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La tecnología de impresión en 3D es una de las más revolucionarias y prometedoras del panorama actual, y cada día se descubren nuevos usos: para moda, para construcción, para medicina…
Ya os habíamos hablado en otras ocasiones de originales e innovadores proyectos llevados a cabo con esta tecnología, en los ámbitos del arte, el diseño o la arquitectura; pero las aplicaciones que se le están dando no dejan de crecer y reinventarse y cada vez se encuentran más posibilidades a esta extraordinaria técnica. Por eso, hoy os traemos otra serie de proyectos que nos han llamado especialmente la atención y que demuestran que con ingenio y las herramientas adecuadas, somos capaces de hacer cosas cada vez más extraordinarias.
Por ejemplo, el artista holandés Theo Jansen ha diseñado y creado unas estructuras gigantes de 12 metros de largo cuyo diseño ha sido procesado mediante tecnología 3D (con la que ha creado códigos accesibles a todos los artistas y pequeñas réplicas; las estructuras a tamaño 1:1 están construidas con varios elementos como botellas de plástico o tubos reciclados), que son capaces de desplazarse y que él ha llamado «strandbeests» («animales de playa») y describe como «una nueva especie». Esta suerte de mecanismos kinéticos pueden no solo caminar, sino hacerlo de forma inteligente respondiendo a su entorno.
Michael Hansmeyer y Benjamis Dillenburguer se han propuesto, con su proyecto Digital Grotesque, crear una habitación completa a tamaño real de extraordinario diseño y detalle, que verá la luz el 22 de julio. De momento ya han dado conocer un prototipo en escala 1:3 de algunos de los complejos objetos arquitectónicos que integrarán el trabajo final. En total, 80 millones de superficies generadas mediante la tecnología de software e impresión 3D.
Si el proyecto de Hansmeyer y Dillenburguer es más artístico, el de la empresa china Winsun New Materials es más ambicioso: en solo un día consiguieron construir 10 casas de tamaño real y además eco-friendly, puesto que fueron creadas enteramente mediante material reciclado (restos de otras obras y procesos industriales) con una impresora 3D gigante, que produjo las piezas y después éstas fueron ensambladas mediante grúas.
Además de a la arquitectura, la impresión 3D está demostrando ser una aportación muy valiosa al ámbito médico: por ejemplo, Tara Anderson, que trabaja profesionalmente con la tecnología 3D, trabajó junto con el ortopeda experto en perros Derrick Campana para diseñar y fabricar una prótesis que permitiese corregir un defecto de nacimiento de su mascota, Derby, que le impedía caminar.
Otro caso enternecedor de cómo la tecnología 3D puede usarse de mil maneras es el de Tatiana, una mujer ciega que, gracias al trabajo de Huggies Brasil y la Agencia Mood, pudo tocar una réplica 3D de su bebé creada a partir de la imagen de su ecografía.
Hace un tiempo os hablamos del calzado diseñado por Earl Stewart mediante esta tecnología. Pues bien, otros artistas se han apuntado a las posibilidades artísticas y creativas de la impresión 3D aplicada a la moda y durante la Milán Design Week de este año hemos podido ver la exhibión «Re-inventing Shoes», un proyecto conjunto de United Nude y 3D Systems (empresa en la que, por cierto, trabaja Tara Anderson, la dueña de Derby) que han hecho realidad los diseños de Ben Van Berkel, Fernando Romero, Michael Young, Ross Lovegrove y Zaha Hadid.
Éstos son solo algunos ejemplos de lo mucho que se está experimentado con la impresión 3D. Seguro que dentro de poco os traeremos otra entrada con nuevas ideas, aplicaciones y ventajas de esta tecnología que no deja de sorprendernos.