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Tener una casa de vacaciones, donde desconectar del día, descansar y disfrutar de tus seres queridos es realmente un lujo. Incluso, mucha gente decide invertir en una segunda casa que esté mejor que su vivienda principal, para que el descanso esté asegurado.
El propietario de esta casa que os presentamos hoy, ubicada en el campo de Phú Yên, en Vietnam; da gran importancia a esta residencia porque desea disfrutar al máximo de sus hijos en un entorno en calma, que estos puedan tener contacto con la naturaleza y que todos puedan despejarse del ajetreo de la ciudad en la que viven durante el año.
A primera vista, la casa fácilmente puede recordar a una típica de la costa mediterránea, por su apariencia blanca, el tejado de ladrillo y la puerta en azul celeste. Además, los espacios se han configurado entorno a un patio principal, recurso muy típico de este estilo de casas, de tal forma que en la casa hay estancias separadas pero a la vez están unidas.
Esta casa demuestra que con materiales como el cemento, el ladrillo, la piedra y el hierro pueden realizarse construcciones elegantes, que inspiran tranquilidad y muy acogedoras.
Los arquitectos de Story Architecture fueron los encargados de desarrollar el proyecto, que ocupa una superficie de 420 m2 y cuya planta consta de una parte rectangular unida a otra con forma de trapecio. La entrada da acceso justo a esa planta, concretamente al patio principal. A mano derecha quedan las estancias de descanso y a mano izquierda los espacios destinados a hacer vida en conjunto.
Un elemento esencial en la casa es la vegetación, todos los espacios cuentan con plantas que ensalzan la luminosidad de la casa y complementan a los colores. El blanco reina en las paredes, así como el turquesa en las escasas puertas y ventanas y el color marrón de la madera está presente en el mobiliario.
El espacio que está configurado como un sitio de encuentro de los habitantes consta de una cocina, situada a uno de los extremos, una mesa de comedor y, separado por una estatua espiritual, está un modesto salón. Es un espacio amplio y abierto; tanto el acceso al comedor desde el patio como el del salón están determinados por un arco, así como también el acceso del salón a la piscina.
La piscina carece de techo, pero el comedor y el salón sí lo tienen, aunque a diferencia de el que tiene el patio interior, es opaco. No obstante, el techo de esa área continua con la inclinación del techo del patio interior, así como también el muro de la piscina es inclinado.
La casa cuenta con dos habitaciones, ambas están conectadas entre sí por un pequeño patio, a modo de descansillo, y este a su vez está conectado al patio principal. En los espacios abiertos como los patios, la piscina y el pequeño jardín contiguo al salón y la piscina, se han colocado árboles que avivan el ambiente.
Las habitaciones tienen un tamaño distinto: la grande cuenta con un baño más amplio y la pequeña también dispone de uno, menos espacioso pero a cambio tiene acceso a un pequeño patio. Los dormitorios son minimalistas, disponen únicamente de la cama y mesitas de noche como mobiliario, lo que también se amplía al resto de la casa.
A los baños se les da un twist en la decoración al colocar a la mitad de las paredes papel con motivos geométricos que simulan azulejos. El lavabo es de piedra, cuenta con un grifo que simula un bambú y ambos están sobre una mesa de madera. El espejo del baño también es sencillo, con forma de círculo y su borde es una correa negra, que complementa a la perfección con los colores blanco y negro del papel.
Al tener espacios abiertos y paredes en blanco, la casa cuenta con mucha luz natural a lo largo del día, que se aprovecha instalando el menor número de ventanas y puertas. Cuando anochece, pequeños focos de luz proporcionan la iluminación necesaria.
Imágenes de Minq Bui para Story Architecture.