Estos materiales se posicionan como los más ventajosos a la hora de cubrir superficies al aire libre

Además de dar un aspecto muy artesanal y ser ideales para diseños rústicos, estos materiales tienen muchas ventajas. Las baldosas de barro o terracota son resistentes, tienen fácil mantenimiento, una gran durabilidad, y son además muy versátiles entre otras muchas características.

Precisamente esta versatilidad hace que puedan utilizarse tanto en el exterior como en salas de estar, dormitorios, cocinas, baños, o cualquier otra estancia. También se puede emparejar con la piedra, madera u otros materiales, pero al final, el límite suele ser la imaginación. Hay que añadir también el hecho de que son elementos naturales y por tanto ecológicos. No es necesario resaltar la importancia hoy en día de construir de forma sostenible.

Un claro ejemplo en este sentido es Terrasmalt una fábrica de cerámica artesanal que fabrica azulejos y pavimentos hechos a mano. Sus artesanos crean piezas únicas que dan un valor añadido al diseño del hogar. De origen y tradición familiar, esta empresa mantiene una técnica artesanal para la elaboración de todas las piezas. De esta forma, los colores y los diseños son exclusivos, además usan cáscara de almendra y hueso de aceituna como materia prima combustible.

Ventajas de estos materiales naturales: barro y terracota

Aparte de ser respetuosos con el medio ambiente, decorar con barro o terracota tiene otros muchos beneficios. En primer lugar, son una inversión a futuro, ya que, son un clásico, se trata de materiales naturales que resultan ser atemporales. Esto quiere decir que no se vuelven nunca obsoletos o están a merced de las tendencias de decoración.

Tanto el barro como la terracota son fáciles de reparar. Aunque son robustas, pueden ocurrir daños. Cuando esto sucede, su reparación es muy sencilla: basta con retirar las partes estropeadas, limpiarlas y volver a colocarlas en su sitio. A esto hay que sumarle la flexibilidad de diseños y tamaños que permiten infinidad de combinaciones.

Si se trata de durabilidad y fuerza, estos materiales son claros ganadores. En términos de longevidad, hay innumerables pruebas de ello a lo largo de la historia de la humanidad. Son materiales resistentes a los rayos solares, a golpes y cambios de temperatura y también son antideslizantes. Por este motivo son ideales para escaleras, rampas, y superficies muy transitadas.

Hay que añadir una última ventaja y es su fácil mantenimiento. De hecho, no requieren ningún mantenimiento especial y permiten una limpieza muy fácil.