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Días #2 y #3
Hoy es nuestro tercer día en Sanur, Bali, y ya tengo la sensación de que hemos visto todo en la parte de playa. En realidad es una zona para los que buscan unos días de descanso en algunos resorts (preferiblemente frente al mar) y, según he leído algunas de las compras más económicas de souvenirs de Bali (ya os contaré si lo percibo así).
Hoy resumo dos días en uno porque ayer fue un palizón, ya que nos recorrimos todo el paseo marítimo (unos 5 kilómetros), estuvimos en el puerto grabando el «antiglamour» de la bajada de viajeros que vienen desde las Nusa o Gili, en una playa llena de barcos a motor y bajando con sus bolsas, mochilas y maletas al agua en una arena no del todo limpia. Y de ahí paseamos al Mercado Nocturno de Sindhu (Sindhu Night Market) recorriendo Jl. By Pass Nghura Rai, lo cual no recomendamos en absoluto, ya que tienes que caminar por una vía estrechísima mientras un tráfico inmundo pasa por tu lado. Cero bonita, cero atractiva y relativamente peligrosa porque las aceras son irregulares y con agujeros enormes que en un descuido te pueden costar un accidente.
Del mercado (del que os hablaré más abajo) paseamos desde el comienzo de la calle de la que os hablé en el post anterior (Jl. Dalnau Tamblingan) hasta el mismo final. Todo restaurantes, cafés, tiendas de regalos, ropa y souvenirs y, aunque de dos sentidos, con tráfico constante. Es la calle en la que la gente elige cenar ya que en la playa se levanta mucho aire que refresca bastante. Igualmente, el paseo marítimo está pensado para el día porque la iluminación brilla por su ausencia por la noche (y hay que tener en cuenta que ahora, a partir de las 18.30 hs., ya se va el sol).
Casi al final de la calle con nuestros 20.000 pasos andados (unos 14 kms.) no podíamos más y cogimos un taxi, que nos cobró precio cerrado (50.000 IDR indonesias que equivaldrían a unos 3 euros) por llevarnos una distancia de 8 min. Supongo que de nuevo nos cobraron precio para extranjeros, pero en ese momento, aunque lo intentamos, no nos dieron las fuerzas para regatear.
La realidad de la playa de Sanur
Volvimos un día después a la playa para ver cómo estaba por la mañana. Desde luego, era totalmente otra. La marea había subido y las marismas ya no estaban. Sin embargo, el agua de la orilla estaba turbia y con algunas algas. Aunque Marce sí se bañó (tiene un ritual por el cual se baña en cada playa que pisa -que sea apta para el baño, claro está), yo no me animé. Sinceramente, aunque me encanta el mar y especialmente estar horas en el agua, cuando está turbia no me apetece gran cosa.
Tampoco es una playa que tenga duchas o algo para quitarte los restos de sal o refrescarte, por lo que sabía que me esperaba un día largo y por un baño que no me entusiasmaba tampoco quise ir con el salitre todo el día encima. Eso sí, las piscinas de los resorts que se encuentran a pie de playa, no cuentan con una separación muy marcada con el paseo y moría de ganas por darme un baño en cualquiera de ellas.
Todo es un espacio semiabierto en el que del estrecho paseo tienes a la izquierda las tumbonas y bares de los hoteles y a la derecha las tumbonas de los huéspedes en la playa, lo que no quita que te encuentres también con tus bares, restaurantes y cafés privados con sus asientos en la playa o que no puedas también alquilar tu tumbona y sombrilla por libre.
Y bueno, gracias a este capricho se me ocurrió ir preguntando en algunos resorts si tenían opción de vendernos un pase para estar tan solo en sus instalaciones exteriores y ¡bingo! muchas de ellas tenían abierta la posibilidad.
Espacios especiales para nómadas digitales: trabajar frente al mar con piscina en Sanur
Y como esto me ha encantado descubrirlo, merecía un apartado aparte dentro de este post. Al preguntar en el Prama Sanur, primer resort que nos dijo que había posibilidad de entrar a sus instalaciones y usar sus hamacas (dentro y en la playa), nos costaba la entrada 200.000 IDR por persona (casi 13 euros), pensamos que siendo ya las 15.00hs. no valdría la pena para 3 horas de sol que nos quedaban. Y es así como fuimos paseando y disfrutando por el paseo marítimo mientras entraba en cada resort preguntando por las opciones de entrada (quería, aparte de darme el tan ansiado baño por un precio justo, poderos contar las opciones que encontré).
Todas las piscinas tienen a alguien en una casetilla de madera que se encarga de dar las toallas, el pase mágico a las zonas de descanso exteriores del hotel y esa zona de toallas en la mayoría de los casos se encuentra pegada al paseo.
De esta forma, llegamos al siguiente lugar que ni mencionaré, porque nos dijo que costaba 150.000 IDR (más de 9,5 euros) entrar por persona y bueno, las ganas me podían y dije que adelante. Al acceder de cerca a la piscina estaba tan roñosa, que le dijimos que lo sentíamos pero que finalmente no nos quedaríamos.
Ya al final del paseo, vimos un lugar más modesto con una piscina no tan grande y lujosa, pero más que aceptable y yo, ya sin muchas esperanzas (hubo muchos lugares antes que me dijeron que no había opción para personas no alojadas), pregunté y por ser tarde, nos dejaron entrar y bañarnos por 50.000 IDR (3,22 euros por persona). Lo vimos razonable y con unas bebidas frías me di un baño que me sentó increíble.
Mercure Resort Sanur
Y aunque me salte ahora la parte del mercado, a la que quiero dedicar el final de post, diré que ayer grabé tanto material e hice tantas fotos que al llegar la noche, tenía todo eso acumulado, más 4 artículos urgentes por escribir (incluyendo el del viaje), por lo que decidimos que hoy sería un día dedicado a trabajar. La idea era ir al primer resort para aprovechar desde la mañana y poder trabajar mientras nos dábamos algún bañito de descanso a lo largo del día, pero al llegar a una zona que le ha encantado a Marce (algo más hippie con sus sillones de mimbre y pensada para nómadas digitales, con carteles que invitan a la gente a sentarse todo el tiempo que deseen a trabajar, con buen wifi y enchufes para cargar el portátil) he visto que le gustaba estar ahí y he preguntado en el hotel que estaba pegado a este lugar. Nos han dado mejor precio que el otro al que nos dirigíamos (150.000 IDR) y no lo hemos pensado más. Tenía unas mesitas a la sombra, un enchufe y la piscina al lado ¿qué más se puede pedir?.
Desde luego, esta es una gran opción no sólo para nosotros que, aunque tenemos nuestro alojamiento con piscina, nos pilla a 15 minutos andando del mar y nos gusta pasar largas horas leyendo, trabajando con buenas vistas y bañándonos en los breaks; sino que también puede servir para personas que quieran disfrutar simplemente de estas instalaciones sin necesidad de estar alojados en estos hoteles que tienen un precio medio de 200 euros/noche.
Y, por último, decir que en temporada alta (julio y agosto) no sé si estos hoteles ofrecerán la opción. Si el hotel está lleno, es muy probable que por aforo no dejen y, por la misma regla de tres, en temporada baja, son más los hoteles que se suman a la posibilidad de que entren personas no alojadas, tal y como nos contó una persona que llevaba el control de las toallas.
Mercado Nocturno Sindhu (Sindhu Night Market) de Sanur, Bali ¿Merece la pena?
Y bueno, ya refrescados iniciamos el camino hacia el puerto, ya que queríamos ver las escapadas posibles a las islas Nusa y Gili y tras ver el dantesco desembarco de las personas que volvían y algunos precios, nos fuimos con un jaleo mental que no imagináis. Supongo que era el cansancio, pero todo era una mezcla de precios, opciones y conexiones y opiniones de blogs, que no terminaban de encajarnos. De ahí que hoy decidiéramos parar para trabajar, en la tarde noche tendríamos la cabeza algo más despejada para pensar qué queríamos hacer y de que forma.
De todas formas, después del paseo y odisea pro búsqueda de baño, necesitábamos comer. ¿Y qué mejor opción que acudir al famoso Mercado nocturno Sindhu? Tras el paseo por la acera colindante a la autopista del infierno, al fin llegamos.
Me lo imaginaba mucho más grande y caótico (lo mismo que fuera lunes hizo que fuera así), pero agradecí que toda la acción se centrara en una pequeña plaza con unas tres hileras dobles de puestos y alguno más de ropa y complemento.
Hicimos un recorrido para ver qué comida nos llamaba más la atención y finalmente, como nos apetecían unos Nasi Goreng autóctonos, nos sentamos en una mesa alargada frente a una cocinera que nos dio buen rollo (tipo mamá indonesia) y nos dejamos llevar. El olor era increíble, el aspecto, delicioso y, los precios una locura. Deberíamos haber pedido solo dos platos, pero nos apetecía probar algo más y nos decidimos por una tortilla china de vegetales con salsa agridulce picante. Y qué deciros. Pues que estaba sencillamente espectacular.
Es cierto que el aspecto callejero puede echar atrás a más de un escrupuloso (milindroso dirían en mi casa), diría que es una experiencia que se debe vivir y, de hecho, repetir las veces que se puedan hasta haber probado cada plato de la oferta. La media de cada uno de ellos (bien servido) es de 20.000 IDR (1,29 euros), así que por economía no será. ¡Totalmente recomendable y sabroso!
Visita de Islas Gili desde Sanur
Y como os decía, aparte de ponernos al día con el trabajo, hoy por fin nos ha dado la cabeza como para pensar qué haríamos con las islas. Para mi las islas Gili eran de visita obligada, por lo que nos hemos centrado primero en ellas. Las excursiones que habíamos visto en «fast boat» (ferry rápido) eran de 4 horas de viaje y más de 1 millón de IDR (al cambio unos 80 euros por persona). No nos encajaba, ya que somos un poco propensos al mareo en mar (Formentera nos ha llevado varias vomitonas ;)), pero si hay que hacerlo, se hace oye. Sin embargo, por probar miramos vuelos a Lombok y encontramos uno por 30 euros por persona ida y vuelta.
Teniendo en cuenta que un traslado al aeropuerto desde Sanur son unas 200.000 IDR (algo más de 3 euros. Y seguro que en las apps de alternativas al taxi lo conseguimos aún mejor de precio) y el del aeropuerto de Lombok y la salida de ferrys desde esa isla, calculamos que raro que nos cobren más de 10 euros, nos sale muy a cuenta. Más que nada porque es mucho más rápido.
Así, hemos decidido pasar 3 noches en Gili disfrutando de sus paradisiacas playas y 1 más en Lombok para poder llegar en el ferry de la tarde del día siguiente y coordinar mejor con el vuelo que sale ese mismo día. Sabemos que nos quedaremos con muchísimas ganas de visitar la menos transitada Lombok, pero sabemos que regresaremos, así que no debemos pensar en lo que dejamos de ver, sino disfrutar de lo que sí visitamos.
En este viaje estaremos cerca de muchos lugares que nos apasionaría descubrir al detalle, pero debemos centrarnos en ciertos objetivos y dejar algo para más adelante.
Y bueno, éste ha sido mi resumen de los últimos dos días, uno intenso de playa y paseo y otro de trabajo con piscina y vistas al mar de premio. Nada mal.
Ahora ya son las 22.00h. que aquí me resulta tardísimo, así que dejaremos la cafetería en la que estamos para irnos a casa, cerrar el vuelo del que os he hablado (ya os contaré un problemilla que nos da la tarjeta para pagar que os recomendamos dejar resuelto antes de salir de casa, aunque también lo conseguiremos arreglar desde aquí) y seguir procesando fotos y vídeos hasta que el sueño me venza.
Actualización importante: Tras la experiencia del aeropuerto, que no fue mal, pero implica todo lo que es el traslado en avión, estar un tiempo antes y taxis antes y después del vuelo, pensamos que lo más cómodo y quizás más económico es salir desde Sanur en «Fast Boat» (barco rápido) sin excursión hasta Gili directamente.