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En Japón el mercado de viviendas se caracteriza por una extraña cualidad: los japoneses no muestran interés por las casas de segunda mano. Una vez compradas, las casas pierden su valor de mercado por que no suelen volver a ponerse en venta. Los nipones prefieren construir sus propias casas, esto sumado a las pequeñas dimensiones del país y a la alta densidad de población, provoca que el espacio de construcción se vaya agotando poco a poco. La solución parecen ser las Jutaku. Un estilo de construcción de casas que desde los 90 hace furor en el país asiático.
Como ya os contamos en un artículo anterior, las casas japonesas se caracterizan por su pequeño tamaño. Reducir el espacio de construcción es justamente la idea principal de las casas Jutaku, creando una vivienda unifamiliar, hermosa y habitable en un terreno muy pequeño. Las Jutaku son en algunas ocasiones, casas de lujo con bastante espacio, pero siempre deben tener como paradigma el aprovechamiento máximo del espacio del que se dispone.
En la actualidad, un gran número de casas en Japón están siendo construidas en parcelas en las que apenas hay hueco para aparcar un coche. Lejos de que este hecho pueda considerarse una desventaja para el diseño, lo cierto es que el ingenio de los arquitectos que construyen estos hogares se ha convertido en una fuente de inspiración para sus colegas del resto del mundo.
A partir de la llegada de estas casas, se ha creado en Japón, un verdadero ecosistema de diseño arquitectónico, una especie de laboratorio del diseño, donde los arquitectos perfeccionan su capacidad de inventiva
«K House» por D.I.G Arquitectos, Nagoya, Japón
El fenómeno está bien documentado en el libro de Naomi Pollock, Jutaku. Japanese Houses, en el que la autora ha querido reflejar el desfile de belleza impar de estas casas. El libro no aporta información más allá del arquitecto, la ubicación y la zona, tampoco añade ningún tipo de interpretación o crítica, pero es interesante contemplar la larga galería de fachadas notables que recoge.
Los jutaku son casas que se adaptan a todo tipo de edades y clases económicas, incluso entre sus propios creadores. Son Jutaku las casas de algunos de los arquitectos más respetados de Japón como Kengo Kuma, Tadao Ando, Shigeru Ban y Terunobu Fujimori, pero también las de otros diseñadores mucho más jóvenes que se están iniciando en el mundo de la construcción de casas. Por ello en una calle japonesa, puede ser difícil saber si la vanguardista obra maestra que se está viendo, es una creación de un alma joven, un talento consolidado, una práctica corporativa o un constructor brillante. No hay jerarquía más allá de lo visible.
Sunlight of Calm por D.I.G Arquitectos, Nagoya, Japan
A pesar de que las Jutaku parecen ser producto de una situación cultural muy específica, lo cierto es que hay miles de lecciones que los arquitectos de otros países podrían aprender de ellas.
El cada vez más consolidado “espacio abierto” que hace referencia a la unión del comedor y la cocina en un solo espacio, se ha arraigado rápidamente en Japón donde ha sido llevada además, al máximo exponente. Y es que en el país nipón estos dos espacios se han convertido en el centro del hogar, incorporando al mismo la entrada y las zonas de transición. Un espacio único y multifuncional pero también pequeño y completamente privado.
Siguiendo esta lógica, los pasillos dejan de existir, no sólo son innecesarios, sino también imposibles de construir en un espacio tan pequeño y optimizado. Algo parecido ocurre con las escaleras, que en caso de que existan, se convierten en un espacio más para ser habitado, una pequeña sala escalonada para instalar un estudio o un gran espacio de almacenaje, en forma de cajones o estanterías.
Long Window House por Another Apartment arquitectos, Tokyo, Japan
Un buen ejemplo de casa Jutaku es la casa NA en Tokio, construida con diferentes cajas de vidrio que se han apilado formando diversas plataformas y alturas. Cada piso tiene diversas funciones, reinventándose como mesas, camas o escritorios.
Casa Na por el arquitecto Sou Fujimotos, Tokyo, Japón
Es interesante apuntar que hay dos tendencias claras en la construcción de las casas Jutaku; Por un lado están aquellas que optan por hacer del hogar algo muy privado, creando patios interiores y orientando la casa hacia el interior del espacio. Por otro lado están aquellos arquitectos que prefieren hacer de la ciudad una parte más del hogar, integrando en la casa el paisaje urbano mediante grandes cristaleras y ventanas que dejan entrar y salir a la urbe del hogar.
Por lo general las Jutaku siguen la primera vertiente, prescinden de las ventanas exteriores y llegan a parecer desde el exterior un bloque sólido sin ningún tipo de tragaluz o hueco hacia el exterior. Pero nada más lejos de la realidad, lo cierto es que los japoneses, muy celosos de su intimidad, están empezando a crear casas invertidas. En vez de intentar que la casa obtenga la luz de la calle, se busca que la luz natural entre a través de tragaluces en los techos y patios interiores, que iluminan el hogar, evitando miradas indiscretas.
House in Nishimikuni por Arbol Design, Osaka, Japan
Se podría argumentar que muchas de estas casas son puro alarde. Es cierto que se dan soluciones ingeniosas a unos espacios muy reducidos en el centro de las ciudades, pero también es cierto que las fachadas de las casas están diseñadas para que el paseante las contemple. Muchas veces quien las observa las admira y muchas otras las detesta, pero ante todo los arquitectos de Jutakus buscan despertar sentimientos en aquel que contempla su creación.
Este objetivo contemplativo parece contrario a la cultura de la modestia de Japón, por ello este fenómeno es una paradoja: una celebración de la individualidad en una cultura que venera la modestia.
Casa Imci por Katsutoshi Sasaki y Associados, Okazaki, Japan
De lo que no hay duda es, de que este estilo arquitectónico es una fuente inagotable de estimulación para los arquitectos que buscan crear edificios cada vez más sorprendentes.
Lo que nos falta por descubrir, es si realmente los Jutaku son una forma cómoda de vivir o sólo una manera de experimentar con la arquitectura. Por el momento contemplemos la belleza inusual de estas construcciones y dejemos que sea el tiempo quien de respuesta a nuestra pregunta.