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Con el estrés de nuestra vida cotidiana y las numerosas horas que pasamos trabajando (muchos de nosotros delante del ordenador), buscamos algún pasatiempo relajante que nos traiga la tranquilidad que necesitamos y a la vez nos aporte algo. Por eso, nos apetecía hablaros de lugares en los que hacer handmade en Madrid.
El crochet es una buenísima alternativa para ocupar esos ratos libres que tenemos después de las comidas o antes de dormir. Tejer siempre nos aportará habilidades manuales, mejora mental y, cómo no, un producto creado por nosotros mismos, lo que será doblemente gratificante.
Quizá al hablar del crochet muchos de nosotros pensemos en nuestras abuelas y en un pasatiempo algo anticuado. Lo cierto es que cada vez buscamos más desconectar del ritmo frenético que se lleva, sobre todo, en las grandes ciudades y, si es pudiendo hacer algo productivo, mejor. De hecho, esto ha sido adoptado por muchos movimientos de street art en todo el mundo, grupos que han hecho de esta afición todo un arte callejero totalmente creativo a la vez que inocuo.
¿A quién no le gusta que un ser querido le regale algo hecho por él mismo? El crochet también se ha puesto de moda como idea para regalo. Bufandas, jerseys, calcetines, elementos decorativos… Todo ello con un toque personal y un valor sentimental más allá de una mera compra.
Como fruto de valor tradicional y el atractivo que tiene el crochet, han nacido proyectos que unen a las personas a las que les gusta pasar el tiempo libre tejiendo.
Gracias a Lana Connection todas estas personas pueden ponerse en contacto por Internet para expresar su apego a las cosas hechas con dedicación y a mano. Si quedan presencialmente, se reúnen en Teté Café Costura (calle San Pedro, 7) o en The Black Oveja (Calle Sagasta, 7) en Madrid. En ambos lugares se realizan talleres de crochet, patchwork y otras manualidades.