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Room on the Roof nace como un proyecto que pretende reinventar el espacio creativo de los artistas, un lugar en el que músicos, escritores, arquitectos y diseñadores de todo el mundo participarán un programa de artistas en residencia.
Se encuentra en la pequeña torre en Bijenkorf en Ámsterdam, un lugar idílico en el corazón histórico de la ciudad que se ha convertido en un refugio cultural.
Diseñado, ideado y construido por el equipo de arquitectos de Interior i29, la idea al realizar este proyecto era la de ofrecer a los artistas una experiencia única, jugando con la escala y la percepción tal y como ocurre en «Alicia en el País de las Maravillas».
El artista holandés Maarten Baas ha sido el primer residente de este estudio, utilizará este espacio como base para trabajar en todos sus proyectos.
Room on the Roof está totalmente equipado para los artistas, con un telescopio para disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad, una cama para soñar despierto, un menú especial para las comidas, y su espectacular ubicación en la Plaza Dam pueden servirles de inspiración.
Juega con dos niveles, la instalación vertical de los volúmenes de madera se coloca desde el suelo al techo, en ella se incluye una despensa, almacenamiento, escritorio y un sofá cama encerrado en un cubo en voladizo, que se contrapone con un espacio dibujado totalmente en tonos blancos.
Cada área dentro de la instalación de madera se perfila con un borde exterior en blanco. Al nivel superior se accede a través de maderas planas, en este último escalafón los hermanos Bouroullec han plantado su granito de arena, cediendo al proyecto la silla Pila. La mayor parte del espacio cuenta con dos grandes ventanales, una a cada lado de la torre, y se ha pintado de blanco, pero mantener libre de cualquier accesorio aparte de cuatro luces colgantes en forma ovalada de Jasper Morrison.
Muebles de pie libre y accesorios en esta área son todos blancos, e incluyen un sillón de heno, un armario de Leitmotiv, una mesa de café y un telescopio para ver la ciudad. Imponiéndose como la principal protagonista, una escalera hecha de hierro negro en espiral recorre todo el espacio hasta la cúpula restaurada.
El Rijksmuseum junto con los grandes almacenes Bijenkorf, se han encargado de la realización de este programa lanzado el pasado 27 de enero.
Imágenes: dezeen, ignant.