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El Simbolismo es una tendencia artística que utiliza la simbología como medio de expresión. Surgió en Francia en las postrimerías del siglo XIX y se extendió al siglo XX, se dio a conocer primero en la Literatura, pero muy pronto influenció el teatro, la pintura y otras ramas del arte.
La búsqueda de sosiego espiritual, el hastío ante la problemática imperante en todos los ámbitos: sociales, económicos, políticos e intelectuales; fueron el caldo de cultivo para el surgimiento del simbolismo. En un manifiesto literario publicado en 1885, Jean Moréas definió este nuevo estilo como «enemigo de la enseñanza, la declamación, la falsa sensibilidad y la descripción objetiva».
En franca oposición a los movimientos imperantes: naturalismo, impresionismo, idealismo y naturalismo académico; el simbolismo rechaza el uso del arte para representar lo cotidiano.
Características del Simbolismo
Con un marcado espíritu antiburgués un erotismo descarriado y ocasionalmente perverso, y un rechazo sistemático hacia lo material; el simbolismo encierra una protesta social, un repudio patente de la sociedad moderna y un notable irracionalismo. Sus características así lo definen:
- Plantea un arte emocional, por eso rechaza de plano su uso para representar la realidad de la vida, carente de sueños y espiritualidad.
- Representó un mundo onírico, lleno de figuras misteriosas tomadas de relatos bíblicos, mitología griega y otra serie de criaturas y relatos fantásticos.
- Los temas elegidos fueron principalmente el amor, el miedo, la muerte, el despertar sexual, las mujeres, la decadencia y el libertinaje.
- Se desenvuelve en un mundo oscuro, mórbido y perverso; no obstante, pletórico de color y significado.
- Emplean símbolos – objetos para representar ideas abstractas como, por ejemplo, la muerte.
- Usa un lenguaje sutilmente simbólico en todas las disciplinas artísticas que lo adoptaron.
- Algunos artistas oscurecen el significado de sus obras para que el espectador las interprete según sus puntos de vista.
- La espiritualidad se manifiesta por encima de lo material, llegando incluso a fusionar lo humano con lo divino.
- Exalta la fantasía y la subjetividad por encima de la objetividad. El artista impone sus pensamientos y estados de ánimo, transformando la realidad en solo un símbolo.
- El simbolismo permite al artista volcar su mundo interior, su experiencia emocional individual. Por esto no tiene un estilo unitario.
- No tuvo un estilo formal específico, porque era tremendamente ecléctico y trascendió las fronteras que pretenden delimitarlo.
- El internacionalismo del simbolismo desafía la trayectoria histórica del arte moderno por la aceptación que tuvo tanto en Europa como fuera de ella.
Inicios del Simbolismo
Esta corriente artística se materializo primero en la escritura artística y recreativa; poemas, novelas, cuentos y ensayos, se nutrieron de él, para producir reacciones espirituales y emocionales en los lectores.
Gradualmente se trasladó a otras disciplinas del arte pintura, música, teatro y escultura sintieron la presencia del simbolismo para cambiar sus preceptos. Demos un recorrido ameno por las sendas del arte donde se plasmó su influencia.
Simbolismo en la Literatura y el Teatro
El paso del simbolismo por la literatura se evidencia en cambios significativos que todavía perduran. En su afán por liberar a la poesía de las formalidades limitantes que la dominaban, Los simbolistas usaron un lenguaje artístico definido por la sinestesia, las metáforas y todo tipo de imágenes subjetivas.
La animosidad del poeta se volcó en su lírica y el verso libre apareció para quedarse. La realidad inexpresable de los simbolistas se manifestó, en el cúmulo de emociones que crean una experiencia sensorial única en sus creaciones literarias.
Las características de esta literatura resultante son:
- Uso recurrente de símbolos y abstracción para transmitir emociones a los lectores.
- Describe las sensaciones fugaces e inmediatas de la vida y la experiencia interior del hombre.
- Comunica el misterio subyacente de la existencia con el uso libre y muy personal del lenguaje figurativo.
- Libera la poesía de las técnicas de versificación e impone el verso libre.
- La poesía es evocación no descripción, la realidad es distinta de acuerdo con quien la analiza; por eso no existe un punto de vista único.
- La belleza está en todos los aspectos de la vida: la muerte, el dolor, lo siniestro, la desolación; todo es bello a su manera.
- Mediante la simbología la literatura expresó las sublimes intuiciones e impresiones de la vida interior del hombre.
Precursores del simbolismo literario y sus obras
Los escritores y dramaturgos franceses fueron los primeros en implementar el simbolismo en su obra, más tarde se sumaron autores de Rusia, Inglaterra, Estados Unidos y otros países. Los principales son:
Charles Baudelaire (1821-1867)
Nacido en Francia en 1821 es considerado el más influyente de los simbolistas. Su colección de poemas Les fleurs du mal (Flores del mal) se publicó en 1857. Los mundos oscuros que exploran el mal y el cansancio existencial, se expresan en este poemario a través de imágenes sinestésicas, metáforas y personificación.
Según los críticos, los temas del poemario son variaciones de un mismo tema: el mal, hastío existencial, lo obsceno y grotesco, misticismo, amor, erotismo, la mujer frívola, la muerte y la soledad. Por su contenido, algunos de los poemas fueron censurados, al ser considerados una ofensa contra la moral pública.
La obra de Baudelaire es la base estructural del simbolismo francés y su influencia ha perdurado en el tiempo hasta hoy. Veamos un extracto de su obra correspondiente a tres estrofas de un poema, ubicado en la primera parte del libro:
Bendición
El Poeta aparece en este mundo hastiado
Su madre espantada y llena de blasfemias
Crispa sus puños hacia Dios, que de ella se apiada:
— ¡Ah! ¡no haber parido todo un nudo de víboras,
¡Antes que amamantar esta irrisión!
¡Maldita sea la noche de placeres efímeros
¡En que mi vientre concibió mi expiación!
Puesto que tú me has escogido entre todas las mujeres
Para ser el asco de mí (sic) triste marido,
Y como yo no puedo arrojar a las llamas,
Como una esquela de amor, este monstruo esmirriado.
Paul Verlaine (1844-1896)
Paul Verlaine nació el 30 de marzo de 1844 en Metz, Francia. Fue uno de los principales fundadores del movimiento simbolista. Su obra maestra, Canciones sin palabras, se publicó en 1874. En ese momento Verlaine estaba encarcelado por haber herido de bala al poeta Rimbaud.
Entre sus obras destacan también Arte poético y su libro Los poetas malditos, formado con ensayos sobre la vida y obra de seis poetas de su tiempo.
Jean Nicolás Arthur Rimbaud (1854-1891)
Rimbaud nació el 20 de octubre de 1854 en Charleville, Francia. Poeta fundador del simbolismo que ejerció una gran influencia en la poesía moderna. Su obra poética está llena de simbolismos alegóricos a la muerte, el paisaje, la soledad y otros temas que hablan del conflicto existencial del hombre.
Su colección de poemas en prosa titulada Iluminaciones, se considera una obra maestra de la poesía simbolista. Rimbaud dejó el manuscrito en manos de Verlaine quien lo publicó en 1873 y posiblemente él nunca se enteró.
Otras de sus obras fueron, Una temporada en el infierno, Un corazón bajo la sotana, Un adelanto del fin del mundo, Poesías completas. Su influencia en la literatura moderna, la música y el arte es amplia e incluye a poetas posteriores. Algunos artistas que muestran una influencia de Rimbaud son André Bretón, Henry Miller, Anaïs Nin y William S. Burroughs.
Stéphane Mallarmé (1842-1898)
Mallarmé nació en Paris, Francia; bajo la influencia de Baudelaire desarrolló los principios literarios del simbolismo. Su arte influyó en la poesía de los siglos XIX y XX y su enfoque sobre una poesía libre de toda función práctica, aún es relevante.
El tema de la muerte y la soledad es evidente en su poesía, quizás porque desde temprana edad estuvo en contacto con ellas. Su madre murió cuando él tenía cinco años, y un poco más tarde, también murieron su padre y su hermana.
El término “poesía pura” era familiar para Mallarmé por sus antecedentes como estudioso de la obra de Wagner y Baudelaire. La armonía de palabras en su poesía, constituyen una música verbal que no se sujeta a las normas convencionales del verso y la retórica.
Brisa Marina, Herodías, La siesta de un fauno, Los dioses antiguos y Álbum de versos y prosa son algunas de sus obras.
Aleksandr Blok (1880-1921)
Nació en San Petersburgo, Rusia. Aleksandr (Aleksandrovich) Blok es considerado el mayor poeta del movimiento simbolista ruso. El poema épico Los doce constituye su obra maestra simbolista.
Sus preferencias literarias fueron influenciadas por los poetas rusos Aleksandr Pushkin y Vladimir Solovyov. El gozo imprevisto, La máscara de nieve, La tierra en la nieve, Las horas de noche; son otras de sus obras.
Maurice Maeterlinck (1862-1949)
Maurice Maeterlinck fue el principal dramaturgo del movimiento simbolista y el mayor dramaturgo belga de los siglos XIX y XX. Nació en Gante, Bélgica. Estudió leyes en la Universidad de Gante, Flandes y fue admitido en el colegio de abogados.
En 1889 dejó su profesión y se dedicó a la escritura. Tras conocer en Paris a varios escritores simbolistas, escribió su primera obra de teatro, La princesa Maleine que fue un éxito total. Escribió varias obras posteriormente, entre ellas Pelléas y Melisandre, obra más representativa del teatro simbolista.
La pieza teatral El pájaro azul que escribió en la década de 1900, Se estrenó en Moscú en 1908, con la dirección de Stanislavsky. Se convirtió en un éxito internacional con más de cinco adaptaciones cinematográficas y un libro infantil. En 1911 Maeterlinck fue el ganador del premio Nobel de Literatura.
El simbolismo en la pintura
Lo simbolistas del s XIX no pertenecían a una escuela en particular, trabajaban en forma independiente con diferentes objetivos estéticos. Sin embargo, estaban unidos por un sentimiento de pesimismo y agotamiento ante la decadencia del sistema social que los rodeaba.
Su forma de escapar de la realidad asfixiante fue mediante el uso de imágenes mitológicas y oníricas. Así expresaron sus sueños y visiones personales oscuras y ambiguas. Se evidencia en sus composiciones una preferencia casi universal por los trazos amplios y las formas geométricas casi perfectas.
Pintores sobresalientes y sus obras
Pierre Puvis de Chavannes (1824-1898)
Pierre Cécile Puvis de Chavannes nació en Lyon; se le considera un precursor del simbolismo en las artes plásticas. Decoró edificios públicos en Francia y en Estados Unidos, donde pintó frescos y realizó murales con cierto academicismo y un simbolismo simplificado.
La mitología, la historia y la literatura; fueron fuentes de inspiración para este artista, que, por el libre uso del color y las formas, se ganó la admiración de grandes maestros como Gauguin y Picasso.
Los temas alegóricos y universales, las figuras atemporales y un marcado rechazo del modelado y la perspectiva tradicional, enfatizan el carácter visionario de su obra. Sus representaciones están llenas de serenidad, misticismo y quietud. Algunas de sus obras son: La esperanza, El pobre pescador, La paloma, El sueño.
La esperanza es una de sus obras más relevantes, la influencia de la guerra en el ánimo del pintor, se trasluce en este cuadro, donde se representa a una joven sentada en un túmulo, en un paisaje desolado con tumbas improvisadas, que evocan el conflicto. Pero una rama de olivo en su mano y la claridad del alba detrás de las colinas, se evidencian como símbolo de la llegada de un tiempo mejor.
El sueño, otra de sus pinturas simbolistas y atemporales bajo la luz de la luna y en un sitio desolado, una mujer duerme mientras las figuras alegóricas de Amor, Gloria y Riqueza, esparcen sobre ella sus dones. La serenidad fuera del tiempo y el espacio de esta obra, le otorgan un carácter casi místico.
En todos los tiempos, estas han sido las figuras simbólicas y emblemáticas de la felicidad, deseadas por todos los mortales. El tema, universal y atemporal, toca las fibras emocionales de los espectadores.
Gustave Moreau (1826-1898)
Gustave Moreau nació en Paris, Francia, fue un pintor francés, precursor del simbolismo, y célebre por su estética decadente. Poseyó un conocimiento extenso de los pintores renacentistas y del Romanticismo, pero su estilo propio y vanguardista, lo sitúa como un precursor del simbolismo a finales del siglo XIX.
Este estilo fuertemente individualizado y único, tiene como objetivo transportar al espectador a un mundo de sueños y emociones. Moreau se consideraba un pintor de historia, pero su arte poseía una dimensión espiritual con sobrada imaginación y un aire alucinante. Su temática incluyó mitos antiguos y escenas bíblicas.
Algunas de sus obras son Edipo y la esfinge, Prometeo, Europa y el Toro, El elefante sagrado.
Edipo y la esfinge, se encuentra en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, se inspira en el mito de la esfinge, monstruo de la ciudad de las siete puertas en Tebas. Este monstruo retaba a los viajeros a descifrar un enigma bajo pena de muerte, Edipo la venció y acabo con su poder al descifrar el acertijo. Según la leyenda, la esfinge se suicidó al verse vencida lanzándose al vacío desde un acantilado.
En la obra Moreau representa al héroe tebano con el bastón en la mano y el manto esmeralda. La esfinge está sobre él, con cuerpo de león con alas, y busto y cara de mujer, su belleza es falsa, porque a sus pies están los restos de las personas que ha asesinado. Por su hazaña, Edipo es coronado como Rey.
Edvard Munch (1863-1944)
Nació en Løten, Noruega y su vida estuvo marcada por la muerte y la soledad, su madre y su hermana murieron siendo él muy joven y su padre estaba limitado por sus preceptos religiosos. Nunca se casó y estuvo solo hasta el día de su muerte. Sufrió estados depresivos recurrentes que ameritaron su reclusión en casas de reposo.
Siguiendo la evolución del simbolismo, el noruego produjo obras con diseños sintéticos, líneas nerviosas y colores brillantes e intensos. Munch retrató estados emocionales que agobian al ser humano. La rabia, la desolación, la angustia, el miedo y el azar; fueron temas recurrentes en su obra.
El estilo individualista de Munch, se basa en la acentuación de la línea como fuerza expresiva, la esquematización de las formas y el uso simbólico y libre del color. Las formas alusivas y el uso indiscriminado del color, son características propias de la pintura de este artista
Algunas de sus obras son El grito, Pubertad, Madonna, La voz, Celos.
Su pintura El grito es por si sola una alegoría de la angustia del ser; según el mismo autor explica, fue una alucinación sufrida durante un paseo con dos amigos, lo que le inspiró esta obra.
El rostro congestionado del personaje central, la intensidad del color y la ondulación en el movimiento, expresan la ansiedad y la frustración. Ese grito interminable que atraviesa la naturaleza es el mismo que el artista siente en su pecho y le atenaza la garganta.
Odilón Redon (1840-1916)
Bertrand Jean Redon, conocido como Odilon Redon, nació el 20 de abril de 1840 en Burdeos. Maestro del color, sobresaliente en el arte del dibujo al carboncillo, la litografía, el pastel y la pintura, Odilon Redon es uno de los más grandes artistas simbolistas de finales del siglo XIX.
Introdujo su estilo particular, que combina misterios y cosas cotidianas, su vida artística pasó por varias etapas: una de litografías y dibujos con temas de monstruos y en negro como un infierno mental: como, por ejemplo, las cabezas decapitadas, los seres alados, las figuras mitológicas, los ojos inquietantes y numerosos personajes religiosos.
Seguida por una segunda etapa, donde se despierta un creciente interés en la naturaleza y en el uso de colores brillantes.
Esta nueva etapa exhibe una técnica innovadora inventada por Redon: la técnica mixta óleo, temple, carboncillo, pastel, con la cual crea una sensación irreal mediante la subjetividad del color, que crea una ensoñación en los espectadores. Buscó la luz en el color y se elevó con él, como hacia el paraíso.
Algunos de sus trabajos fueron: Rosa en un jarrón, Pandora, La araña llorando, Buda, Mariposas, Árboles sobre un fondo amarillo.
La araña llorando, es una obra perteneciente a su primera etapa artística, que el mismo llamó “los negros.” Este dibujo al carboncillo es una criatura mitad humano mitad monstruo, con una expresión muy triste, tiene cabeza de hombre montada sobre lo que parece el cuerpo de una araña y doce patas de arácnido, es negra en un fondo amarillo ocre.
Árboles sobre un fondo amarillo, se ubica en la segunda etapa artística de Odilon, la del color. El amarillo brillante y la exuberancia floral que domina el panel, describe la forja de una pintura recreada en la intriga de la naturaleza.
Las sombras y el ritmo abstracto de la línea obedecen al oculto juego mental del artista, plasmado en esta representación de la naturaleza bajo un halo de ensueño.
Simbolismo en la escultura
La escultura no escapó al influjo del simbolismo ya que en ella este movimiento también encontró una forma de expresión. Se encuentra principalmente en monumentos funerarios y se expresa plenamente con los altos y bajos relieves.
Bajo la influencia del simbolismo, la escultura deja de ser una estatua o un monumento conmemorativo, para convertirse en libre soporte de ideas y símbolos en plena libertad de expresión artística.
Principales representantes de la escultura simbolista y sus obras
Paul-Albert, Bartholomé (1848 – 1928)
Nacido en Francia, es uno de los representantes más emblemáticos de la escultura simbolista a pesar de sus inicios artísticos en la pintura. La muerte de su esposa, le motivó a hacerle un monumento en 1886. Aunque no tenía experiencia como escultor, lo logró previo estudio de las obras de grandes maestros que le antecedieron.
Fue miembro de las academias de Inglaterra, Escocia, España y Bélgica. Obtuvo el gran premio de escultura de la Exposición universal de 1900, fue nombrado caballero de la Legión de Honor en 1895 y oficial en 1900, y recibió la medalla de comendador en 1911. Su escultura, especialmente la funeraria, lo catapultó a la fama.
En este orden destacan niña llorando, El secreto, La tumba egipcia, El monumento a los muertos.
El monumento a los muertos. En respuesta a una petición del ayuntamiento de la ciudad, Bartholomé trabajó durante diez años en la creación de este cenotafio que se inauguró en 1899. El conjunto que conforma el monumento tiene siete metros de altura.
Dos conjuntos de figuras enmarcan la entrada de la sepultura, donde una pareja desciende hacia el interior. Cada uno de estos grupos muestra con sus expresiones y actitudes, las diferentes reacciones ante la muerte. Dolor, desesperación, resignación; son sentimientos que se vislumbran en la obra.
Esta escultura profundamente simbolista se encuentra en el cementerio Pere Lachaise en Paris, Francia.
Aristide Maillol (1861–1944)
Pintor, escultor, grabador; este fiel representante del simbolismo francés nació en Banyuls-sur-Mer Francia. Formado en la Escuela de Bellas Artes de Paris cultivó un estilo sencillo, pero colmado de solemnidad y emoción. El desnudo femenino se convirtió en el centro de su arte enfocado a un estoico clasicismo.
Por la influencia de sus contemporáneos Pierre Puvis de Chavannes y Paul Gauguin, cultivó el simbolismo sin identificarse públicamente con él, sin embargo, es considerado precursor de la escultura simbolista. Algunas de sus obras son Acción encadenada, Flora desnuda, Ninfa, El río.
El Rio. Exhibida en el Museo de Arte de Nueva York, esta escultura esculpida en broce, de marcado simbolismo, muestra a una mujer sobre el suelo y su cuerpo parece desbalancearse hacia uno de sus costados. Lleva sus brazos doblados hacia arriba y su cabeza se inclina siguiendo la misma dirección de su cuerpo. La mujer, parece representar el agua del río que fluye siempre en movimiento.
Esta obra está catalogada como un símbolo que deja al criterio del espectador su interpretación. Fue vendida en 2013 a un estadounidense por un alto precio en una subasta.