Contenidos
Hace poco os hablamos de un lugar en Madrid que llamó especialmente nuestra atención por su decoración, el Restaurante Mr Frank, uno de los elementos que conformaban su decoración nos encanto: las Pet Lamp, una forma única y muy llamativa de darle una segunda oportunidad al plástico de las botellas.
El mundo moderno se enfrenta a un grave problema; la generación masiva de desechos. Dentro de las islas de basura que ha creado el hombre, uno de los principales materiales principales que se encuentran son botellas de plástico (PET), altamente corrosivas y cuyas materias primas son difíciles de eliminar. Por eso cada días más personas están concienciadas y dispuestas a solventar este terrible error humano, creando movimientos y alternativas con los que ofrecer una oportunidad más a este material. Y bajo esta premisa nacen las Pet Lamp de la mano del diseñador de productos Álvaro Catalán de Ocón.
En muchos países no existen las medidas adecuadas para la recogida y reciclaje de residuos plásticos y en las zonas tropicales este problema se acentúa aun más. Las botellas se desechan al medio, las lluvias la arrastran hasta los ríos y estas terminan en el mar. Desde allí las botellas flotan a la deriva con la corriente marina hasta acumularse en medio del océano. Esta acumulación ha generado en el Pacífico lo que ya se conoce como el «Séptimo Continente», una isla de residuos que ya es casi la superficie de España.
En el verano de 2011, durante un viaje a Colombia, el diseñador fue invitado a formar parte de un proyecto enfocado a la reutilización de botellas PET. Un proyecto que nace de una inquietud: la reutilización de botellas de plástico es un problema de carácter global. Con estas perspectivas decide embarcarse en un proyecto que diese una respuesta clara y enviase un mensaje contundente, siempre desde la perspectiva del diseño.
La manera de abordar estas cuestiones fue a través de la paradójica idea de complementar lo antiguo y lo artesanal, con ello la tradición textil. El proyecto consistiría en reconvertir un objeto de corta vida útil -las botellas de plástico- y enriquecerlo con elementos de cada cultura. Colombia, por su riqueza cultural, se mantuvo siempre como el escenario idóneo para quemar la primera etapa de este gran proyecto. En 2012 vuelven para trabajar en Bogotá, donde montarían un taller de artesanos del Cauca desplazados por la guerrilla.
Con todo ello, el adecuado manejo de una botella permite que esta se transforme en un producto coherente, funcional y deseable en el mercado. La idea: mezclar elementos de diseño arraigados a la tierra de manera artesanal y elementos más industriales. La botella pasa de ser un recipiente de líquidos a una lámpara de techo. El tapón sirve como un elemento de fijación entre los componentes eléctricos y la pantalla. El cuello como estructura y el cuerpo como superficie sobre la que se teje.
Como veis la tendencia DIY puede darse también en el diseño industrial. Gracias al patrocinio de Cocacola, la ayuda de Artesanos de Colombia este proyecto ha visto la luz y la genialidad del diseñador Álvaro Catalán de Ocón.
Si queréis saber algo más sobre este proyecto o colaborar con él comprando las Pet Lamp podéis pasaros por su web.