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Algo cada vez más habitual en nuestros hogares es tener amplias estanterías repletas de libros pero, ¿solo de forma decorativa? Los amantes de la lectura saben que para disfrutar de un buen libro no solo hacen falta ejemplares, sino también un buen entorno que acompañe la lectura.
Es aquí donde abrimos el abanico de posibilidades. Hay a quienes les gusta que su rincón de lectura sea muy decorado, un espacio repleto de estanterías e incluso varios sitios donde poder sentarse y disfrutar de su libro. Otros sin embargo prefieren que el entorno sea de lo más minimalista: bastará un simple asiento y una buena entrada de luz (si es natural mejor) para proporcionar a ese espacio el aire de confort y relax que requiere la lectura.
Como es natural, existen múltiples opciones de decoración para nuestro pequeño “refugio”. La sobriedad y elegancia suelen ser los elementos predominantes en estos rincones, y para conseguirlo qué mejor manera que optar por colores tenues o pasteles. La gama de tonos grises o tierra son ideales para lograr este tipo de atmósfera. Incluso el blanco, tan simple y básico que nunca nos falla. Son colores que reflejan la luz solar y aprovechan al máximo la luz natural.
Otra opción son los papeles de pared. Ya sean lisos, con motivos florales o cualquier otro estampado (siempre y cuando sean en tonos claros) darán a nuestro espacio de lectura un toque relajante sin conseguir desviar nuestra atención de lo primordial: nuestro libro.
De este modo, aparte de dotar al espacio de un ambiente agradable y cálido, conseguirán que la luz predomine durante el mayor número de horas.
Al ser un espacio de lectura, pasarás gran tiempo en él. Por ello el sillón o silla que emplees será una elección fundamental a la hora de armar tu pequeña guarida. Otro elemento que genera gran confort visual y a la vez consigue amplificar la calidez del entorno es el uso de alfombras.
La decoración influye enormemente en conseguir una atmósfera relajada y cautivadora, que nos aísle del estrés del exterior y consiga embarcarnos en un mar de relajación y desconexión.
La cohesión de todo ello hará que nuestra imaginación eche a volar y no solo sintamos que estamos en nuestro rincón de lectura, sino también en un pequeño ambiente, creado por nosotros, donde poder desconectar y dedicarse a cualquier actividad que requiera del silencio y la comodidad necesaria para una buena sesión de lectura.