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Cuando se pusieron en contacto con Ferrán Vizoso, los dueños de esta casa en Menorca, tenían clara una cosa, la construcción debía integrar el exterior con el interior, creando una comunión entre la naturaleza de la finca y el hogar.
El arquitecto español Ferrán Vizoso en colaboración con Jesús Cardona encontró la solución perfecta, a través de la utilización de cuatro porches situados cada uno apuntando la dirección de un punto cardinal. El peculiar conjunto resultante, es un espacio único repleto de ángulos irregulares, diseñado cuidadosamente alrededor de los cuatro patios iniciales, de forma que cada uno de los edificios enmarca una vista específica del panorama.
La idea principal era aislar a la casa del exterior reservando la privacidad de sus dueños, al mismo tiempo, que les permitía disfrutar de las maravillosas vistas de su parcela. La solución creada por Ferrán fue la instalación de paredes invertidas, en forma de embudo, que por su curioso diseño permiten apreciar las vistas desde el interior hacia el exterior, pero no al contrario.Para lograr ampliar este efecto, las puertas correderas de cada una de las unidades, se abre y se oculta en la pared, de forma que cuando todas las puertas se encuentran abiertas, los cuatro porches se conectan frontalmente y la casa se convierte en un gran patio cubierto, pero al aire libre.
Otro elemento esencial son las claraboyas triangulares con cristal de doble espejo,que recorren los techos de cada uno de los edificios, llenando el interior de reflejos caleidoscopios y permitiendo el acceso desde el interior a un paisaje único.
La casa esta inspirada a pesar de su patente modernidad en los caseríos menorquines tradicionales, en los que la conjugación entre naturaleza y hogar era esencial. Como resultado obtenemos, sin embargo, una casa de apariencia moderna, muy geométrica basada en la composición de cuadrados y triángulos. Cuya máxima expresión son los baños de la casa donde las repisas, la ducha y los lucernarios son triangulares. A través de las claraboyas se filtra la luz solar creando reflejos mágicos.
Como elemento unificador del hogar, Ferrán Vizoso ha establecido la luz del sol que tan especial se vuelve en el mediterráneo. Decidiendo que todas las estancias de la casa fuesen recorridas por el sol en algún momento del día, llegando a la máxima apreciación de esta luminosidad en verano, momento en el que los dueños se trasladan a Menorca desde Madrid, para vivir y disfrutar de la casa.