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Lo que para algunos pudiera parecer desgastado e inservible, para muchos es una obra de arte que se puede reinventar. Son los seguidores del estilo Shabby Chic.
Maderas astilladas pintadas y vueltas a pintar, cortinas de cretona desgastadas, todo tiene sentido dentro de este diseño si se le añaden los elementos adecuados.
Con predominancia del blanco, el Shabby Chic elabora sus ambientes a base de tonos pastel, como el rosa palo, beige o verde agua, donde también tiene cabida el azul cielo.
Abundan los estampados de flores suaves y los complementos cotidianos y útiles del hogar.
El resultado es un ambiente elegante y confortable, muy acogedor, que proporciona glamour en cada rincón de la casa.
Sus orígenes se encuentran en las grandes casas de campo de Gran Bretaña, cuya decoración consistía en la utilización de muebles grandes como sofás pesados y pinturas que mostraban casas humildes. Viene a ser muy similar al estilo Amish del que hablábamos hace unos días.
Si combinamos estos elementos y los enfrentamos al más vivo estilo pop victoriano, obtenemos el Shabby Chic como resultado.
Durante la época de los ochenta, esta tendencia se convirtió en radicalmente opuesta a lo tradicional, obtuvo mucha popularidad entre artesanos y bohemios del momento como crítica a la moda que se había impuesto entre la clase alta de la sociedad, que empleaba una decoración cara y de calidad.
Actualmente el Shabby Chic se inclina hacia un gusto más bien femenino, como demuestra su alta demanda en el mercado femenino urbano de principios de siglo.
Su denominación proviene de los términos desgastado (shabby) y distinguido (chic), tal y como su nombre indica, consiste en hacer elegante un elemento que ha sufrido las desavenencias de los años. Tiene muy en cuenta la sensibilidad y el respeto por lo antiguo. Cada grieta o desconchón se resalta y se le da importancia, aprovechándose para dar identidad a cada mueble o complemento resaltando la belleza de las imperfecciones.
Para recrear este ambiente en tu hogar no puedes olvidar incluir elementos como muebles elaborados con forja decapada y envejecida, flores secas, menaje de cerámica listo para ser usado en cualquier momento, grandes cojines con finos estampados y alguna lámpara de araña cuajada de lágrimas de cristal.
Rachel Ashwell, diseñadora que ha dado un nuevo enfoque a este término, ha desencadenado todo un fenómeno mundial de gran aceptación. Posee varias tiendas de muebles en Estados Unidos y en las capitales más importantes del globo.
Además ha escrito varios manuales donde explica con minuciosidad cada detalle de esta tendencia en decoración que está en auge, como The Shabby Chic Home o Shabby Chic: Sumptuous Settings and Lovely Things.
El estilo Shabby Chic es hoy un lujo al alcance de todos. Y tú, ¿decorarías tu casa con esta tendencia?