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Las ventajas que conlleva tener una piscina desmontable en casa son notables y por todos conocidas, sin embargo, existe una duda que los interesados colocan como el principal inconveniente a la hora de adquirir una de estas piscinas. Generalmente, se piensa que instalarlas es complicado, trabajoso y lleva demasiado tiempo, nada más lejos de la realidad
Al visitar cualquier web de piscinas desmontables se podrá observar los diferentes diseños existentes, todos pensados para que el proceso de instalación y montaje sea lo más rápido y sencillo posible. En cualquier caso, absolutamente todas vendrán con un claro manual de instrucciones para que cualquier persona, sin experiencia alguna, pueda montarlas cómodamente, siguiendo uno a uno los pasos debidos.
Estos son algunos de los factores que habrá que tener presentes para la instalación y montaje de una piscina desmontable.
Verificación y planificación de tu piscina desmontable
Antes de ponerse manos a la obra con la instalación habrá que verificar que el espacio disponible coincide con las dimensiones de la piscina, incluyendo algo de espacio libre alrededor de todo el perímetro de la estructura. Seguidamente, habrá que planificar dónde se instalará la depuradora, ya que la colocación dependerá de este factor, las tomas tendrán que estar cerca de donde se vaya a instalar esta máquina. Es importante, por tanto, contar con un enchufe y un desagüe (lavados de cartucho /arena) lo más cerca posible.
Por último, se deberán sacar todas las piezas del kit y comprobar que no falta ninguna de ellas, que están en buen estado y que viene con su correspondiente manual de montaje.
Preparación del suelo para la piscina
Es fundamental llevar a cabo un ajuste del terreno. Se deberá tener suficiente información sobre cómo enterrar una piscina desmontable o cómo se debe colocar sobre una placa de cemento en una superficie a ras del suelo. En cualquier caso, el suelo deberá estar perfectamente nivelado y liso. Es importante eliminar cualquier desnivel para piscina desmontable, así como ramas, piedras, raíces o cualquier objeto que pueda provocar algún daño en la parte inferior.
Es aconsejable colocar directamente sobre el suelo, para aumentar esta protección, una capa de arena fina y cribada, es decir, sin piedras, con un espesor aproximado de unos 5 cm. En sustitución de esa arena es posible utilizar planchas de espuma de poliestireno, es más recomendable por ser más limpio, cómodo y duradero.
La colocación del Liner
El Liner es la lona de PVC que contendrá el agua, según su grosor así será su resistencia a los pinchazos y roturas. Aun siendo muy grueso es la parte más delicada de una piscina desmontable, por lo que se desaconseja, tanto al sacarlo de su envoltorio como para colocarlo, usar objetos con punta o afilados ni caminar sobre él con zapatos.
Para colocarlo es mejor que no haya viento para trabajar con la lona con más facilidad. Así mismo, también interesa que la temperatura sea cálida, puesto que cuando el liner se calienta mejora sus facultades flexibles y se hace más sencillo el colocarlo.
El proceso incluye introducir alrededor de 2 cm de agua, extender el PVC evitando que queden pliegues. Es el momento de observar que el agua se equilibra, repartiéndose uniformemente por toda la superficie. Si no es así, el terreno continuará desnivelado y habrá que repetir el proceso de nivelación.
El llenado de la piscina desmontable
El agua deberá cubrir el nivel de las tomas para la depuradora, verificando durante el proceso de llenado que no existen escapes ni fugas a través del liner o tubos. La cantidad de agua lo marcará el nivel de cada piscina, si carece de esta señal, se recomienda dejar alrededor de 7 cm antes del borde de la lona de PVC.
No hay que olvidar vaciar de aire la depuradora, ya que esta solo debe aspirar agua. Para este propósito existe un tornillo de purga. Después, hay que probar la depuradora observando que todo va bien.
Últimos consejos sobre la instalación de una piscina desmontable
Es muy importante que la piscina siempre contenga algo de agua, excepto cuando se desmonta para guardarla, lógicamente. El motivo de mantenerla siempre llena o con una cantidad mínima es el efecto que consigue el peso del líquido sobre el liner y la estructura, manteniéndola siempre estable y sólida.Lo más probable es que al vaciarla o con poca presión la estructura se termine debilitando, doblando e inclinándose al perder la tensión.
Se deberán tener unos conocimientos mínimos para el mantenimiento de la piscina. Como norma general, se deberán revisar los niveles de pH cada 3 o 4 días, procurando que se mantenga entre los 7,2 y los 7,6. Así mismo, habrá que vigilar constantemente los niveles de cloro, cada 3 o 4 días, para que el agua esté siempre clara, añadiendo o retirando según el aspecto que ofrezca.
El pH se controla con un analizado para piscinas. El cloro, por su parte, se encuentra en diferentes formatos. Si se utilizan pastillas se deberá usar un recipiente (dosificadores) para guardarlos en su interior y que vaya desgranándose lentamente. El motivo es que no debería tocar la lona, ya que la puede quemar, destiñéndola y acabando con su dureza y resistencia. La dosis de cloro vendrá en función de la cantidad de agua que contenga la piscina.
Imagen: DepositPhotos