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Se acerca el otoño y, como todos los años, nuestra recomendación es transformar algún rincón de nuestra casa para conseguir esa sensación de novedad. Ese empuje que necesitamos para prepararnos a estar más tiempo en casa y tener un aliciente más para recogernos en nuestro rincón más especial.
Tras la explosión vegetal, de la que somos fans incondicionales, ¿por qué no echamos la vista al pasado y recurrimos a los años 60 o 70 para retrotraernos a otra época y refugiarnos en ella? Los papeles de pared retro están en auge y, además de rompedores, llenarán de personalidad el rincón que elijamos para ellos.
Formas geométricas y todas las tonalidades que podamos imaginar (algo apagadas lo que ayuda a dejar a un lado las estridencias) y patrones que se acercan en ocasiones a lo psicodélico, pero sin excesos, lo justo para que podamos convivir en calma con estos diseños.
Entre los geométricos encontramos exágonos:
Tramas algo más complejas que a base de dos tonos llegan a configurar formas cuadradas en giro en la composición general:
Combinaciones de formas triangulares inscritas en cuadrados. En este caso, los tonos pastel hacen que este papel sea una buena mezcla entre el retro (al que nos llevan los tonos apagados y, en especial el marrón) y lo nórdico: el blanco, turquesa y gris azulado nos ayudan a combinar este papel perfectamente con muebles sencillos, colores y materiales muy básicos como el blanco, la madera…etc.
Lo mismo nos ocurre con este modelo mostaza. Y es que si bien el mostaza atravesó lo retro para llegar a ser un color de total actualidad. La trama triangular de este papel nos acerca también a lo nórdico. Combina perfectamente con todas las gamas de ocres a marrón. Pero sin duda, nuestra mezcla predilecta con el mostaza es el blanco, que ya en el mismo papel viene marcando los límites de las formas geométricas. Cualquier rincón con un papel así, se llenará de luz y originalidad.
Y para los que les guste el toque geométrico, pero a la vez los lugares más oscurecidos que llaman aún más la concentración dentro del hogar, ¿qué tal seguir con patrones similares a los anteriores (en esta ocasión algo más grandes, por lo que se recomienda que el espacio también lo sea), pero con unos tonos más oscuros que comprenden grises y marrones con beiges?
Después llegamos a las formas cercanas a la psicodelia, con patrones geométricos con esquinas pulidas y tramas internas más complejas atreviéndose más si cabe en la combinación entre los pares de colores. Esto ya nos desplaza por completo a esa época a la que hacíamos referencia y llena de personalidad nuestra casa.
Desde tonos cálidos como los beiges y naranjas…
Hasta otros más atrevidos como los lilas y turquesas que encontramos con fuerza en este papel que no dejará indiferente a nadie.
Desde tramas diminutas que resultan un poco más discretas (aunque mantienen lo divertido del papel)…
Hasta otras más grandes que alegran cualquier rincón y hacen de él algo único.
Y por último, ¿qué tal una mezcla entre la tendencia vegetal y el último Pantone de moda y esta tendencia de papeles decorativos retro? Este modelo lo vemos idóneo para una cocina, aunque realmente los amantes de lo verde, estamos seguros de que encontrarán que cualquier lugar puede quedar perfecto con el toque de este papel de pared.
Nosotros lo tenemos claro, para la vuelta al cole estos papeles decorativos son una gran opción para hacer ese pequeño cambio en casa que nos dé el empujón a la rutina. Esperamos que os hayan gustado y nos contéis si habéis optado por esta opción y, por supuesto, ¡bienvenidas serán las imágenes de ejemplo de cómo ha quedado en ese universo particular que es vuestro hogar!