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Se trata de un equipo multidisciplinar de jóvenes artistas con raíces en el graffiti dedicados al arte urbano, social y participativo, que desde sus inicios en el año 2001 han llevado su obra callejera y reivindicativa por el mundo.
Los cinco integrantes de este grupo se conocieron a 15 años pintando las paredes de su barrio, y desde entonces son amigos y compañeros en este proyecto artístico. El nombre que escogieron significa «buena mezcla» en portugués, y es una referencia a la diversidad de formaciones y puntos de vista de cada uno de ellos. Los integrantes son el arquitecto Javier Serrano «Pahg», el ingeniero de caminos Rubén Martín «rDick», el publicista Pablo Purón «Purone» y los licenciados en Bellas Artes Pablo Ferreiro «Arkoh» y Juan Jaume «Derko».
Su primer mural juntos lo realizaron en 2001, y en 2010 inauguraron el Boa Estudio en Madrid. Aunque están basados en la capital, su trabajo les hace viajar continuamente: han llevado a cabo proyectos en Sudáfrica, Noruega, Berlín, Sao Paulo, París, Nueva Delhi y Panamá; así como varias ciudades españolas.
Desarrollan su obra en el espacio público con el objetivo de transformar la calle, crear vínculos entre las personas y mandar mensajes positivos en diferentes lenguas y culturas; respondiendo a lo explican como «una responsabilidad para con la ciudad y el tiempo en el que vivimos».
Han participado con su obra en eventos como la Biennale de Arquitectura de Venezia 2012 y la Bienal del Sur en Panamá 2013; en exposiciones en centros de arte como el Museo Reina Sofía, Museo DA2, CAC Málaga y la Casa Encendida y en proyectos con fundaciones como Telefónica, Antonio Gala, Universidad de Alcalá y DKV seguros.
También han participado en proyectos solidarios con la Fundación Cris contra el Cáncer, ONCE, Oxfam Intermón y Cruz Roja,y actualmente colaboran con la Galería Ponce+Robles en Madrid.
Además, han impartido conferencias y participado en experiencias docentes en universidades como el TEC de Monterrey, Menéndez Pelayo, la Politécnica de Madrid, la Universidad de Sevilla, la Universidad Isthmus de Panamá, la Universidad Autónoma de Querétaro en México y en la ETSAM de Madrid.
Entre sus proyectos nos encontramos causas sociales, como las que llevaron a cabo en Sudáfrica: pintaron la escuela de ciclismo Velokhaya Khayelitsha en Ciudad del Cabo, que además de un centro deportivo es un refugio para cientos de niños de la comunidad que afrontan duras condiciones de vida; y plasmaron una serie de coloridas imágenes a gran escala acompañadas por mensajes inspiradores por las calles de la ciudad para insuflar energía positiva a la gente.
En Zugdidi (Georgia), bajo el nombre «Amor y Vida«, decoraron las paredes de una escuela abandonada en la que viven 15 familias de refugiados con la imagen de dos manos cortadas («arrancadas de su lugar de origen») pero de las que brotan unas hojas de colores y un corazón que simbolizan los conceptos que dan nombre a la obra.
En Sao Paulo desarrollaron su proyecto «Luz nas Vielas«, en el que pintaron las palabras «belleza», «firmeza», «amor», «doçura» y «orgulho» en las callejuelas de la favela Vila Brasilândia acompañados de los habitantes de la zona, especialmente los más pequeños.
También se implicaron con los residentes de El Chorrillo, una barrio de Ciudad de Panamá, en el proyecto «Somos Luz«. Entre todos pintaron este mensaje en el edificio de viviendas Begonia I en el barrio de El Chorrillo, interviniendo tanto en la fachada como en los corredores y los núcleos de las escaleras para llenarlo todo de color.
En España han podido disfrutar de obras suyas ciudades como Zaragoza, Barcelona, Logroño, Córdoba o Palma de Mallorca; pero es sobre todo en Madrid donde más han personalizado las calles con su personal obra. Creaciones como las que decoran el Mercado de la Cebada o el recinto de IFEMA, poesía callejera o murales que surgen de repente en edificios y muros cualesquiera.
El último proyecto de Boa Mistura se llama «Deja que la pasión te lleve» y abarca hasta febrero del año que viene. Les llevará, primero, de la mano de un Renault Clío (patrocinador de la iniciativa) por varias ciudades españolas pintando murales; y después hasta el poblado de Kibera, en Nairobi (Kenia), donde realizarán un proyecto con los fondos que recauden de vender el coche en el que habían viajado por nuestro país.
Esperemos que Boa Mistura siga llenando la ciudades con su energía positiva, su poesía urbana y sus chispazos de colores todavía durante mucho tiempo, para que el mayor número posible de nosotros tengamos la oportunidad de ver cómo puede transformarse la calle con un poco de arte.
