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Walter Gropius, arquitecto alemán, que cuenta con un gran prestigio a nivel mundial. Es conocido por ser uno de los pioneros de la renovación arquitectónica del siglo XX y por el papel desempeñado en el ámbito de la enseñanza, especialmente, con la creación de La Bauhaus, escuela que siempre irá vinculada a su nombre.
Aunque al hablar del Walter Gropius, siempre se haga del lado de la arquitectura, lo cierto es que, entrando en detalles, su nombre también aparecerá vinculado al urbanismo y al diseño. Ambas disciplinas irán de la mano de la arquitectura, convirtiéndose en el centro de su vida y, por lo tanto, de su profesión.
Desarrolló sus estudios de arquitectura en las universidades de Múnich y de Berlín y pronto mostró su preocupación por la producción en serie, así como su visión de la arquitectura como medio para dar solución a los problemas sociales y urbanísticos de la época. Por otro lado, también hizo patente su interés por entrelazar esta disciplina con el arte y la estética y por experimentar con nuevos materiales.
Primer trabajo de Walter Gropius
Su primer trabajo lo obtuvo en 1907 en el estudio del arquitecto Peter Behrens, donde permaneció durante tres años. En este momento decide crear su propio estudio, contando con la colaboración de Adolf Meyer. Aquí trabajó durante varios años en la reforma de la fábrica Fagus, posiblemente la primera muestra de arquitectura moderna. Este trabajo, junto con las oficinas del Werkbund en Colonia, fueron las obras que le dieron a conocer fuera de las fronteras alemanas.
Su inclinación por la enseñanza comienza con la dirección de la Escuela de Artes y Oficios y de la Escuela Superior de Bellas Artes. Así, de estas dos decide hacer una sola en la que incluir, también, la arquitectura. De este modo funda, en 1919, un nuevo centro, La Bauhaus, que será un lugar de referencia en este ámbito. Aquí se sentaron las bases del diseño gráfico e industrial y en relación a la arquitectura se estableció el principio “la forma sigue a la función”, presente durante todos sus años de existencia.
En La Bauhaus se aunaban arte y tecnología. Sus alumnos aprendían las pautas básicas de diferentes oficios y a trabajar con materiales nuevos para la elaboración de edificios y todo tipo de objetos. Cinco años después de su nacimiento, la escuela se traslada de Weimar a Dessau, instalándose en unos modernos edificios, en los que predominan las formas simples y el vidrio, diseñados por el propio Walter Gropius.
En 1928 deja la dirección de La Bauhaus y continúa con su trayectoria profesional, en Estados Unidos durante unos meses y posteriormente en Berlín. Sin embargo, en 1934, tras el cierre de la escuela, dejó Alemania definitivamente debido a su oposición al partido nazi. Primero se instaló Inglaterra, donde permaneció trabajando durante tres años y finalmente en Estados Unidos como profesor de arquitectura en la Universidad de Harvard, donde, poco después, fue nombrado Director del Departamento de Arquitectura.
En 1946 se encarga de crear y dirigir un grupo de jóvenes arquitectos conocido como TAC (The Architects Collaborative) que trabajó, junto a él, en grandes proyectos. Sin desvincularse nunca de la enseñanza, seis años después, fue nombrado profesor emérito de la Universidad de Harvard.
Su obra es una muestra patenten de la modernidad de la arquitectura, una muestras del ideario de la Bauhaus. Se caracteriza por las formas simples y claras y por la utilización de materiales novedosos, poco empleados por aquel entonces. Sus trabajos van desde la creación de edificios públicos, hasta urbanizaciones y confección de grandes bloques de viviendas, respondiendo a su preocupación por los problemas sociales de urbanismo.
Sus obras se desarrollaron mayoritariamente en Alemania, Inglaterra y Estados Unidos, donde muere a los 86 años. Entre ellas hay que destacar la Universidad de Bagdag (1961), la Torre Panam (1963), la fábrica de zapatos Fagus (1911-1925) o el Graduate Center de la Universidad de Harvard (1950).
Una trayectoria reconocida y premiada en 1956 con la medalla de oro del RIBA, en 1959 con la medalla de oro del AIA y en 1961 con el Premio Goethe.