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Estábamos tardando en sacar algún hotel con encanto. Y es que hay muchos se merecen un reconocimiento a la creatividad y al gusto con el que han decorado cada uno de sus espacios y el cuidado con el que tratan a sus huéspedes.
Es el caso de La Hostellerie de la Pomarède, un magnífico castillo cátaro del siglo XI que Nathalie y Gérald Garcia han restaurado con un gran gusto estético. Se compone de siete habitaciones en la parte superior del edificio a las que se accede por un pasillo estrecho de luz tenue que nos envuelve en una atmósfera medieval mágica.
A la altura del hotel se encuentra su restaurante, en el que ofrecen platos especiales con sabores muy propios y productos frescos de temporada de la región.
Su spa y piscina son el complemento que hace de la estancia redonda. En un enclave privilegiado, sólo con observar las imágenes tenemos ganas de teletransportamos a ese lugar que irradia tranquilidad y de saborear sus exquisitos platos.