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Hoy hablaremos del loft bohemio que poseen los fotógrafos Inez van Lamsweerde y Vinoodh Matadin en Nueva York. Este precioso apartamento neoyorkino, situado en el Lower East Side, surge de la necesidad de aunar los dos espacios que la pareja adquirió en diferentes momentos.
Estos dos afamados fotógrafos, cuyos trabajos audaces y creativos se han visto en gran cantidad de revistas, galerías y museos, adquirieron en el año 1966 su primer apartamento en una fábrica de hielo de principios de siglo XX . Posteriormente, y con el nacimiento de su hijo, se compraron el loft adyacente.
Sin embargo, estos dos apartamentos suponía un desafío. El segundo piso que compraron se situaba 17 pies por encima del primero, lo que hacía que existiera un espacio entre ambos. Durante tres años la pareja buscó el modo de aunar estos espacios con el fin de crear uno nuevo donde poder vivir más cómodamente. Además, debían encontrar la forma de obtener una vivienda estéticamente bella, pero también funcional, que se adaptara a sus necesidades cotidianas.
Finalmente encontraron la solución gracias a Simrel Achenbach, al que contrataron para desarrollar el proyecto. Con su propio taller en Broklyn, Descience Laboratories, y su gran experiencia en el arte y el diseño, este maestro carpintero integró en este trabajo el diseño contemporáneo y el modernismo del siglo XX, dando importancia a los procesos y los materiales utilizados. Además contó con el también diseñador Daniel Sachs de Sachs Lindores como colaborador en esta tarea.
La idea del experimentado interiorista fue la de demoler la pared que separaba ambos apartamentos, dando lugar al que se puede observar actualmente en las fotografías. Un loft de 3.400 metros dividido en dos franjas de espacio a diferentes alturas: un área principal y un altillo fijado justo encima de las salas comunes.
Un apartamento realizado en su totalidad en madera: las puertas hechas en roble, los gabinetes de la cocina de madera de aliso y los suelos de tablones anchos de pino. Una gran labor de ebanistería que le confiere a la vivienda el toque bohemio que tanto le caracteriza.
Las habitaciones, también realizadas en madera, presentan una gran diferencia. Mientras que el dormitorio familiar está más ricamente decorado con diferentes motivos y telas, el cuarto del pequeño Caleb es de estilo minimalista donde los armarios dominan la estancia con una cama empotrada.
Una nueva vivienda que incluimos dentro de nuestra selección de apartamentos neoyorquinos y que nos encanta por su estilo cuidado y su decoración moderna.
Imágenes: theeyesandthehands, trendland, sachslindores,