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Todos, en algún momento de nuestras vidas hemos sentido el deseo de coleccionar algo, ya sean cromos, cartas, chapas, monedas, sellos o incluso obras de arte. Hay personas que pueden llegar a gastarse mucho dinero en la adquisición de nuevas piezas para su colección.
Por eso, ahora mismo hay un tema en boca de todos: los NFTs o Non-Fungible Tokens. Los tokens son activos digitales similares a criptomonedas, como el bitcoin, pero no iguales porque las criptomonedas son fungibles, quiere decir que pueden ser sustituidas por otras de igual valor, pero a diferencia de ellas no se han creado para que funcionen como moneda o forma de pago, están pensados para usarse dentro de una red blockchain, se pueden comprar y vender.
NFT es una pieza digital que se puede guardar, puede ser una imagen, un vídeo, un Gif, un Tweet, son piezas a las que puede tener acceso todo el mundo pero que solo una persona, el comprador, tiene la propiedad de ese activo.
Estos tokens de los NFT tienen una característica que es la “no fungibilidad” que significa que son activos digitales únicos, que no se pueden copiar ni replicar, son no divisibles y no pueden ser reproducidos, no hay dos NFTs iguales, no pueden ser sustituidos por otro porque no hay ninguno igual, ni del mismo valor.
Esta característica permite contratos inteligentes que impiden que se dupliquen y además son como certificados de propiedad de una obra de arte digital. Por ello, no es de extrañar que esa fiebre del coleccionismo haya traspasado la pantalla y ya no sean cosas que podemos ver y tocar las coleccionadas, sino cosas que podemos ver pero no tocar.
Los NFTs son únicos por lo que los hace deseables para los coleccionistas, no hay dos iguales, no se pueden dividir, se pueden transferir y en los NFTs importa más el que sea tuyo que lo que contenga, pueden ser vídeos, imágenes, textos, música, códigos. Los NFTs se sirven de la tecnología blockchain para crear activos digitales utilizando la plataforma Ethereum principalmente porque es la más empleada.
La tecnología blockchain se conoció en el año 2008 cuando Satoshi Nakamoto presentó un estudio sobre una criptomoneda, el Bitcoin, un dinero electrónico libre de intermediarios. Esta tecnología es una cadena de bloques que contiene información codificada de las transacciones que se realizan en la red, también tiene la información del propio bloque. Debido a esta unión en cadena, la información que almacenan los bloques es muy segura porque tienen una posición invariable, siempre es la misma, además tienen información que los conecta con el bloque anterior y posterior. Cada bloque tiene un hash, además cada uno tiene una posición única porque tiene el hash del bloque anterior, lo que evita hacer una movilización de activos falsa.
El hash, también denominado función de resumen, es un algoritmo que transforma los datos de cualquier mensaje, (música, textos, fotos) troceándolos y mezclándolos, en un conjunto de caracteres formados por letras y números de longitud fija, da igual la longitud de entrada, pero el valor de salida siempre tiene la misma longitud. Una de sus características principales es que cada conjunto de datos dará un hash único, y además la función solo es en un sentido, con lo datos de salida no es fácil saber el mensaje de entrada.
Las funciones hash son muy útiles por ejemplo para proteger la confidencialidad de las contraseñas. Si un servidor usa hash para guardar las contraseñas utiliza un cifrado unidireccional, al crear por primera vez la contraseña el usuario, se forma un algoritmo que se guarda en una base de datos y cada vez que accede a la página e introduce su contraseña se cifra y se compara con el hash, si coincide, se permite el acceso. Si el usuario pierde la contraseña, como el hash no la conoce en texto hay que resetearla y cambiarla para generar uno nuevo. Cuando pretenden robar contraseñas de servidores que utilizan este sistema obtienen unas series alfanuméricas que son muy difíciles de descifrar.
También sirve para saber que los datos que recibes son auténticos, por ejemplo en algunas páginas de descargas te dan junto al resumen del archivo, la función usada y así se puede comprobar que el archivo se descargó correctamente que no ha sido modificado mientras se transmitían los datos.
En el año 1953 Hans Peter Luhn planteó una forma para autenticar los documentos y fue en 1961 Wesley Peterson el que creó la primera función hash para verificar si los datos que se enviaban por la red eran seguros. Con el avance de la informática esta función se desarrolló considerablemente siendo actualmente una de las más utilizadas.
Una de las funciones hash más seguras es la SHA que se creó para verificar los documentos electrónicos. En estos momentos el SHA-256 es el utilizado en la industria y el SHA-3 tiene mayor seguridad y ha sido adaptada para los ordenadores actuales.
Quizás uno de los usos con mayor relevancia de los hash hoy en día es el papel que tienen en la tecnología blockchain que para mejorar su seguridad la base de datos se descentraliza y son muchos los ordenadores (nodos) que están en contacto y cada vez que se hace una transacción queda registrada en todos los ordenadores de los usuarios, si quisiéramos modificar algo habría que actuar sobre todos los nodos que actúan como testigos, esto hace que sea prácticamente imposible de falsificar, es muy segura.
Por tanto el NFT es un activo digital único, en las redes de blockchain, porque tiene un registro inalterable en dicha red que indica quién es el propietario original. Esta tecnología permite que al «tokenizar», las piezas se unen de una manera intrínseca al autor, por eso el activo irá toda su vida unido a un certificado de autoría que puede consultar cualquier persona, además se les puede añadir un código que permite hacer con ellos todo lo que un experto informático sea capaz, como por ejemplo, que el creador reciba una comisión por cada venta que se realice del activo.
Se puede usar también para representar activos físicos como una casa, una escultura, un cuadro, que permite eliminar a los intermediarios y así el artista contacta directamente con el público desapareciendo las comisiones.
En estos momentos la mayor parte del mercado de los NFTs se centra en objetos de colección. Cualquier objeto tanto del mundo real como digital puede ser representado por un NFT y va unido siempre a sus características, así como a la propiedad, todo está dentro de una blockchain por un contrato inteligente.
Estos permiten representar de forma digital cualquier cosa. Un contrato inteligente o smart contract es un programa dentro de la blockchain que ordena a la red para que almacene la información de una transacción. El programador de un contrato inteligente puede darle las características que quiera para así poder guardar lo que desee en un token NFT.
Los contratos inteligentes se pueden hacer cumplir por sí mismos, sin intermediarios, son códigos informáticos llamados scripts que utilizan lenguaje de programación.
Pueden crearlos personas o máquinas autónomas y ambos tienen igual validez, no depende de las autoridades, esto es posible porque son códigos que todos pueden ver y no se pueden cambiar porque tienen tecnología blockchain, están conectados a miles de nodos que no pueden modificar su contenido, por lo tanto son los programas más seguros que existen.
La primera vez que se habló de ellos fue en 1995 cuando Nick Szabo los nombró pero no eran posibles con la tecnología de ese momento, no fue hasta 2009 cuando se hizo realidad con el bitcoin y la tecnología blockchain.
Los NFTs no son nuevos, se puede decir que las primeras formas NFTs serían las Colored Coins de 2012, es cuando se intentó crear token sobre la blockchain de Bitcoin, pero se vio que la red no era la correcta. Es en 2014 cuando se crea Counterparty una plataforma de código abierto en la red donde en 2016 se creó el primer meme con variantes Rare Pepe. En 2017 aparece Cryptopunks que utilizan la red Ethereum para crear personajes únicos, fueron 10.000 que se reclamaban de forma gratuita. Se creó un mercado de intercambio que seguía siendo gratuito.
En este año el sistema cripto va construyendo su propia economía a partir de estándares de token como ERC-721 dando origen a las NFTs uno de sus primeros productos fueron las «Criptokitties» que es como un juego donde se puede comprar, vender y criar gatitos virtuales. Se han llegado a pagar hasta 390 000$ por un gatito.
Actualmente gran parte del mercado de NFTs se centra en objetos de colección. Por ejemplo una web que gana mucho dinero es de la NBA donde se puede adquirir cualquier coleccionable como libros, cromos, videos de la liga de baloncesto americana.
Las cosas tienen el valor que mediante un acuerdo social le entregamos. Si muchas personas desean algo y es escaso, ese algo va a tener mucho valor, y viceversa. Esto es lo que ha pasado con los NFTs, muchas personas han creído en ellos, por eso hay gente que invierte en ellos con la esperanza de que se puedan revalorizar sus adquisiciones.
El 11 de marzo de este año en la casa de subastas Christie’s se ha vendido por primera vez una obra de arte de Beeple completamente digital Everydays: The First 5000 Days por 58,5 millones de euros.
También entre el 12 y 14 de abril se ha vendido un NFT de un pixel gris creado por Park, la obra alcanzó la cifra de 1,36 millones de dólares a los 90 minutos de haber empezado la puja y se la llevó Eric Young. Esta obra pertenece a The Fungible Collection, una colección que se ha vendido por 16,8 millones de dólares.
Incluso ha llegado a haber ventas de tweets. Jack Dorsey ha subastado el NFT del primer tweet que se escribió en Twitter en 2006: “just setting up my twttr”. El tweet fue vendido por más de dos millones de euros a Sina Estavi.
Problemas de los NFTs
Todo parece maravilloso, un mundo nuevo en el que poder hacer dinero o poder comprar esa pieza única que le falta a tu colección, sin embargo, hay varias personas que están en contra por diversos motivos. Hay muchas críticas al mercado de los NFTs por las dudas sobre los peligros económicos y ambientales que puede acarrear.
El coste medioambiental es muy alto porque para que los NFTs valgan tienen que estar continuamente funcionando los ordenadores que permiten su existencia, eso quiere decir un elevado gasto de energía, y ello unido a que la mayor parte de estos equipos utilizan combustibles fósiles. Todo esto radica en un gran problema que posiblemente abogue su muerte en un futuro por no poder mantener la forma de alimentarse.
También hay un vacío en qué es exactamente un NFT, se paga por un justificante de propiedad, que se paga a un precio que varía según como esté el mercado, sin embargo no solo tú puedes disfrutar de ese elemento. Tampoco se sabe a ciencia cierta si alguien puede estar vendiendo un NFT de una obra robada, cualquier persona tiene la posibilidad de crear un NFT.
En ocasiones, se han detectado errores al añadirlos a las carteras por un error de compatibilidad entre el almacén y ésta, lo que no es del todo malo, porque sigue existiendo. El gran problema reside en si la obra a la que está asociada el NFT resulta ser de una persona diferente a la que lo ha creado y tiene copyright la plataforma podría eliminar el link del NFT y ya no tendría ningún valor. También se puede dar el caso de que la plataforma que los ha creado quiebre y el link al que están asociados no lleve a nada y pierdan su valor.
Además, ya han surgido problemas con los NFTs, la plataforma Nifty Gateway permite la compra de los NFTs mediante tarjetas bancarias por lo que los hackers tomaron posesión de varias cuentas y vendieron y compraron NFT para lograr controlar ese dinero y llevarlo a otra cuenta bancaria. Varios usuarios han perdido mucho dinero y hay más de ciento cincuenta mil dólares en NFT que se encuentra en paradero desconocido, pero como es un mercado que no está regulado, la plataforma dice que no se hace responsable de los robos.
Los NFTs se han puesto de moda y muchos especuladores se han metido en este mundo para hacer dinero rápido. En los últimos meses ha habido un aumento de los precios que parece debido a la inyección de dinero que los gobiernos están metiendo en la economía mundial para paliar los daños de la pandemia.
