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Richard George Rogers nació en Florencia el 23 de julio de 1933, aunque su vida transcurrió en Gran Bretaña a raíz de que él y su familia se mudaran allí en 1939, durante la Segunda Guerra Mundial. Se retiró del ejercicio en septiembre de 2020 después de más de 40 años de trabajo.
Sus primeros años académicos estuvieron marcados por la dislexia, que por aquel entonces, no estaba reconocida y era llamado «estúpido» por ello. Con 18 años hizo el servicio militar, y como sabía hablar italiano debido a sus raíces, fue destinado a Trieste, en Italia.
Durante ese periodo, fue acercándose a la arquitectura porque su primo italiano Ernesto Nathan Rogers (BBPR), que era arquitecto, le concedió trabajo cuando quiso. Una vez terminó el servicio, su objetivo fue estudiar en la escuela de arquitectura «Asociación de Arquitectura«, donde le concedieron plaza a pesar de sus calificaciones académicas. Mientras él estudiaba, conoció a la que fue su compañera y primera mujer, Su Brumwell. Se casaron en 1960 y después de trasladaron a Estados Unidos, donde Rogers comenzaría a estudiar Arquitectura en la Universidad de Yale.
Al poco tiempo de graduarse, formó junto a Norman Foster (que conoció en Yale), Su Brumwell y Wendy Cheeseman el Equipo 4 o Team 4 en 1963. Su primer proyecto fue la casa Creek Vean (1963-1966), vivienda de los padres de Brumwell y situada en Feock, Cornwall, encima de una colina y con una superficie de 350 metros cuadrados. El trabajo que hicieron en conjunto fue un hito para la arquitectura británica, y aún más beneficioso para Rogers y Foster ya que les posicionó como los referentes de la alta tecnología británica.
Casa Rogers, Londres 1968-1969
Esta casa londinense fue un encargo de los padres del arquitecto, y también uno de los proyectos más famosos de su carrera, que apenas acababa de empezar. La voluntad de sus padres fue que, además de su residencia, la casa también fuera un espacio en el que su padre (dentista) pudiera pasar consulta y en el que poder alojar el taller de cerámica de su madre.
A pesar de que fuera un proyecto de vivienda, se ha convertido en una de las piezas arquitectónicas más importantes del siglo XX. Ubicada en Wimbledon, a la casa también se le conoce con el nombre de “22 Parkside” y fue diseñada entre Rogers y Brumwell, en un estilo modernista.
En ella se puede apreciar los comienzos del que posteriormente definiría como estilo “Bowellism”, esto es no queriendo ocultar elementos de la estructura de la vivienda como las vigas, que se situaron a modo de marco de acero y además se pintaron de amarillo intenso, haciéndolas destacar aún más.
Su estética recuerda a la Glass House de Philip Johnson o la Casa Farnsworth de Mies van der Rohe, ya que todas ellas están dotadas de una gran iluminación natural proporcionada por los ventanales de vidrio. En la Casa Rogers, se combinan con paredes hechas de materiales pre-fabricados, entre los que se incluye el neopreno que, en aquellos años, era un material innovador.
Después de cuatro años trabajando en el Team 4 y con John Young y Laurie Abbott, comenzó a colaborar con el arquitecto Renzo Piano. En una entrevista con The Guardian en 2017, dijo de él que «es mi amigo más cercano, prácticamente mi hermano. Como solíamos decir, somos los chicos malos». Este proyecto en común fue crucial para ambos ya que les llevaría a ganar la competición de diseño del famoso Centro Pompidou en 1971, junto con el arquitecto Gianfranco Franchini y el ingeniero Peter Rice.
Centro Pompidou de París, 1971-1977
El tándem Rogers-Piano acaparó la atención de muchos debido al estilo «Bowellism» que dotaron a este centro, esto es, mostrar las entrañas del mismo en la fachada. Es considerado un punto de inflexión en el diseño de museos, aunque en un principio muchas de las opiniones que suscitó no fueran favorables. Además, debe considerarse el edificio dentro del contexto urbanístico de uno de los distritos más antiguos de París, el Beaubourg, teniendo una estética industrial que poco se asemeja a las edificaciones parisinas de alrededor.
El museo estaba construido con el fin de albergar cultura no solo en el interior del edificio, sino también hacia fuera del mismo. Ambos arquitectos tenían como voluntad destruir la percepción elitista de los museos, que la cultura estuviera al servicio de las masas, y la arquitectura robótica del edificio, demuestra una voluntad de poner el edificio al servicio del arte.
Diseñaron un museo en el que las diez plantas pudieran adaptarse a las necesidades de las exposiciones, y para lograrlo, expulsaron a la fachada todos los conductos de circulación. Además, para identificarlos, asignaron a cada circuito un color: azul para el aire acondicionado, verde para las tuberías y canaletas del agua, amarillo para el circuito eléctrico y el rojo para escaleras mecánicas (la «oruga») y ascensores que permitieran la circulación de las personas, convirtiéndose este último en un icono del museo. Así, también cumplían otra visión: «la cultura debe ser divertida» según Rogers.
Justo en el año que se finalizó este proyecto, decide abrir su estudio de arquitectura: Richard Rogers Partnership, que desde 2007 lleva el nombre de Rogers Stirk Harbor + Partners y cuenta actualmente con sedes en varias ciudades: Londres, París, Shanghai y Sidney.
Edificio Lloyd de Londres 1978-1986
Para este proyecto, situado en la Lime Street, en el distrito financiero de Londres, Rogers utilizó de nuevo el estilo Bowellism. Como el Centro Pompidou, esta construcción tuvo opiniones favorables y otras no tanto, además de ser un centro construido hacia fuera, cumpliendo así una de las máximas que pedían desde la compañía: que el trabajo de mantenimiento del edificio pudiera hacerse al mismo tiempo que se podía seguir con la actividad habitual de los trabajadores.
Es por ello que también decidió diferenciar los espacios de trabajo de servicios básicos como los aseos o escaleras y ascensores, situándolos fuera de ese eje rectangular del que parten las galerías que alojan las mesas de trabajo.
Siguiendo con la idea de poner el edificio al servicio de quien lo use, la estructura principal está hecha de hormigón armado y acero, y diseñada de forma que pueda expandirse verticalmente si se quisiera. Además, este eje central contiene un gran atrio al que le proporciona luz una bóveda de cristal, que corona el edificio.
En el caso de las seis torres, que es lo que se ve a primera vista, están estructuradas a partir de tres elementos prefabricados: pilares, vigas y losas. Este edificio, apodado como «La Catedral mecánica» es uno de los edificios de referencia en la arquitectura británica de alta tecnología.
Inmos Microprocessor Factory, Newport 1982-1987
Richard Rogers diseñó este edificio con el fin de que su construcción estuviera acabada en un año. Se trata de una fábrica en la que se realiza un trabajo minucioso, el ensamblaje de microprocesadores, y por ello se centró en crear en el interior del edificio un espacio despejado para los trabajadores, sacando de nuevo hacia fuera todos los servicios técnicos del edificio y situándolos encima del núcleo central del edificio, ideado como si de una calle principal se tratase. Esta permite separar las dos alas del edificio: el espacio de oficinas y el que contiene el trabajo de fábrica.
Además quiso que no tuvieran columnas en su interior, por lo que fueron previamente fabricados y sujetados a la estructura central a través cables que nacen de una estructura de acero, todo ello en azul claro.
Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, Francia 1991-1995
Está ubicado próximo al Palacio de Europa y al Parlamento Europeo, todos ellos en la ciudad de Estrasburgo. El proyecto que diseñó Richard Rogers en 1989 y que contó con Ove Arup & Partners como ingenieros, se encuentra en las orillas del río Ill y cuenta con espacios dedicados a jardines.
La construcción se compone de dos edificios circulares, que albergan el Tribunal y La Comisión, con un hall de entrada acristalado con tres alturas que los conecta, y tras estas estructuras, se sitúa una prolongación de estas a modo de «cola«, en cuyo interior se sitúan las cámaras de los jueces y diversas oficinas. Justo en 1991, cuando empezó a construirse el proyecto, se le otorgó al arquitecto el título de Barón Rogers de Riverside.
Millennium Dome, London 1996-1999
Conocido como el O2 Arena desde 2005 y situado a las orillas del río Támesis, fue inaugurado el 1 de enero del año 2000 con motivo (y para su uso) de la exposición del milenio.
Desde que terminara el 31 de diciembre de ese año, el espacio se quiso destinar a grandes exposiciones, aunque esto no funcionó y realmente se ha usado para distintos acontecimientos; en los Juegos Olímpicos de 2012, albergó las competiciones de gimnasia rítmica, y en los Juegos Paralímpicos también de ese año, es allí donde se llevaron a cabo las competiciones de baloncesto en silla de ruedas.
Se trata de un proyecto con una estructura sin igual: doce columnas de acero pintado en amarillo, con una altura de 100 metros cada una que soportan los cables de acero de alta resistencia diseñados para sujetar una tela de teflón y otra de fibra de vidrio desde el agujero interior, que alberga el pozo de ventilación del espacio.
Con una base de 365 metros de diámetro y fabricada en hormigón armado, la construcción cuenta con 100.000m2 de superficie cubierta. Existe una explicación a que el número de torres escogidas sean doce: representan las horas del día así como los meses del año, y la inspiración de la cúpula es nada menos que el cielo.
Terminal T4, Aeropuerto Adolfo Suarez de Madrid 1997-2006
Los colores llamativos, tan presentes en todos los edificios de la carrera del arquitecto, tampoco podían faltar en la Terminal 4 del aeropuerto Adolfo Suárez de Madrid, que diseñó junto a Antonio Lamela. Como es habitual en la obra del arquitecto, el diseño del proyecto hace posible una expansión futura del mismo si así se desea.
Rogers se convirtió en un experto a la hora de dotar a la estructura de los edificios de vida y alegría sin mermar su funcionalidad, y no solo a través del color.
Para este proyecto, se inspiró en el vuelo de los aviones, que se ve reflejado en las ondas de bambú del techo de la terminal, incluyendo el color en las estructuras que lo soportan. A lo largo de los 1.2 kilómetros de la terminal, asigna a cada soporte un tono distinto de rosa, rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado, en ese orden, para formar así un arcoíris visible tanto por fuera como por dentro del edificio y distinguir las distintas zonas de la terminal.
A la iluminación también se le dio gran importancia, ya que Rogers huía del diseño habitual de los aeropuertos, que no cuentan con mucha iluminación natural. Por ello, cada uno de los módulos del techo cuenta con un cañón que proporciona luz natural, así como también la proporciona la gran cristalera que compone la separación de la pista y la terminal.
También diseñó un edificio satélite, que está conectado a la terminal a través de un tren subterráneo, con el fin de acoger los vuelos internacionales que, a diferencia de los de la T4, no se incluyen en el espacio Schengen, además de contener el control aduanero. Este excelente diseño ganó en 2006 el premio RIBA Stirling y el Internacional RIBA European Awards, e hizo ganar al arquitecto el premio Pritzker en 2007.
El Senedd, Cardiff, Gales 1998-2005
«El Senedd» es el nombre que se le otorga al Parlamento galés, antes conocido como la Asamblea Nacional de Gales, un edificio que alberga tanto la Cámara de Debates como espacios abiertos y diseñados para el público. Con el edificio se quieren transmitir los valores democráticos de apertura y participación, que encaja a la perfección con la voluntad arquitectónica de Rogers, y también conseguir que sirva de referencia a la hora de construir espacios sostenibles.
El edificio se compone del Salón Principal y la Cámara de Debates del parlamento; esta última constituye el núcleo del edificio, ya que se trata de un gran espacio circular con capacidad para los 60 diputados y con un techo en forma de campana que parece el punto del que nace la cubierta exterior del edificio a la que está conectada. Además, en un nivel superior a esta se encuentra un observatorio por el que se puede ver la cámara gracias a una cristalera, situada en ese eje central.
Todo ello se encuentra por debajo del Salón Principal, dedicado al público y diseñado a dos niveles con paredes de vidrio, que proporcionan una gran cantidad de luz natural al interior. Sobre él reposa la cubierta del edificio, ligeramente cóncava y que contiene ondulaciones convexas que determinan los diferentes espacios del edificio. El edificio está construido con materiales procedentes de Gales, como el roble o la pizarra utilizada para construir la base del edificio, que también constituye el entorno exterior.
Maggie’s Centre, Charing Cross Hospital, London 2001-2008
Este centro, que recibió en 2009 el premio RIBA Stirling, forma parte del Hospital Charing Cross de Hammersmith con una extensión de 370 metros cuadrados y cuenta con una planta y media.
El proyecto fue diseñado bajo el nuevo nombre del estudio del arquitecto, Rogers Stirk Harbour + Partners, y con fin de que las personas enfermas de cáncer pudieran afrontar esta enfermedad de una forma más llevadera, por lo que cuenta con elementos que tratan de animar como pequeños patios, la luz natural que accede al interior y está rodeado por árboles.
Pero sin duda lo más característico de este centro son las paredes en color teja (inspiración de la arquitectura de Luis Barragán) y la cubierta flotante que nace del centro del complejo y que da la sensación de estar abierto.
Centro Comercial las Arenas, Barcelona 2005-2011
Junto con el estudio de arquitectura Alonso y Balaguer, Richard Rogers diseñó este centro comercial en la antigua plaza de toros neomúdejar de Las Arenas, construida en 1899 por el arquitecto August Font i Carreras. Como se puede contemplar a primera vista, los arquitectos conservaron la fachada de la plaza de toros para dar constancia de su pasado, y los elementos que integraron en el edificio, complementan su estética, como son las escaleras o el techo, con 92m de diámetro y que contiene piezas transparentes que hacen posible la entrada de luz natural al centro. Cuenta con 6 plantas y 4 subterráneas en las que alberga parkings, establecimientos comerciales, 12 salas de cine, un Museo del Rock, una pista de footing, un auditórium y un mirador.
El arquitecto entiende la arquitectura como una «responsabilidad social y política» y durante su carrera, reflexionó en cómo se usaban las ciudades. Es por ello que estuvo involucrado en proyectos de urbanismo como el Grupo de trabajo Urbano o Urban Task Force de 1998, en el que se elaboró el documento «Towards an Urban Renaissance», una guía para renovar el urbanismo de pueblos y ciudades del país y frenar su deterioro.