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Si de nuestro hogar se tratar, la clave para nosotros siempre va a ser la eficiencia. Por ello dentro de las posibilidades para nuestra casa está: el depósito de agua. Algo tan sencillo como disponer de agua caliente en nuestro hogar o cocina se resuelve gracias a estos depósitos.
Lo que tienes que saber de los depósitos de agua
Para empezar vamos a aclararos el concepto, un depósito de agua es un dispositivo que recoge agua, la almacena y a su vez, la calienta a través de un sistema interno. Lo que se consigue en este proceso es llevar a nuestro hogar agua caliente a través de energía eléctrica o utilizando gas doméstico. La temperatura que alcanza el agua puede llegar a ser elevada, lo que conlleva disponer de agua a distintas temperaturas como se elija y con una temperatura constante.
La capacidad de cada depósito varia según las necesidades, podemos encontrar dispositivos más pequeños de 80 litros, o más grandes hasta 5.000 litros. A pesar de ello, lo más habitual son depósitos de agua de 500 litros a 1.000 litros. Los materiales en los que se encuentran son: acero con protección Polywarn, acero inoxidable, acero Inox Premium y acero Vitrificado.
Depósitos de inercia, qué son y por qué utilizarlo
Como os hemos comentado tener agua caliente al instante de manera eficiente es muy fácil gracias a estos dispositivos. Empecemos por explicar qué es un depósito de inercia, estos depósitos son complementarios a los de agua caliente (o incluso fría) mejorando su rendimiento.
Esto se debe a que cuando estando en marcha, paramos y volvemos a iniciar el dispositivo, este sufre mecánicamente hablando. Para evitarlo existen estos depósitos de acumulación de agua, fría o caliente, los cuáles buscan mantener un volumen de agua que aumentará la inercia térmica del sistema. Esto tiene muchas ventajas de cara al usuario, ya gracias de esta forma se rentabiliza el consumo energético del equipo y en el confort térmico y por ende en la durabilidad que tenga vuestro dispositivo.
Depósitos perfectos para hogares con energía solar
Y es que a pesar de necesitar gas o energía eléctrica también existe la posibilidad de aprovechar la energía solar. Existe un dispositivo acumulador de agua que lo permite, estos dispositivos están diseñados especialmente para uso doméstico (o industrial). El depósito utiliza la energía de paneles solares para llevar a cabo sus funciones y conlleva el uso de energías alternativas que afecta de manera positiva en los gastos que produce. Si no se necesita una fuente de energía eléctrica por ejemplo, todo esa energía se ahorraría de cara al usuario, suponiendo un gran punto a favor.
Como habéis visto incorporar agua caliente a vuestro hogar en baños o cocinas se convierte en algo sencillo. Más sencillo aún si las posibilidades son amplias, de manera que todos podáis elegir con conocimiento vuestra mejor opción. Sin duda existen un depósito ideal para cada hogar.
Imágenes: brizmaker