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¿Cuántas veces hemos oído hablar del estilo pop victoriano sin saber realmente qué es lo que le caracteriza? Como su propio nombre indica, el estilo victoriano incluye elementos pertenecientes al estilo victoriano clásico en contraste con otros más modernos. Esta mezcla de estilos da como resultado una decoración clásica y romántica pero con toques contemporáneos.
El estilo victoriano siempre se ha caracterizado por emplearse los tonos oscuros, o más que oscuros, intensos. Rojos, marrones o azules eran los predominantes. Pero en los últimos años ha sufrido un giro, y es que ahora lo que se lleva son los colores suaves y pálidos, con abundantes superficies de color blanco, con el fin de reflejar mejor la luz y dar la sensación de estar ante una estancia fresca y moderna, pero con aires clásicos londinenses.
Al igual que en las pinturas ocurre en las paredes. Ya sean cubiertas por papeles estampados o con una simple mano de pintura, el nuevo estilo victoriano apuesta por los tonos beiges y suaves para combinar el resto de elementos de la sala.
Además, y algo muy típico ahora y entonces, son los detalles arquitectónicos propios del estilo Victoriano. Las terminaciones de los techos o los adornos que recorren el final de las paredes hacen que distingamos claramente que estamos ante una sala de estas características. Y es que no hay nada más típico que las cenefas que recorren las juntas del techo y las paredes.
Como ya hemos dicho, no deja de ser un estilo clásico algo actualizado, por lo que las piezas antiguas de madera tallada no deben faltar. También puedes aprovechar la oportunidad para cubrir o tapizar muebles que ya no usas, como sillones o encimeras. Bastará tener a mano algunas piezas de telas como la seda o el terciopelo y listo.
Sin embargo, no todo tiene que ser de carácter clásico. Mezclados con muebles más contemporáneos conseguiremos el estilo pop victoriano. Eso sí, debes jugar con los colores y las texturas para conseguir un ambiente armonizado sin salirte del estilo que quieres conseguir.
Otro elemento muy clásico y presente en este tipo de decoración son los grandes ventanales. Y algo fundamental dentro de este estilo son las cortinas hasta el suelo. En su origen las cortinas eran de colores oscuros (haciendo juego con el resto de la estancia) y de telas pesadas. Pero ahora la cosa ha cambiado: sí, las cortinas siguen llegando hasta el suelo, solo que ahora escogemos telas de menor peso como la seda y optamos por colores más suaves que dejen penetrar la luz.
En cuanto a los accesorios, los más destacables son los espejos (preferiblemente acabados en tonos dorados), los clásicos candelabros, relojes o las lámparas de araña. Otro elemento que se añade a este estilo victoriano renovado son los cojines o almohadones en cantidad. Y cómo no, suelos repletos de alfombras. A parte de dar calidez a la estancia, son la mejor opción para proporcionar el contraste necesario a la decoración.
Además tendrás la oportunidad de sacar aquellos muebles o piezas decorativas que no tenían su espacio en la decoración anterior, ya que este estilo se caracteriza por no dejar ningún espacio desnudo. la ornamentación y maximalismo está a la orden del día.