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Steven Spazuk tiene una técnica única con la que crear obras de arte. Este artista franco-canadiense usa el fuego para hacer tanto retratos como arte abstracto. Si no lo conoces, te traemos su sorprendente trabajo.
Steven Spazuk se graduó en Artes Visuales en la Université Laval de Québec. Comenzó con el dibujo y la acuarela para, más tarde, pasar a la pintura acrílica. En 1980 empezó a usar el aerógrafo. Se sentía satisfecho con las pendientes que creaba la pintura pulverizada sobre la hoja. Le gustó tanto la degradación que producía que decidió experimentar y usar nuevos materiales. De ahí surgió la idea de usar el fuego.
Fue en 2011 cuando empezó a desarrollar una técnica distinta. Desde ese año la ha trabajado y perfeccionado. En ella su herramienta es el fuego, ya sea usando un mechero, una antorcha. Usa una llama como si fuera un lápiz, dibujando con los restos de hollín. Tras ello, usa distintas herramientas para manipular el hollín.
Los dibujos los hace sobre láminas impregnadas de humo, así que le es fácil dibujar sobre ellas con objetos tan distintos como un estropajo, una pluma o los cabellos de un muñeco. No sólo hace retratos, también crea obras abstractas. En algunas ocasiones también da color a sus trabajos. Trabaja sin hacer bocetos. Trata de captar la inmediatez del momento, “impulsado por la búsqueda de una forma perfecta que aún tiene que materializarse”.
Según sus palabras, “la espontaneidad y el azar son el corazón y el alma de mi proceso creativo. Yo no censuro, me abro a la experiencia”. Asegura que le fascina el cuerpo humano: “Los cuerpos en perpetua metamorfosis son el lenguaje con el que expreso mis pensamientos sobre la condición humana: emociones, opiniones, historias que nacen de mi no censurada psique”.
Spazuk suele crear murales fragmentados. En ellos, une distintas obras de menor tamaño. Para hacer su autorretrato ha usado 272 piezas de tamaño pequeño (su tamaño cabe dentro de una caja de zapatos), lo que también facilita su transporte a la galería. Al ensamblarlas crea un mosaico que representa una nueva, normalmente reflejando una persona, evento o o cosa como metáfora de la vida moderna y “de la forma en que percibimos las cosas a través de nuestros sentidos y nuestras mentes”. De hecho, de esta forma muestra que cada persona es una pequeña parte del mosaico de la comunidad humana. Juega con la luz y la sombra, definiendo formas y fondo. El fuego no le impide cuidar los detalles.
En este vídeo puedes ver cómo trabaja.