Si tienes peques de los que preocuparte en casa, te contamos algunas ideas y claves para decorar sus cuartos y conseguir crear un espacio atractivo e inspirador que les ayude a soñar cada día.
Las habitaciones para niños tienen una serie de ventajas y desventajas a la hora de pensar la decoración: por un lado, nos permite mucha más libertad creativa que otras estancias del hogar; pero por otro, los niños crecen muy deprisa y cambian mucho a lo largo de pocos años, por lo que la decoración puede quedarse desfasada en poco tiempo.
Si algo bueno tiene la decoración de los cuartos infantiles, es que es mucho más divertida que la de cualquier otro espacio. Además de buscar una determinada estética, tenemos muchas posibilidades para personalizar la decoración, utilizar elementos o colores vistosos y arriesgados, y crear un espacio que sea algo más que funcional o atractivo: crear todo un universo imaginativo en el que los más pequeños estén a gusto.
La primera clave de la decoración es la personalización: debemos preguntar a nuestros hijos qué les inspira y qué les gusta, para intentar que sus habitaciones sean una extensión de su imaginario y sus intereses. Claro que no tenemos porqué seguir a rajatabla lo que los más pequeños quieran, dado que probablemente sus ideas y sugerencias sean poco prácticas o casi imposibles de materializar: la clave está en hacerles sentir parte del proceso de decisión, para que empiecen a desarrollar su propio estilo y se sientan realmente a gusto en sus cuartos.
[bctt tweet=»Descubre ideas creativas para decorar habitaciones de niños: ¡imaginación (y funcionalidad) al poder!»]
La tematización es una opción con muchas posibilidades: escoger un motivo (elementos marinos, de cuentos infantiles, animales…) y utilizarlo como hilo conductor que armonice y dé algo de coherencia a la decoración, que puede tender a ser un poco caótica. También os animamos a libraros de los estereotipos relativos al sexo de los niños (ya se sabe: rosa y princesas para las niñas, azul y coches para los niños…) y optar por una decoración que no responda a los tradicionales (y limitantes) roles de género, sino a la personalidad individual de cada niño.
En los cuartos de los niños, la explosión de color es algo muy importante: ¿os suena la cromoterapia? Es la relación entre los colores y el estado de ánimo, ya que está demostrado que hasta cierto punto los diferentes tonos influyen psicológicamente en las personas: el azul tranquiliza, el amarillo alegra, el verde energiza… Por eso inundar los cuartos de los niños de colores vívidos y variados contribuye a crear un espacio que desprenda energía positiva y en el que las emociones de nuestros hijos se vean reforzadas.
Quizá la parte más difícil de decorar cuartos infantiles sea conjugar funcionalidad, necesidad y posibilidad: a veces no tenemos espacios muy grandes, o que tienen que ser compartidos por nuestros hijos. Es muy importante dejar a los niños jugar, y por eso hasta las habitaciones más pequeñas tienen que tener un mínimo de espacio despejado destinado a ese fin.
Si nuestros hijos tienen que compartir la estancia, tendremos que echar mano a nuestra imaginación para conseguir aprovechar al máximo el espacio: lo ideal, si las dimensiones del cuarto fueran grandes, sería poder diferenciar hasta cierto punto el lugar que ocupa cada uno (dos camas separadas, dos mesas, dos armarios…) para evitar discusiones y para conseguir que, aunque lo compartan, cada niño tenga una cierta sensación de individualidad.
Claro que si la habitación es pequeña tendremos que priorizar la utilidad práctica e intentar cuadrarlo todo en el espacio del que dispongamos y aún así, como hemos dicho, no abarrotar el cuarto para dejarles sitio donde jugar cómodamente: aquí es donde entran en acción soluciones como las clásicas literas, los muebles multifunción, empotrados o convertibles (nos referimos, por ejemplo, a las camas-armario, las camas-nido o los sofá-cama) o alguna otra idea que ya os dimos en nuestro artículo sobre cómo aprovechar al máximo el espacio en pisos pequeños.
Al final, la clave está en dejar volar nuestra imaginación como si nosotros mismos fuéramos niños, y pasárnoslo bien decorando y diseñando el espacio.¿Os gustan estas ideas? ¿Se os ocurren más que queráis compartir con nosotros? ¡No dudéis en hacérnoslas saber!
