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Con el diseñador industrial tunecino (y autodidacta) Tom Dixon a la cabeza de la decoración del establecimiento, el Hotel Mondrian de Londres situado en el South Bank de Londres ha sido diseñado para parecerse a un transatlántico, con una cuidada decoración y unas vistas inigualables de la city londinense.
La primera cualidad a destacar sobre este hotel es su localización. Las increíbles vistas de el resplandeciente centro de Londres y su río desde el bar situado en la azotea rivalizan con las de los mejores rooftop bars de Manhattan o Hong Kong. Un elenco cambiante de ciclistas, patinadores y trabajadores de la rivera del Támesis pasarán ante tus ojos mientras comes o tomas una copa, mientras la marea sube y baja a los pies del hotel. Además se encuentra situado a diez minutos a pie de la estación de Waterloo y del metro de Blackfriars (a la otra orilla del río)
Pero lo que sin duda diferencia al Hotel Mondrian es su sorprendente decoración. El diseñador Tom Dixon ha creado un irreverente interiorismo inspirado en los grandes buques, que incluye entre otras cosas el enorme casco de un transatlántico recubierto de cobre en plena recepción del hotel, donde los empleados esperan vestidos con uniformes inspirados en la película 2001: Odisea en el espacio diseñados por el estilista Karen Langley, junto a una gigantesca cadena cadena de barco pintada en un brillante azul eléctrico.
También se mantiene parte de la decoración original del edificio de los años 70, diseñada por Warren Platner, lo que le da al establecimiento un estilo que recuerda a un club nocturno, con una iluminación suave proporcionada por innumerables lámparas de diseño
Además, las 359 habitaciones del edificio están decoradas también por el diseñador tunecino, que juega con el uso de tonos grises y la combinación de distintos textiles y materiales, creando espacios amplios y diáfanos.
Además, podrás disfrutar de su bar, el Dandelyan, que ya se ha convertido en todo un icono en la capital británica y cuya llamativa decoración conseguirá hacerte sentir en el decorado de una película de James Bond.
En este hotel puedes encontrarte sorprendentes detalles decorativos en cualquier rincón, desde los baños, hasta los ascensores. Además, si eres amante del séptimo arte, puedes disfrutar de las proyecciones su sala de cine privada.
El original interiorismo de este hotel lo convierte en un must para cualquier amante de la decoración que visite la ciudad del Támesis, y ya se ha labrado un hueco entre los hoteles más icónicos de la capital británica.