Alta cocina en el Mercado de San Miguel

En pleno Madrid encontramos un edificio único, un espacio culinario en el que la mano del chef pasa a un segundo plano y el protagonista es el producto. Hablamos en otra ocasión del Mercado de San Antón y hoy nos adentramos en la alta cocina del antiguo Mercado de San Miguel.

En 1916 se inaugura el Mercado de San Miguel. Aunque no nace de la nada, ya desde 1809, los mercaderes se apostaban en la zona para vender su género. Su construcción se la debemos agradecer a Adolfo Dubí y  Díez.

Si algo destaca en él es su peculiar estructura, basada en soportes de hierro fundido, lo que denominamos arquitectura del hierro. El único que queda en pie con estas características. Esta obra está considerada Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento.

En el 99 la Comunidad de Madrid, en un intento fallido de reactivación, realizó una reforma al edificio, pero parecía abocado a la extinción, las grandes multinacionales y cadenas de supermercados empezaron a ser una competencia muy fuerte. En 2009, concretamente el 13 de mayo, reabre sus puertas por la intervención de la Sociedad de Gastrónomos de San Miguel. Su reapertura pretendía que el Mercado de San Miguel llegara a ser un Centro de Cultura Culinaria, desde luego han conseguido convertirlo en un punto de referencia alimentaria.

La idea central es la de ser una comunidad de empresarios, expertos en sus productos. En el Mercado de San Miguel podemos encontrar mercancías de todo tipo desde Raza Nostra, una carnicería que selecciona al día las mejores carnes de ternera, cerdo, cordero y una buenísima selección de productos derivados de la carne, embutidos. Su especialidad, la ternera de razas del país, podrás hallar cada día Carne de Retinto de Extremadura, o la Carne Morucha de Salamanca, carnes que difícilmente encontrarás en la capital.

Ubicado de manera muy especial y original, casi tanto como su producto, está Ergoin, un viejo puesto de helados hace de espacio ideal para la venta de productos ecológicos, un lugar idóneo para conseguir re-descubrir el sabor tradicional de los productos artesanos. Entre sus especialidades los helados de leche e ingredientes ecológicos.

La yogurería uno de los establecimientos del Mercado de San Miguel  fue uno de los primeros establecimientos en traer a España el exitoso frozen yogurt, cuando en 2010 ya arrasaba en USA e Italia. Sus productos se fabrican al día, con leche fresca y yogures desnatados, sin ningún tipo de aditivo, colorantes o elemento artificial, que estropee la calidad de su producto.

Lo cierto es que más que un mercado es un lugar de encuentro entre clientes y profesionales, un lugar de culto a la buena comida y a una forma diferente de entenderla. Un mercado tradicional con ventajas del siglo XXI.