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Diébédo Francis Kéré, arquitecto de profesión, nació en Gando (Burkina Faso) en 1965. El caso de Francis sobresale por su excepcionalidad; las posibilidades de salir de un pequeño pueblo de África y convertirse en arquitecto es más un sueño que una realidad en la actual África.
Pero para él fue posible, comenzó sus estudios en el colegio de Tengodogo, y más tarde aprendió el oficio de carpintero. En 1985 comenzó a trabajar para una ONG alemana, consiguiendo una beca para cursar estudios superiores en Alemania. Aprovechando la oportunidad que se le brindaba terminó por licenciarse como arquitecto en la Technische Universität de Berlin en 2004.
Francis Kéré, un concepto arquitectónico sostenible
Posiblemente lo que hace conocida la obra de este arquitecto a nivel mundial es el enfoque que le otorga a sus proyectos. Para él no todos los países tienen los mismos métodos constructivos, lo que sirve en un lugar no tiene por qué servir en otro.
Defiende la utilización de los materiales tradicionales que se adaptan mejor a las condiciones climáticas y orográficas de cada uno de los lugares donde se lleve a cabo la construcción. Esto se traduce en un ahorro en transporte de materiales y una mejora del entorno.
El tema arquitectónico en África es cuanto menos particular. El continente mezcla dos tipos de construcciones: tradicionales, hechas de adobe y metal, con otras importadas desde el mundo desarrollado, que se traducen en construcciones de grandes proporciones, normalmente no respondiendo a las condiciones climáticas ni físicas del lugar.
Otro de los pilares en los que se asienta su concepto de arquitectura sería el de la participación de la comunidad en el proceso constructivo, Kéré ve la problemática de aplicar este punto, pero a la vez esta convencido de que un proceso constructivo de participación común sería tremendamente enriquecedor, a la par que contribuiría a una mejora notable de las infraestructuras sobre todo en su continente de origen.
La escuela primaria de Gando por Francis Kéré
En su afán de mejorar las infraestructuras y la educación de Burkina Faso, ofreciéndole también la oportunidad a otros niños de realizar sus sueños, en 2004 Francis llevó a cabo con ayuda local el proyecto de la escuela de educación primaria de Gando.
Todo este proyecto se llevó a cabo gracias a la ayuda recolectada por su fundación: Kéré Architecture and Schulbausteine für Gando (puentes para Gando) y la cooperación de toda la comunidad local.
Los materiales utilizados en esta construcción son los típicos de la zona: bloques de arcilla, que ayudan a mejorar el aislamiento térmico y metal corrugado, realizado por los herreros locales.
El complejo comprende varias instalaciones: casas para profesores, zona de deportes, biblioteca y las aulas. La techumbre está realizada en metal corrugado y está dispuesta en voladizo, arrojando sombra sobre la fachada, haciendo que circule el aire y protegiendo contra la lluvia.
Los habitantes de Gando participaron en todo el proceso constructivo, formándoles en diferentes métodos constructivos. Tradicionalmente la arquitectura de África se realiza de modo autónomo con la ayuda del vecindario.
Como su nombre indica, la organización sirve de puente entre África y los países desarrollados, ofreciendo una arquitectura simple y elegante, que se adapta a las necesidades del país.
Esta escuela recibió el precio de Aga Khan en 2004, premio que se otorga a los edificios innovadores construidos en el mundo musulmán.
Otros proyectos de Francis Kéré
El estudio de Kéré está situado en Berlín y ha realizado obras en Europa que han sido aplaudidas por la crítica, recibiendo premios internacionales, sobre todo en el ámbito de arquitectura sostenible. Ejemplos de ello serían: el premio Global Locus de Arquitectura Sostenible 2009 y el Green Planet Architects Award en 2013.
Uno de sus proyectos más aplaudidos sería el Serpentine Pavilion en el Hyde Park de Londres, donde el arquitecto utiliza también sus orígenes para dar vida al conjunto. Se trata de un edificio concebido en forma de árbol, debido a que en Burkina y otras partes de África la gente se reúne en torno a ellos para relacionarse. Trayendo este recurso al mundo desarrollado, crea una estructura con cubierta de acero, que protege de la lluvia y por la que, a la vez, entra luz.
Este proyecto trata de unir al hombre con la naturaleza y a la vez crear un nexo de unión entre las personas.
Otro de sus proyectos que merece especial atención sería la Escuela Secundaria Lycéé Schorge, que cuenta incluso con una clínica dental para el alumnado. Construida en Koudougou, Burkina Faso, es otro ejemplo de utilización local de materiales y cooperación de la comunidad en la construcción.
Ganador del Premio Pritzker en 2022
Francis Kéré marca un cambio de paradigma en la historia de los premios Pritzker, pues es el primer arquitecto africano que actualiza la tradición y reúne dinero para construir por encima de reconocer al que mejor construye pero con unos medios mucho más limitados.
El arquitecto africano de 56 años se ha convertido en una figura de la construcción sostenible mediante los medios que se pueden proporcionar, dejando de lado la tecnología en caso de que los recursos de la zona sean más limitados, pues no quiere destacar por sus modernas infraestructuras, si no por construir con la adaptación a los medios locales, siendo la esperanza de muchas personas que no pueden permitirse una arquitectura contemporánea y con las últimas tecnologías.
Hasta el siglo pasado, eran los propios ciudadanos los que construían las viviendas, espacios de culto, e incluso, los lugares y monumentos que hoy en día se consideran históricos. En la actualidad, destacan los promotores que no han sido inversores, pues se ha aceptado que estas personas prefieran que su cuenta bancaria sea excelente mucho antes de ayudar a una población cambiando su suerte.
En el caso del ganador del Pritzker este último año, esto no ha sido así, pues ha preferido ayudar a la población consiguiendo adaptar las viviendas para cada uno de ellos, antes que centrarse tan solo en ganar dinero; por lo que ha conseguido dar una vuelta a la sociedad, siendo un gran referente en buena parte del mundo.
Como el Pritzker ha mencionado en diferentes ocasiones, para él “la arquitectura es un reto, una vía para solucionar problemas y aportar algo a la sociedad”. Por supuesto que sí, llevaba razón cuando dijo esas palabras, pues ha conseguido que su arquitectura involucre a la sociedad y consiga abandonar el egocentrismo.
Actualizado el 16 de marzo de 2022
Imágenes: wikiarquitectura, archdaily, plataformaarquitectura, metalocus, area-arch.it, KereArchitecture, PixaBay