Contenidos
- Presta atención a la limpieza y calidad del agua. Preparar la piscina para el verano es algo más que llenarla y retirar la suciedad.
- ¿Te has planteado una opción más natural? Descubre la cloración salina, es más sencillo de lo que crees.
- Una vez comprobado que todo funciona perfectamente, desempolva tus toallas de piscina y coloca las hamacas: tu piscina está lista.
El buen tiempo y las temperaturas cada vez más altas invitan a la manga corta, pero si además empiezas a echar de menos el bañador… Es la señal: ha llegado el momento de preparar la piscina y asegurarte de que esté lista cuando necesites darte el primer chapuzón.
Ahora es el turno de su puesta a punto y preparación del jardín para esos días de piscina. Sigue estos consejos de Leroy Merlin.
1. Adiós a la suciedad, hongos y bacterias
Si la piscina tiene cobertor, retíralo con cuidado y limpia la superficie de insectos, hojas y cualquier otra cosa que esté flotando. Si el volumen del agua ha bajado lo suficiente, puedes aprovechar para limpiar con un cepillo el revestimiento que queda a la vista, si aún tiene agua, usa un limpiafondos en las paredes y el suelo. Durante la primera semana pasa el limpiafondos una vez al día.
Limpia también el suelo que rodea el vaso de la piscina, así como la zona de estar, zonas en las que se deposita grasa y suciedad, y revisa las juntas de las baldosas, es el lugar donde suelen acumularse más bacterias y hongos. La limpieza de estas zonas es especialmente importante, recuerda que son áreas por las que caminas descalzo, a la que nos agarramos y en las que los niños se sientan a jugar. Con chorro a presión la suciedad saldrá fácilmente y si las juntas de las baldosas están muy deterioradas o ennegrecidas repáralas con un mortero para juntas especial piscinas.
2. Revisa los mecanismos
Saca y limpia a conciencia cada elemento de la depuradora, si tiene filtro de arena haz un contralavado invirtiendo el sentido del agua para expulsar los residuos que estén atrapados.
Comprueba que todos los mecanismos funcionan correctamente y deja funcionando la depuradora todo un día
para que el circuito se limpie.
Recuerda purgar la bomba de la depuradora periódicamente, si se acumula aire en el circuito puede dejar de funcionar, y límpiala, incluyendo también el prefiltro.
Aplica también un tratamiento antical para mantener en buen estado el interior de los tubos del circuito de agua y comprueba que los reguladores de pH y cloro funcionan bien, puede ser el momento de sustituir los manguitos y tubos por unos nuevos.
3. Prepara el agua
Después de tanto tiempo sin usar la piscina, el agua no estará en las condiciones adecuadas para disfrutar de ella, contiene gérmenes que no pueden retener los filtros y el pH estará descompensado. Mide el pH y comprueba que el valor está situado entre 7,2 y 7,6. Puedes medirlo con tiras reactivas, pastillas o medidores electrónicos y aportar manualmente el producto elevador o reductor según sea necesario, o usar un
regulador electrónico que, además de medir los niveles, dosifica el tipo de producto
que necesita en cada momento.
Por su parte, el cloro debe estar entre 0,5 y 1,5 ppm (partes por millón), o lo que es
lo mismo, entre 0,5 y 1,5 mg/l (miligramos por litro). Aplica un cloro de desinfección rápida directamente al agua siguiendo las instrucciones del fabricante y espera unas horas para volver a medir los niveles con un kit similar a los medidores de pH.
La mejor manera de luchar contra las algas es prevenirlas, ya que una vez instaladas hay que vaciar el agua. Emplea un producto alguicida en las dosis recomendadas por el fabricante, si es una piscina de color mejor que hagas el tratamiento cada semana.
4.Cloración salina: Una alternativa natural
El cloro es el componente que actúa como desinfectante del agua. El método tradicional utiliza productos químicos para introducirlo en el agua, la cloración salina aprovecha el cloro natural presente en la sal común.
Basta con añadir sal al agua al principio de la temporada y colocar un clorador salino en la depuradora. El clorado salino es un aparato por el que pasa el agua de la piscina y que contiene en su interior unos electrodos que descomponen las moléculas de sal (electrólisis) produciendo un cloro ecológico y natural, que desinfecta el agua al salir del clorador. Las moléculas de sal vuelven a unirse y el proceso se repite cada vez que sea necesario.
Este tipo de cloración es apta para todo tipo de piscinas, no deteriora la vegetación cercana ni estropea los materiales de construcción.
¿Es lo mismo que bañarse en agua salada? No. La concentración de sal es tan baja que resulta prácticamente inapreciable, es incluso menor que la que existe en el agua del mar (menos del 10%) por lo que no reseca la piel ni el cabello y tampoco irrita los ojos.
5. Atención a los detalles
Revisa las escaleras, sus anclajes, comprueba que no hay ningún filo cortante y que el antideslizante de los peldaños está en buenas condiciones. La ducha puede tener fugas y el sumidero puede estar atascado y no tragar bien, y limpia, si es necesario, el pavimento que rodea la piscina con un producto desinfectante adecuado para el tipo de revestimiento que tengas.
Una vez puesta a punto la piscina solo queda convertirla en un paraíso de verano en casa. Para Leroy Merlin, a un jardín perfecto no le pueden faltar unas cómodas hamacas, una sombrilla, mesa y otros muebles para disfrutar también de una merienda a media tarde. Saca las toallas del armario, ha llegado el momento de disfrutar de tu piscina.