos divertidos y diseños de autor. El propio local es, naturalmente, un ejemplo de decoración innovadora: mezclando objetos de diferentes procedencias, ya sean productos nacionales o traídos de cualquier rincón exótico del mundo, se simulan ambientes y espacios en los que los objetos a la venta se integran creando una estética kitsch increíblemente ecléctica.

Nadie que tenga la oportunidad de pasarse por esta shoproom debería dejarla pasar, pero para aquellos a los que no les sea posible, el estudio de Guille García-Hoz también tiene una tienda online en la que podemos conocer y adquirir los diseños que más nos gusten.

Imágenes: Muud Magazine, Nosy Parker