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Hoy os traemos la obra de Juan Martínez Bengoechea. Se trata de un diseñador gráfico chileno. Es bastante conocido por su trabajo como pintor y artista surrealista. En su obra encontramos escenas de lo más particulares donde se mezcla la pintura realista con elementos surrealistas. De su estilo destaca la cuidada ambientación de las escenas, que están inspiradas en la vida y el modo de vestir propio de los años 20 y 30.
Nos sorprenden de su pintura los escenarios abiertos, predominan los campos, las calles de la ciudad y, en menor medida, los espacios interiores. Es bastante interesante ese contraste de la vida del campo con la de la ciudad. También lo es, el contraste de colores entre el cielo y la tierra. Su paleta cromática podría incluso definirse como nostálgica y con ese halo antiguo. Como si se tratara de fotografías de la época, originalmente en blanco y negro, pero llevadas a color. A pesar de la suavidad de la pintura, imprime una sensación de saturación cálida.
Observar su obra nos deja sin duda con una sensación rara en el cuerpo. No sabemos con exactitud qué nos ha querido transmitir el autor, y quizás sea esa sensación de desconcierto la que nos deje pensando en su obra. Vemos los elementos de forma conjunta y son contadas las ocasiones en las que entendemos el mensaje, o creemos hacerlo. Asimismo, nos planteamos si realmente ha querido comunicar algo, o son sólo escenas de falsa cotidianeidad.
Los paisajes son inciertos, y los personajes protagonistas reflejan ese pasado melancólico. Contemplar sus cuadros irradia un sentimiento de tensa tranquilidad. Los personajes parecen impasibles frente al aparente movimiento de sus cuadros. Ajenos a la acción que se desarrolla tras ellos o en su presencia.
Llama especialmente la atención que el color rojo aparezca sutilmente en muchas de sus obras. Se deja ver en forma de chal, chaquetas de los músicos de una banda, las sillas apiladas al final de la torre y en los zapatos de una niña. Recoge nuestra atención, haciendo que nos percatemos del mínimo detalle. De hecho, en otra de sus pinturas, hace falta fijarse para ver que lo que le está aplicando el supuesto zapatero en los pies de la chica joven no es otra cosa que pegamento. Vuelve a invadirnos esa sensación de desconcierto de la que hablábamos con anterioridad.
En la web Artnau, propia del pintor Martínez Bengoechea, podemos ver todos los proyectos que componen su trayectoria profesional así como acceder a su Facebook o Tumblr.