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Se entiende que la fotografía hoy día está al alcance de las manos de todos, pero no cualquiera podrá concebir una mirada que se caracterice de una u otra manera. En efecto, encontrarnos desde la mirada de Martín Parr no es comparable con ninguna otra, posee cierta agudeza crítica que toca la ironía de la cotidianidad social.
Así como el cine de autor, ocurre con la fotografía. También sucede en las artes plásticas y cualquier otra expresión artística. Quién mire una obra de Dalí sin conocerlo demasiado, sabrá de quién se trata; lo mismo ocurre con Martín Parr, comprendiendo que más allá de sus intensos colores, existe una crítica social a través de la ironía y el humor presente en cada uno de sus trabajos.
¿Quién es Martín Parr?
Martín Parr es un fotógrafo británico, quién desde 1994 es miembro de la Agencia Magnum, reconocido a nivel internacional como uno de los más importantes fotógrafos documentalistas del siglo XX, específicamente en torno a lo social.
A través de su lente, captura momentos específicos del mundo a partir de la gente que le habita, pero desde una única perspectiva; permitiéndonos observarlo con gracia, pero también desde un sarcasmo que suele tocar lo grotesco y exagerado de la cotidianidad.
Es cierto que a través del lente de Martín Parr logramos entretenernos; pero sí nos detenemos a mirar a partir de un ojo más crítico, obtendremos más información determinante. El fotógrafo nos muestra la vida humana desde el ocio, la comunicación y el consumo, sin dejar de hacernos ver cómo vivimos y nos presentamos ante la sociedad a partir de diversos fenómenos internacionales.
Inicios de Martín Parr en la fotografía
Martín Parr nació en Epsom, Surrey, en el Reino Unido el 23 de mayo del año 1952. Desde muy joven, gracias a la influencia de su abuelo, decidió dedicarse a la fotografía, convirtiéndose hoy día en uno de los más destacados cronistas de la imagen de nuestra época.
Geroge Parr era el nombre de su abuelo, un fotógrafo aficionado que le alentó desde muy pequeño a incursionar en la fotografía. Con él recorría lugares a modo de excursión para realizar fotografías que luego juntos revelaban e imprimían. Es así como a los 14 años decidió que quería ser fotógrafo.
Estudios de fotografía
En la Escuela Politécnica de Manchester estudió fotografía desde los 18 años. Tres años después, en 1973, habría completado sus estudios, decidido a continuar su exploración fotográfica con el conocimiento adquirido allí.
A pesar de que su estilo particular está estrechamente marcado por el color casi chirriante en sus fotografías, Martín Parr inició su trabajo con la fotografía en blanco y negro. Bien sea por haberlo adquirido donde estudió, o arrastrado por la influencia primera de su abuelo.
Inicia sus trabajos de campo
A principio de los ochenta decidió documentar la vida cotidiana de las personas en Gran Bretaña, pero enfocándose en reflejar ese deterioro social que se estaba desarrollando durante el gobierno de Margaret Thatcher, y todos aquellos conflictos por los que estaban pasando la clase obrera trabajadora.
Poco tiempo después, se trasladó hacia Hebden Bridge, una localidad del condado inglés Yorkshire, con la finalidad de documentar la vida tradicional y obrera del lugar, aunque más concretamente en torno a las creencias religiosas locales. Este trabajo fue el que catapultaría su carrera.
Conoció a Susie Mitchell, con quién no solo trabajaría en este proyecto titulado Los inconformistas, quién escribía y tomaba nota de todo lo que juntos documentaban: él desde su mirada y lente, y ella desde la palabra. Poco tiempo después se convirtió en su esposa, sin dejar de crear juntos un excepcional documento escrito y visual.
Desde la influencia de Tony Ray Jones
Los inconformistas se trató de un trabajo documental en torno a las iglesias baptistas y metodistas que predominaban la zona de Yorkshire, las los que llamaban “inconformistas” por viajar buscando pobres en el campo de toda Gran Bretaña, celebrando sus cultos en cualquier lugar, sin una Iglesia que les distinguiera, ni una liturgia en concreto, pero allí estuvo Parr para seguirles.
Siendo una primera serie trabajada por el fotógrafo, tuvo la clara influencia de quien a pesar de haber tenido una carrera breve, realizó diversas radiografías en torno al estilo de vida británico: Tony Ray Jones (1941 – 1972). Falleció muy joven a causa de una leucemia.
Desde la influencia de Tony Ray Jones, Martín Parr no solo documentó la vida cotidiana de quienes habitaban tal pueblo, sino que se comienza a introducir lo que veríamos más delante de forma recurrente en sus imágenes: la crítica a partir del sentido cómico y satírico que le caracteriza.
Cada una de estas fotografías, fueron capturadas en blanco y negro, con los inconfundibles granos marcados por el equipo analógico empleado. Su perfecta exposición ante la luz nos muestra tonalidades exactas, con imágenes que casi podríamos sentir vivas y escenas en movimiento.
Abandono del blanco y negro
A pesar de que sus inicios se trataron de la representación documental en blanco y negro, hacia 1983 ya con 30 años, le abandonaría para siempre. Como si de una revelación divina se tratase, la fotografía a color marcaría su peculiar ojo fotográfico ante lo que deseaba transmitir: las contradicciones de una sociedad civilizada y globalizada.
Las fotografías de William Eggleston y Stephen Shore fueron de gran influencia para las fotografías a color que Martín Parr comenzaba a desarrollar, así como también las coloridas postales de John Hinde. Él mismo asumiría posteriormente, que gracias a este cambio, su trabajo se tornó mucho más crítico.
De esta manera comienza a registrar las playas de New Brighton y la gente que las transitaban, específicamente donde se forma el golfo con el noreste de Inglaterra, durante el gobierno de Thacher. Estas fotografías dan un sentido más crítico, llenas de color en un entorno que toca lo grotesco.
Martín Parr capturó a personas que, disfrutando de un entorno familiar, posiblemente vacacional; se rodean de la misma basura que ellos mismos han acumulado. Se alimentan de la comida rápida frente al bote desbordante de desechos que esparcen a su alrededor, e incluso flotando en las aguas y enterrados levemente en la arena que los niños también transitan.
Miembro de la Agencia Magnum
Su trabajo crítico ante la documentación de zonas como las ya mencionadas no tardó en darle el valor que se merecía. Cuando tenía 36 años de edad, en 1988, logró entrar como asociado de Magnum. De esta manera se convierte en miembro de la Agencia hasta 1994, con todos los derechos plenos.
A pesar de ello, no todos estaban contentos con ello. Obtuvo 40% de votaciones negativas, considerándolo no merecedor, pero fueron mayores los votantes a favor. Gracias a ello, se abrieron muchas más puertas para él, llegando a realizar encargos de diversas firmas de moda, tales como las de Louis Vuiton.
Así como estas, muchas más, llegando a publicar sus fotografías en múltiples revistas, periódicos y demás (aunque desde antes ya venían apareciendo en algunas otras). Algunas como Telegraph, Foto, Cámera Austria, entre muchas otras. En muchas de ellas, en diversos números y años distintos.
Cambio de perspectiva a través de la fotografía de viajes
Martín Parr ha sido uno de esos fotógrafos que no paró de viajar para encontrar diversidades a documentar, a lugares en torno al Reino Unido principalmente, así como Estados Unidos, China, Japón, Argentina, Tailandia, Italia, España, etc. por los que se convertiría en un extraordinario cronista de nuestra época.
Han sido más de tres décadas de recolección de información a través de sus viajes, en los que no ha parado de capturar el consumo, el ocio y más, de los individuos, a partir de su visión crítica de fenómenos internacionales, logrando sensibilizar nuestro subconsciente; y a partir de allí, haciendo un auto reconocimiento y quizás, de liberación propia ante realidades que ocultamos.
Más de dos décadas recorriendo Escocia
Fueron más de 25 años que Parr estuvo recopilando fotografías en Escocia, en los que realizó algunas capturas en la isla de Orkney, hasta las calles de Glasgow, dejándonos un enorme registro de ello, quizás, el más grande del fotógrafo británico.
Algunas de ellas muestran una evidente iconografía escocesa, al observar la ropa que llevan puestas algunos retratados, o algún paisaje peculiar, pero sin dejar de lado el toque personal de Martín Parr.
Martín Parr y su fotografía crítica del turismo de masas
Entre los años 1987 y 1994 Martín Parr realizó un viaje a nivel internacional con la intención de recopilar fotografías que formarían parte de otro de sus trabajos de gran importancia: la crítica al turismo de masas, al cual tituló Small World en 1995.
Poco más de una década después, en el 2007, este mismo trabajo sería publicado en otra edición en la que también se incluirían otras fotografías, pero no sin antes haber exhibido este trabajo en diversas ciudades como París, Londres, Edimburgo, y en Palma, España en tan solo un año (entre 1995 y 1996). A partir de allí, se seguiría mostrando, siendo hoy día, aún, de las fotografías más virales de Parr.
Muchos sabrán, la hayan conocido o no, que la Torre inclinada de Pissa no solo es una de las joyas del arte Románico, sino Patrimonio de la Humanidad y uno de los lugares más visitados de esa región italiana, por un gran número de turistas. Además, suelen fotografiarse de una forma muy peculiar delante de ella, a partir de una perspectiva singular, asumen sostenerla.
Siendo esta una de las fotografías más virales y realizadas por todo turista, Parr decidió documentar tal hecho ocurrido en masas. El fotógrafo capturó el momento exacto en el que varios turistas realizan tal posición ante el lente, dando su toque personal, un tanto jocos, en el que muchos podríamos vernos identificado, pero con la gracia que le caracteriza.
Algunos premios recibidos
La Universidad de Gales lo nombró profesor de fotografía en el año 2004, hasta el 2012. Dos años después del nombramiento, recibió el premio Erich Salomón. Más adelante, como parte de su trayectoria fotográfica profesional, recibió el premio PHotoEspaña Baume et Mercier, en el año 2008.
Como parte de este último premio, también recibió un exclusivo trofeo por parte de Eduardo Arroyo, adicionalmente 12.000 euros para la compra de obras, siendo el máximo galardón de tal Festival.
Otros trabajos fotográficos realizados
Maretín Parr no solo quiso quedarse con la crítica hacia el turismo de masas, la iconografía escocesa, o hacia los metodistas y baptistas, sino que se dirigióal grupo de personas poco documentadas: los ricos. Él mismo afirmaría que mientras todos están volcando su interés por los pobres y fotografiarlos, prefirió ir en la línea contraria.
Es así como en el 2009 nació Luxury, un trabajo en el que muestra los lujos multimillonarios, mostrándonos ese exceso con joyas en Dubai, o en Moscú un desfile de modas. Nos mostró una suerte de ficción dentro de una realidad enmarcando algunos rostros operados tocando casi el hiperrealismo.
Ese mismo año, también para Intermon Oxfan entorno a aquella población que quedó afectada por los temporales de Vietnam. Tres años más tarde, nació su libro Life is a Beach, en el que se recopilaron las fotografías que realizó durante toda su carrera, en distintas playas del mundo.
Últimos trabajos de Martín Parr
Magnum Photos International le eligió en el 2014, como presidente. Dos años más tarde, se publica Real Food, en el que se realiza una recopilación de todas las fotografías realizadas a comida.
Entre los años 2016 y 2017 ejecutó el trabajo fotográfico que ese mismo año se publicarían en un libro, Oxford Oxford. En este libro se encuentran al menos 100 fotografías en torno a la vida académica universitaria. Siguiendo su estilo peculiar, documentó la vida cotidiana del universitario, con el colorido que le distinguen como Martín Parr.
Martín Parr, hoy día, con más de cincuenta años de experiencia y más de 120 libros publicados, incluyendo el actual Match Point: Tennis by Martín Parr, sigue manteniéndose abierto a la evolución fotográfica, considerando el móvil como una buena herramienta para las nuevas generaciones, así como los distintos instrumentos para la promoción del trabajo visual y artístico.
Asume una postura bastante abierta en la que expresa que todo aquel que capture imágenes, enfocándose en lo creativo del momento, más allá de tecnicismos, podría considerarse un fotógrafo.