La Terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, conocida por su arquitectura vanguardista y sostenibilidad, ha incorporado una nueva estación de autobuses en su entorno como parte de un ambicioso plan de mejora de infraestructuras. Este proyecto no solo refuerza la conectividad terrestre, sino que también apuesta por la accesibilidad, la seguridad y la eficiencia energética.

Una renovación clave para el transporte intermodal de Madrid


El estudio de arquitectura efebearquitectura y la ingeniería Proinller han liderado la remodelación de esta infraestructura, contando con la colaboración de la empresa gallega Comenza, que ha instalado más de 500 metros lineales de su sistema de barandillas GlassFit SV-1401, reconocidas por su combinación de diseño minimalista y alta resistencia.

Barandillas de vidrio: estética, seguridad y cumplimiento normativo
La elección del sistema GlassFit SV-1401 no ha sido casual. Este sistema, que se monta en superficie, ofrece una estética limpia y contemporánea gracias a sus perfiles de vidrio sin marco visible. Incorpora un sistema de drenaje interno y la tecnología LEVEL IN, que facilita una instalación precisa desde el interior, lo que ha sido clave para respetar los tiempos de ejecución en una infraestructura de alto tránsito como lo es una terminal aeroportuaria.

Además, cumple rigurosamente con las exigencias del Código Técnico de la Edificación (CTE), tanto para usos privados (0,8 kN/m) como públicos (1,6 kN/m). Este sistema ha sido ensayado según la norma UNE 85-238, aplicando un coeficiente parcial de seguridad de 1,5, lo que garantiza su resistencia y fiabilidad. Asimismo, cuenta con certificaciones internacionales como el Avis Technique del CSTB en Francia, lo que avala su calidad más allá de las fronteras nacionales.



Un proyecto arquitectónico que mira al futuro
La estación de autobuses se ubica en la parcela norte del aparcamiento público P4, y su diseño responde a la necesidad de liberar espacio en las dársenas originales de la T4, mejorando así los flujos de pasajeros y la intermodalidad entre avión, autobús y otros medios de transporte.




Francisco Benítez, arquitecto del estudio efebearquitectura, destaca que la estación ha sido concebida “como un espacio funcional, seguro y accesible, pero sin renunciar a la elegancia arquitectónica”. Grandes rampas interiores, acristalamiento perimetral de seis metros de altura y barandillas de vidrio expuesto permiten una visión clara del entorno, facilitando la orientación del viajero y creando una atmósfera abierta y luminosa.
Desafíos técnicos y soluciones sostenibles

El proyecto no estuvo exento de complejidades. Entre los retos más destacados se encuentran la construcción de una infraestructura capaz de albergar 30 dársenas con vistas a 2030, la previsión estructural para una futura cubierta con capacidad para cuatro plantas de aparcamiento, y una cimentación cuidadosa para no interferir con el cajón ferroviario subterráneo ya existente.

A estos desafíos estructurales se sumó un fuerte compromiso con la sostenibilidad. El diseño incorpora una cubierta verde, una solución bioclimática que ayuda a regular la temperatura, filtrar el agua de lluvia y mejorar el entorno urbano. Además, la estación aprovecha al máximo la luz natural, reduciendo el consumo energético mediante muros cortina y amplias aperturas en el techo.

Colaboración técnica y excelencia en el diseño
La colaboración entre Comenza y los responsables del proyecto ha sido un pilar clave en su éxito. El equipo de arquitectos valora especialmente el acompañamiento técnico desde las fases iniciales, lo que ha permitido que el diseño conceptual se traduzca fielmente en la obra ejecutada. “Buscábamos barandillas que aportasen seguridad sin sacrificar la estética, y con el sistema GlassFit SV-1401 lo hemos conseguido”, apunta Benítez.

Por su parte, Carlos Domens, Área Sales Manager de Comenza, subraya la importancia de participar en un proyecto tan estratégico: “La T4 es una de las infraestructuras más relevantes del sistema aeroportuario europeo. Haber contribuido a su mejora refuerza nuestro compromiso con soluciones seguras, estéticamente impecables y con plenas garantías de cumplimiento normativo”.
Una estación preparada para el mañana
La nueva estación de autobuses de la T4 tiene una mejora funcional para los viajeros, también un ejemplo de cómo el diseño arquitectónico, la ingeniería avanzada y los materiales de alta calidad pueden trabajar juntos para crear espacios eficientes, seguros y visualmente atractivos. La integración del sistema de barandillas de Comenza en este entorno pone de relieve la importancia de cada detalle en infraestructuras de gran afluencia, posicionando a esta estación como un modelo a seguir en el desarrollo del transporte intermodal urbano.