Contenidos
En estudios llevados a cabo por las universidades de Yale y Oxford, se demuestra que hacer ejercicio durante 30 minutos o más al día de tres a cinco días a la semana puede mejorar significativamente los síntomas de depresión o ansiedad.
Si necesitas un motivo más además de la pérdida de peso, el mantenimiento de la figura y la mejora de tu salud, entrenar de forma habitual te convertirá en una persona más feliz. Los especialistas de Freeletics, nos cuentan por qué al terminar nuestro entrenamiento habitual, tenemos esa sensación de bienestar, tanto físico como emocional.
Dicen que el deporte es el elixir de la felicidad, y es una idea que está bien fundamentada. Cuando entrenas, tu salud mental te lo agradece. De hecho, tenemos una buena noticia que darte, contrastada por la ciencia: si entrenas, puedes llegar a ser más feliz.
Así lo apuntan también los expertos de Freeletics, que no dudan en afirmar que practicar deporte con asiduidad es clave para convertirnos en personas más felices. Y es que ¿quién no ha sentido, al terminar su entrenamiento habitual, una sensación de bienestar, tanto físico como emocional?
Quizás muchos de vosotros ya lo hayáis notado. Puede ser el sentimiento de pura satisfacción después de completar una rutina o la alegre anticipación a la siguiente; incluso la confianza creciente en tus propias capacidades. De esto son responsables algunos procesos bioquímicos y la liberación de las llamadas hormonas de la felicidad. Las más conocidas son la endorfina, la dopamina y la serotonina.
“El ejercicio físico en general, y el fitness en concreto, es bueno para la salud de todo nuestro cuerpo, incluida la mente. Cuando hacemos deporte nuestro cuerpo produce sustancias químicas que nos ayudan a sentirnos bien. Reduce las posibilidades de sufrir depresión y disminuye la ansiedad porque nos ayuda a desconectar, a liberar estrés”, destacan desde Freeletics.
Y todo ello está corroborado por la ciencia. Así, en estudios llevados a cabo por las universidades de Yale y Oxford, demuestran que hacer ejercicio contribuye más a nuestra felicidad que el dinero. Tanto es así, que hacer ejercicio durante 30 minutos o más al día de tres a cinco días a la semana puede mejorar significativamente los síntomas de depresión o ansiedad.
Dopamina y serotonina, hormonas del deporte
Solo hacen falta veinte minutos de running suave para incrementar de forma considerable el nivel de dopamina. Sin embargo, con los deportes de alta intensidad como Freeletics, el cerebro empieza a liberar dopamina pasados pocos minutos. Esta liberación te hace estar más alerta, más centrado y mejora la concentración. Y para rematar, hace que entrenar sea aún más divertido.
Al estar deseando volver a sentir esa felicidad cuanto antes, casi no puedes ni esperar a que llegue la siguiente sesión de entrenamiento. Cuanto más entrenes, más dopamina se liberará. Esta hormona es la razón principal por la que te sientes bien haciendo ejercicio, por la que eres capaz de terminar una rutina aunque tu cuerpo y mente quieran abandonar y la que te permite aumentar el rendimiento.
Después de entrenar, el nivel de dopamina desciende, mientras que el de serotonina aumenta. La serotonina es la antagonista hormonal de la dopamina y tiene varias funciones: entre otras, está involucrada en la regulación del ciclo del sueño y la temperatura corporal, controla el apetito y disminuye la sensación de dolor. Se la conoce como una de las hormonas de la felicidad porque cuando se libera lleva a una sensación de satisfacción interior.
¡A largo plazo más feliz!
El efecto de estas hormonas no se limita únicamente al momento inmediato del entrenamiento. Si haces ejercicio con regularidad, la concentración de hormonas crece de modo continuo en la mayoría de áreas del cerebro. Y los efectos secundarios tan placenteros que conlleva son un mayor poder de concentración y un aumento de la alegría y la satisfacción.
Además, las sesiones de ejercicios cortas e intensas como las de Freeletics también ayudan a reducir el nivel de la hormona del estrés, el cortisol, incluso a largo plazo. Así aumenta tu resistencia al estrés, tanto si su origen es físico o mental.
Cuando se llega a la combinación perfecta de dopamina, endorfinas, presión sanguínea y respiración, puedes alcanzar lo que se conoce como «flow». Se trata de una sensación de poder infinito, con la que solo sientes felicidad. Entre los corredores, a este estado también se le conoce como el «subidón del corredor», haciendo referencia a su efecto extático. ¿Has experimentado ya este fenómeno?
Imagen portada: DepositPhotos