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A las 19:00h del 17 de junio Roca Madrid Gallery levantaba los estores de su escaparate para revelar su nuevo proyecto creativo de escaparatismo en la calle José Abascal 57 de Madrid y presentarlo de la mano del diseñador y escenógrafo del proyecto, Carlos Brayda, el director comercial Juan José Álvarez, ambos del Grupo Eventix y Elisa Martínez, Roca Madrid Gallery Manager.
Entre aplausos se recibió este nuevo proyecto que tiene como motor la curiosidad, un sentimiento que ha impulsado a la humanidad a la hora de crear e investigar el mundo que nos rodea. El escaparate te transporta al espacio, ese rincón del universo que se lleva explorando a lo largo de toda la historia de la humanidad, pero del que sin duda aún quedan muchas cosas por descubrir.
Uno de esos avances en la investigación del universo fue el aterrizaje del hombre a la Luna, y es precisamente este satélite el que ha servido de inspiración para el suelo del escaparate, que es la primera vez que se incorpora como parte artística del proyecto ya que, en palabras de Juan José, «da continuidad a la creatividad y sentido a la obra».
El escaparate consta de tres puntos principales: el suelo, un gran ovni en una de las esquinas y un robot exploratorio. Carlos explicó en la presentación que «en el momento en el que Roca Madrid Gallery nos contactó por tercera vez para hacer un escaparate, justo se había lanzado el robot Curiosity a Marte, un hito de la exploración espacial, y me pareció muy interesante hilar esa investigación espacial con Roca que apuesta por la innovación, no solo por la exploración en el diseño, sino también por la optimización de recursos».
Este robot está formado por una estructura base de hierro, que hace las veces de chasis del robot, y madera, que como contó Juan José «todo el hierro que hemos utilizado es reciclado así como la madera», siendo más del 50% de los materiales reciclados. Para construir las ruedas se han utilizado rociadores de techo redondos, otros son cuadrados y sirven para revestir el cuerpo del robot y también se han utilizado numerosos grifos y alcachofas de ducha que simulan todas las antenas y cableado del robot.
En cuanto al ovni, la inspiración para su diseño parte del imaginario colectivo, darle una forma ovalada, plateada y con luz hace que sea fácilmente reconocible. Se encuentra en la esquina izquierda del escaparate y como explicó Juan José «hemos colocado espejos para dar profundidad, de manera que se pudiera apreciar el ovni no como un ángulo sino como un objeto de 360º». Consta de rociadores redondos colocados en el borde del ovni así como también lavabos redondos en blanco y grifos que simulan el cableado del ovni. A la hora de diseñar, Carlos vio «una fotografía del robot y empezar a esbozarlo pensando en qué productos pueden encajar», pero también le ayudó haber trabajado en el diseño de otros escaparates como «el coche» y «los barcos» a saber de qué productos Roca disponía.
En cuanto a las dimensiones de la pieza, este último elemento mide 6m de largo por 3,60m alto aproximadamente, los espejos que lo rodean son de 5m de alto y el robot 2,70m de alto y 2,10m ancho. En cuanto al peso, el ovni está alrededor de los 450kg, debido a que contiene un esqueleto de hierro para poder sujetar toda la estructura.
El proyecto lo ha desarrollado un equipo de 6 o 7 personas, y en cuanto a cómo ha sido el proceso, «ha llevado realizarlo 1 año y medio, que ha pasado por tener la idea, llegar a un diseño definitivo y después crear planos técnicos. Tener los diseños es muy importante pero también es vital hacer de esos diseños una realidad, pero somos un equipo y hemos trabajado bien» contó Juan José. También explicó que primero hicieron un premontaje con el fin de asegurarse de que el resultado sería el que tenían en mente, y posteriormente se desmontaba para poder ensamblarlo en el escaparate.
El resultado ha sido un escaparate muy original que representa los valores de innovación, diseño, arquitectura y sostenibilidad de Roca a la perfección, así como la puesta en marcha de nuevo de los proyectos de escaparatismo que por la pandemia de Covid-19 se habían pausado. De esta forma, Roca Madrid Gallery quiere seguir mostrando su compromiso social y apoyo a la creatividad acercando el arte y diseño a la ciudadanía, algo que lleva haciendo desde su llegada a Madrid en 2011.