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Frank Owen Gehry es un arquitecto canadiense ganador del prestigioso premio Pritzker y reconocido por la originalidad de sus edificios. Entre sus diseños nos encontramos el Museo Guggenheim de Bilbao, muestra del estilo único de este arquitecto.
Ephraim Goldberg es el nombre de nacimiento de Frank O. Gehry. Nació en Toronto (Ontario) en 1929 en una familia judío-polaca que emigró de Polonia. Su padre, Irving, se dedicaba al comercio de materiales y su madre, Thelma, era melómana. En 1947, siendo adolescente, se mudó con sus padres a Los Ángeles y adoptó la nacionalidad estadounidese. Es entonces cuando el apellido de la familia pasa a ser Gehry. En su época veinteañera es cuando decide cambiar su nombre.
Siendo un adolescente tabajó como camionero para mantenerse y poder acudir a distintos cursos en Los Angeles City College. Eligió los relacionados con arquitectura por un presentimiento y terminó sintiéndose atraído por todas las posibilidades que esta disciplina ofrece. Los comprensivos profesores y el encuentro con el modernista Raphael Soriano terminaron por hacerle decidirse a estudiaría arquitectura, aunque su falta de destreza en el dibujo le pareciera un problema.
Estudió en la Universidad del Sur de California de 1949 a 1951, sin acabar la carrera. Trabajó para una firma de Los Ángeles como diseñador antes de retomar sus estudios en la universidad y graduarse en 1954 en Arquitectura. Consiguió terminar la carrera gracias al apoyo económico de su mujer, que trabajaba de secretaria.
En ese mismo año se cambió el nombre a Frank por exigencias de su ahora ex-mujer. Tras graduarse en arquitectura, trabajó para la prestigiosa firma de Victor Gruen y asociados, aunque se tuvo que marchar un año para cumplir con su servicio militar.
Tras servir a la Armada de los Estados Unidos, estudió urbanismo en la Universidad de Harvard, en Cambridge, de 1956 a 1957, sin terminar la carrera. Tras estos estudios, volvió a la Costa Oeste a trabajar, primero para Pereira y Luckman, y después volvió con Gruen. La firma de Gruen contaba con mucho éxito en el estilo utilitarista del momento, pero a Gehry no le convencía.
En 1961 se trasladó a París con su mujer e hijas, donde trabajó en el estudio del arquitecto André Rémondet. Su estancia en Francia duró un año y le permitió estudiar las obras de Le Corbusier y de otros arquitectos europeos y las iglesias románicas.
En 1963 abrió su propio despacho en Los Ángeles, Gehry Associates, que más tarde pasaría a llamarse Gehry Partners, LL. Durante cuatro años trabajaría dentro del estilo internacional que comenzaron Le Corbusier y La Bauhaus. A pesar de eso, se introdujo en las vanguardias que crecían en las comunidades de Venice y Santa Mónica.
De esa forma pasó más tiempo con pintores y escultores como Ed Kienholz, Bob Irwin, Ed Moses y Ed Ruscha, que buscaban nuevos usos y reciclaje para los subproductos de la civilización industrializada, lo que influyó a Frank Gehry.
Ganó la atención nacionalmente gracias a la popularidad repentina de una serie de muebles que había construido con cartón industrial ondulado, «Easy Edges». Además, construyó originales casas para amigos artistas, como Ruscha. Durante los 70 la mayoría de sus edificios eran convencionales, como The Rouse Company Headquarters (Columbia) y el centro comercial Santa Monica Place.
Para poder ser todo lo creativo que quería, decidió reconstruir su casa y llevar a cabo un nuevo estilo de construcción doméstica. De esa forma, tomó elementos poco atractivos de las casas americanas, como la tela metálica, contrachapado sin acabar y aluminio ondulado para hacer de ellos elementos llamativos. También desnudó las paredes de las habitaciones dejando ver los elementos estructurales del edificio. Esto llamó la atención y despertó críticas positivas y negativas.
O. Gehry decidió seguir con este estilo de trabajo en sus construcciones públicas y trabajos comerciales. Los Ángeles prueban la evolución en las obras del arquitecto, como en Frances Goldwyn Branch Library, California Aerospace Museum y Loyola University Law School. Muchos de sus trabajos durante este período cuentan con decoraciones como peces a base de formica y objetos decorativos con formas de serpientes.
En 1974 se le eligió como miembro de College of Fellows de ALA y en 1983 ganó el premio de la American Academy y el Institute of Arts and Letters. En la década de los ochenta crea una serie parecida a Easy Edges llamada Experimental Edges, pero en esta ocasión los muebles presentan un aspecto menos acabado.
A mediados de la década de los ochenta atrajo la atención internacionalmente. Es entonces cuando se le encargó la construcción de Vitra Furniture Factory de Basel (Suiza) y Vitra Design Museum de Weil-am-Rhein (Alemania), lo que le hizo ganar popularidad dentro del mundo de la arquitectura gracias a sus diseños divertidos.
Su mayor característica es la habilidad de jugar con las formas geométricas para crear otras nuevas más complejas, lo que los críticos han denominado «deconstructivismo«. En 1989 recibió el premio más importante de arquitectura, el premio Pritzker en reconocimiento a su trabajo.
Tras ganar el premio se encargó del diseño del Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles pero la falta de financiación y las disputas políticas retrasaron el proyecto varios años. En 1990 terminó el Museo de Arte Weisman en la Universidad de Minnesota, construida con ladrillo y acero inoxidable.
Se interesó en la colaboración con otros artistas, como hizo para la oficina central de Chiat Day (Venice, California), cuya entrada tiene forma de binoculares gigantes que fueron diseñados por Claes Oldenburg y Coosje Van Bruggen.
No se limitó a diseñar edificios para Los Ángeles, sino que también creó importantes obras en otros países. Dancing House, en Praga (República Checa) es otro ejemplo de la originalidad y las formas divertidas que caracterizan a Gehry. Está compuesto por dos cilindros que se ondulan frente al río Vltava, por lo que ha sido apodado por los ciudadanos de la capital checa «Fred and Ginger».
En 1992 ganó el Premio Wolf. En 1997 terminó el Museo Guggehheim de Bilbao, considerado su trabajo más espectacular. Como hace con todos sus diseños, se imaginó la forma del edificio.
La esbozó a mano de forma simple pero usar un ordenador le permitió construirlo con formas excéntricas, irregulares y con numerosas curvas que se enfrentan a los diseños rectilíneos que predominaban en aquellos momentos.
Esto hizo que los modernistas más conservadores criticaran su obra por ser muy excéntrica pero, además, el Museo Guggenheim le dio fama mundial y pasó a ser un starchitect, un arquitecto que ha conseguido tal fama que es un icono del mundo de la arquitectura y es reconocido por personas ajenas a ese círculo. Tras el museo de Bilbao, no decepcionó con su diseño de Experience Music Project Museum en Seattle.
Finalmente, en 2004, su trabajo para el Walt Disney Concert Hall en Los Ángeles se mostró al público con una gran fiesta y pasó a ser un punto de referencia de la ciudad. Su trabajo se caracteriza por el deconstructivismo y su diseño, anterior al del Guggenheim, recuerda al del museo bilbaíno por el uso del titanio.
Los tubos del órgano fueron comparados con patatas fritas por numerosos críticos pero al público le gustó y, además, O. Gerhry tenía experiencia en reconstrucciones de salas de concierto y anfiteatros, lo que hizo que la acústica fuera buena.
En los últimos años O. Gehry ha prestado su creaatividad a diseños que no están relacionados con la arquitectura, como la botella de Wyborowa Vodka y joyería para Tiffany & Co, y el Trofeo de la Copa Mundial de Hockey, entre otras cosas. En el 2006 Sydney Pollack dirigió una película documental sobre su trabajo titulado «Sketches of Frank Gehry» (Apuntes de Frank Gehry).
Los últimos proyectos en los que ha trabajado son en Barclays Center Sports Arena de Brooklyn (Nueva York), del que fue despedido, el futuro Museo Guggenheim en Abu Dhabi y una sala de concierto para la New World Symphony de Miami Beach. Destaca su proyecto de Grand Street en el que pretende cambiar la vía pública desde Los Angeles City Hall hasta Disney Hall y Gehhry fue considerado el arquitecto más importante de esta época.
En el 2012 la revista Vanity Fair hizo una escuesta a los 52 arquitectos y críticos de arquitectura más conocidos para conocer el trabajo de arquitectura más importate de los últimos 30 años. El primer puesto fue para el museo Guggenheim.
O. Gehry considera la arquitectura como un arte. Además, fue uno de los primeros arquitectos en usar como herramienta de trabajo un ordenador con el que realizar sus diseños. De hecho, considera que sin la informática no hubiese llegado a realizar los diseños que le han hecho tan popular.